Dejando el listón bien alto, los holandeses ejecutaron un black metal directo, brutal, oscuro y absolutamente salvaje. Además de presentar su disco Helleruin traían temas de su anterior trabajo usando como introducción a sus cincuenta minutos de permanencia en el Averno su “All shades of Ferocity” mostrando desde el primer momento a Carchost moviéndose sin tregua por todo el escenario como poseído por todos los demonios procedentes de todas las religiones y mitologías del mundo.
Tras un cambio y un check line que se nos antojó un poco extenso tomaban posesión del escenario las neerlandesas Asagraum cual sacerdotisas del infierno, con la estética y la puesta en escena más lúgubre y tenebrosa, algo menos de oscuridad en el escenario, para deleite de los presentes que por fin podíamos ver la cara de las oficiantes. Liderada por Obscura y A. Morthaemer, la presentación de “Veil of Death, Ruptured”, plagado de todos los posibles matices del black metal satánico aunque se les intuyen influencias de los grupos de la old school del género llevado a la fuerza del lado femenino, más sutil pero sin perder contundencia.
Impresionante Alexandra Rutkowski, bajista de la banda, interactuando con el público, sacando la lengua y mostrándose cercana a los fieles congregados en la oscura ceremonia dedicando miradas pretendidamente amenazantes mientras Obscura permanecía algo más fría pero concentrada en llevar a cabo su perfecta ejecución vocal destacando temas como “De waanzin roept mijn naam”, “De Verloren Tijd Impure Fire”, “Opus Ad Aeternum” o “Ignem Purificat Lilitu”.
Durante su actuación, de impecable sonido, agradecimos especialmente la presencia de algo más de luz para disfrutar de tan magno espectáculo y, si bien la sala se veía un poco vacía, hay que reseñar el hecho de que para ser un concierto de black metal la presencia de público fue la que se podía esperar de un género un poco más alternativo dentro del metal que vive en estos momentos un pequeño resurgimiento del metal alternativo o el hard rock dejando estos estilos más crudos para el nutrido grupo de fieles que sí se sienten convocados a cada uno de los akelarres que se celebran en esta pequeña ciudad y las limítrofes ya que esta gira, de ocho fechas con las que están haciendo un completo recorrido por nuestro país.
Por delante les queda Zaragoza y Bilbao y, si todo va como anoche en Granada, auguramos sendas noches de disfrute dentro de este ritual esotérico en el que se convocarán a todas las fuerzas de ultratumba a través de las voces crudas y guturales de estas dos bandas llegadas desde el frío que no os van a dejar indiferentes.
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