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jueves, noviembre 01, 2012

Entrevista a Guadalupe Plata: "Cada vez conseguimos un sonido aún más podrido, no nos gusta sonar mejor"

La música tiene estas cosas. Cuando crees que nadie ni nada te haría volver a estremecerte con lo más básico, con el esqueleto de una canción a la que casi se le ven los huesos cuando es ejecutada con la pasión necesaria, te miras los pies, que no dejan de moverse, e intentas controlar el sudor que baña tus manos. Y entonces te das cuenta de que ha llegado el momento de entregarte al blues, a su latido primigenio y vociferante, al alma de Robert Johnson, Skip James y Son House arrancados de los dedos de un Keith Richards ajado por el tiempo y pervertido por sus propios fantasmas. Los mismos que acechan en las vísperas de Halloween, los mismos que se materializan en el fondo del pantano al que nos arrastran unos ubetenses blindados: Guadalupe Plata. Impresionan desde su cercanía y combaten mil tópicos en una conversación a cuatro, de la que el entrevistador prefiere mantenerse a la escucha, que nunca se ha aproximado tanto a un cónclave en pro de la autenticidad sonora. En crudo, para que la cosa no pierda proteínas, Pedro De Dios (la guitarra de infinitos recursos), Paco Luis Martos (la rusticidad llevada a gala) y Carlos Jimena (el anti virtuosismo reconocido como virtud) fuman, beben y nunca descansan. La previa de un concierto que dejaría brasas para varios días después.

Alquimia Sonora: Creo que a estas alturas y tras dos discos en los que removeis los cimientos del blues (o neo-blues, rock pantanoso o cualquier otra denominación de las muchas que hemos escuchado), una pregunta obligada es: ¿qué significa esta música para Guadalupe Plata?

Perico: El blues para mí es una música que en realidad puede estar también inmersa en cualquiera de otro tipo, siempre que tenga ese sentimiento y nazca un poco de la queja, aunque luego se refleje en alegría, pero son canciones más de pena. Es la canción que nace un poco de la raíz y de la queja.

AS: ¿Deducimos que vuestras canciones nacen para eso, para quejaros de algo en concreto?

Carlos: Alguna queja ha habido, pero tampoco somos muy quejicas.
Perico: No, es simplemente que nos gusta llevar a las canciones quizá ese lado de queja, pero no por algo definido ni nada.
Carlos: Son las quejas humanas de toda la vida de dios, porque quieres a una mujer, porque no la quieres, por el dinero, que estás hoy mal, que estás bien… no es ningún tipo de revolución ni vamos por aquí ni por allá, simplemente es, como decía Pedro, un sentimiento y surge como tal, entonces las quejas son las quejas humanas que tenemos todos.

AS: Hay grupos que a veces espacian mucho sus trabajos, lo cual no quiere decir que no tengan material guardado. En vuestro caso, ¿os lo pensáis mucho a la hora de terminar los temas, hay mucho ensayo previo?

Carlos: Realmente, a la hora de realizar una canción, normalmente ensayamos en los conciertos y luego a lo mejor tenemos semanas intensivas de ensayos en Úbeda, una al mes o cada dos meses, porque como todos los fines de semana salimos fuera a tocar, cuando nos juntamos a ensayar o decidimos hacer algo, Pedro viene con la guitarra, suelta un riff y dice: “¿qué os parece?”, y nos ponemos: “un, dos, tres”.
Perico: Un poco también buscando el proceso compositivo de nuestro grupo, que creo que es un poco como se ha hecho toda la vida en el rock and roll, casi siempre las canciones son reflejo de otras, y a la hora de transportarlas y machacarlas se van transformando y acaban siendo otra cosa y quizás sí salen con facilidad.
Carlos: Lo que sí es verdad es que cuando ensayamos y nos sale una canción nueva o dos, al siguiente concierto ya las estamos tocando. No somos misteriosos en ese aspecto de “las vamos a guardar” y tal, o sea que ahora mismo estamos tocando cosas que no han salido o que van a salir en enero, cosas nuevas.
Paco Luis: Y luego una cosa importante pienso yo, que es que son temas como bocetos, están poco estructurados pero luego son muy libres. A la hora de tocar, independientemente de lo que toques, el estado de ánimo tuyo y el de la gente en una sala es muy distinto, entonces de alguna manera te dejas llevar por eso y dejas los temas muy abiertos para desarrollarlos como nos venga bien en cada momento, lo cual pienso que es bueno para nosotros porque no aburrimos a la gente al ver que eso transmite y ve matices y cosas distintas cada vez.

AS: En casi todos los temas se respira ese ambiente de improvisación al que creo que os referís, son desarrollos casi sin principio ni final definido.

Carlos: Además no están grabados por pistas ni nada, están grabados en directo totalmente. Es lo que dices, que no es una cosa que estemos contando “un, dos, tres… ahora viene el punteo”. El punteo nunca es igual, sí que es verdad que hay una estructura pero ningún matiz, ninguna caja, ni con el barreño ni con la batería, nunca es igual.

AS: El tema del barreño llama mucho la atención, sobre todo la primera vez que alguien os ve en directo. ¿Es un sonido buscado aposta, un instrumento fabricado con un fin concreto?

Perico: Había una portada de la Creedence donde yo creo que fue la primera vez que vimos el barreño, y luego investigando te das cuenta de que fue un instrumento muy popular en Inglaterra y en América.
Paco Luis: Y en España también, está considerado un instrumento muy tradicional, como la alpargata, la bota o la botella, y es un poco reivindicar los sonidos primitivos y las cosas que te salen sin necesidad de grandes y complejas necesidades técnicas, y de alguna manera queremos reclamar eso.

AS: Una música tan visceral y cruda como la vuestra normalmente requiere unas letras en consonancia. Sin embargo, lo que sale de la garganta de Perico son poco menos que improvisaciones (otra vez) sin que aparentemente haya una intención lírica detrás.

Perico: Muchas veces salen de una manera un poco instintiva, es soltar lo primero que te viene a la cabeza y de repente ves que está bien y lo dejas; otras veces sí es verdad que puede haber alguna frase que oyes a pie de calle y notas que tiene algo que te atrae y a partir de ahí sale una letra. Básicamente tienen esas dos vertientes.

AS: ‘Guadalupe Plata’ es el título común, sin añadidos ni adornos, de los dos álbumes hasta la fecha, uno grabado en 2009 y el otro en 2011. Los que os seguimos solo los podemos distinguir por eso, por la fecha y por la portada.

Perico: Exactamente, tan solo varía la portada, con el añadido de que creo que cada vez estamos consiguiendo un sonido más podrido si cabe que en el anterior disco, cosa que nos agrada, porque normalmente escuchas a grupos que parece que empiezan con un primer y segundo disco en los que van tocando mejor y cada vez suenan más producidos, nosotros al revés, vamos tocando peor y es una cosa de la que intentamos escapar.

AS: Precisamente es eso lo atractivo de vuestro sonido, la huida de todo artificio y supeditar la mínima producción a lo que sale de los instrumentos. ¿Creéis que esta forma de tocar y trabajar en el estudio se ha puesto un poco de moda?

Carlos: Nunca hemos hecho nada con ningún tipo de pretensión ni intención, sino por pasarlo bien y desahogarnos.
Paco Luis: Pero pasarlo bien tampoco es el concepto de fiesta y diversión y tal.
Perico: Pasarlo bien en el sentido de que cuando uno termina una canción donde ha conseguido de alguna manera desfogar lo que tiene dentro, se siente una enorme satisfacción.
Carlos: El fin último de la música es que se lo pase bien el que la toca, que disfrute.

AS: Aquí está claro que la gente no viene a corear estribillos, porque prácticamente careceis de ellos, o sea que de concierto “festivo”, por decirlo de alguna manera, nada de nada. De hecho ni se os pasa por la cabeza el pulir un poco más vuestras producciones.

Perico: En la vida, eso es como coger a un cantaor y ponerlo a grabar a piñón con una guitarra. La batería, el barreño y la guitarra van fluctuando, no hay unos compases exactos. Depende del tema, hay canciones que quizá sí tengan una estructura digamos que más aclarada, pero aun así siempre tendemos al caos.

AS: Es una de las premisas del blues, cantar lo que sientes en el momento en que lo sientes.

Perico: Sí, de hecho si nos fijamos en el blues primigenio de los años veinte, para muchos de esos cantantes de esa época en realidad no existen esos compases tan intrincados ni esas medidas.
Paco Luis: Ni tampoco técnicamente digamos que eran unos virtuosos.
Carlos: Paco se refiere al concepto de virtuosos que tenemos hoy en día, de músicos malabaristas quizás, más de circo que de escenario. Pero es muy sencillo y muy normal, coges una guitarra, sabes hacer unos acordes y te suena bien.
Paco Luis: No suena bien tampoco, eres tú el que le da el ritmo y la fuerza, pero el concepto no es el de sonar bien.

AS: Dentro de ese concepto y de ese sonido, ¿cuáles son vuestros máximos referentes? Aunque tendréis muchísimos.

Perico: En blues, por ejemplo, los míos depende del mes voy cogiendo unos u otros, por ejemplo ahora estoy muy en la onda de Mississippi John Hurt o Tommy Johnson, también estoy escuchando mucho a Junior Wells, el ‘Hoodoo man blues’, que no es nada antiguo pero es un disco para el que casi siempre hay momentos o altibajos en que lo cojo y lo estrujo. Y ahora en esa misma onda también estoy escuchando otra vez cosillas quizá tirando más por el terreno del jazz, cosas que tienen la aspereza del blues pero con ese toque nostálgico.

AS: Nada de cosas nuevas o al menos recientes, por lo que me contais.

Carlos: Lo que más nuevo hemos escuchado, por lo menos yo, que me haya gustado, han sido algunas cosas que he escuchado del festival de psicodelia de Austin, no sé decirte los nombres pero hay cosas muy interesantes, pero también quiero reivindicar un poco, que está muy perdido, lo que es el tema de la batería de blues, está muy olvidado, se pasan del jazz al rock y dejan un vacío ahí para el blues que cuesta muchísimo trabajo adivinar quién toca, cómo lo hace… es como si la batería de blues no hubiera existido jamás, personalmente hoy en día si tuviera que ir a los festivales por el gusto de ver a un batería no iría a ninguno.

AS: Además los grandes baterías de la historia siempre han salido del jazz, de ahí esa imagen de virtuosos y su asociación con la música culta por excelencia.

Carlos: Sí, por ejemplo John Bonham acabó con todo el swing del mundo, hizo que todos los baterías tuvieran una pauta. A mí me parece un gran batería pero ahora mismo no comulgo con él, lo he escuchado, me gusta mucho pero no lo pondría como referencia como muchos lo hacen. Para mí un referente en la batería, bueno y que hace lo que le sale del pijo es Elvin Jones, que es la hostia. Increíble, además hay una película del oeste en la que sale él, que va de un tiroteo o no sé qué, y hay una banda tocando, se sube él y hace un solo de batería. No sé, una paranoia.
Perico: Ya que has dicho lo de los grupos de ahora, por ejemplo tengo un grupo de colegas de Jaén, un dúo de música surf experimental y demás que han sacado además hace un poco un disco que me parece la hostia.

AS: En Úbeda hay mucho movimiento últimamente, como si fuese una nueva Granada, por recordar una ciudad que ha dado tantas grandes bandas al rock en Andalucía.

Carlos: Siempre ha habido grupos, no sé por qué pero siempre ha habido movimiento de rock, digo yo que será también un poco por los garitos que hay o por lo que vas mamando desde chico.
Perico: La Tetería es un garito que siempre está haciendo conciertos y apostando por gente de allí, el festival de surf también ha dejado allí su huella. De hecho hay un grupo que está sonando como un demonio, que son Los Tsunami.
Carlos: La Pipirrana Blues Band también.
Paco Luis: Y si nos vamos a los años 60 estaban Los Picolas, Los Drogas, Los Blues Stars, que eran grupos también de esa época bastante correctos. Eran chicos de tu calle que los ves tocar y piensas “¿y por qué no lo voy a hacer yo?”.

AS: Os habeis inflado a conciertos este año, ¿no?

Perico: Pues sí, llevamos tres años que exceptuando algún fin de semana no hemos parado de recorrernos la península, alguna salida al extranjero y hemos estado en varios festivales
Carlos: Pero ¿por qué? Porque para ser músico hay que tocar todos los fines de semana, si no no se consigue nada. Me refiero a que yo tengo una pandereta, he aprendido a tocarla y tengo que ir todos los fines de semana a tocarla.
Paco Luis: Cuando dice la gente que somos músicos y tal, en fin… yo entiendo que los músicos son otro tipo de personas. Los bluesmen no son músicos, son una mezcla de todo un poco pero la música no es la parte más importante de una persona que toca blues. Es como un tío del flamenco, un cantaor de flamenco no es un músico.
Carlos: Bueno, depende, porque para mí lo son. Un músico no es el que se pone a tocar con unos cascos y va leyendo, realmente para mí el músico es el que no necesita estar ahí siguiendo las notas todo el rato. Es un tema para discutir largamente.
Paco Luis: Esa es otra cosa, que cada vez que tocamos veo como que el oído está cada vez más limpio y veo las cosas con mucha más perspectiva. No es que nos vayamos perfeccionando, porque de aquí a hace dos semanas o tres no hemos evolucionado, supongo, en todo caso lo contrario porque hemos ensayado menos, pero ves matices y cosas que notas. Qué bien toca Jimena, por ejemplo (bueno, Pedro también), pero qué bien sonamos, y cuando estás tocando continuamente pues no te das cuenta, no es una rutina pero un poco sí. Es como cuando viene tu novia, la ves todos los días y luego estás otros cuantos días sin verla, la misma analogía.

          

Más info:
http://guadalupeplata.bandcamp.com/
http://www.myspace.com/guadalupeplata
https://www.facebook.com/gpblues
http://lafonoteca.net/grupos/guadalupe-plata

Próximos conciertos:
http://www.nvivo.es/artistas/Guadalupe+plata/


Entrevista: JJ Stone
Fotografía en directo: Cortesía de MJ Garrido (www.antoniamag.com)




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