No sé, será que es una nueva moda o algo y no me he enterado; a lo mejor es rebeldía, capricho o puro aburrimiento de los grupos (barra) cantantes (barra) artistas (barra) mimos del parque del Retiro.

Sea como sea, entre los que se quedan sin discográfica como el bache de Jennifer López cuando en Sony Music decidieron prescindir de sus servicios, los que van de guays como Madonna y se tiran a la piscina a sacar un disco por su propia cuenta y riesgo (sí, ya sé, dónde narices está el riesgo en la Reina del Pop, preguntaréis, si se la rifan todos) y los que siguen currando en su nuevo álbum mientras renegocian contrato como si nada ocurriese, entre todos estos, decía, está el panorama que es para pensárselo.

El manager de Amaral ha declarado que, aunque están llegando diversas ofertas de todo tipo de discográficas, ahora mismo el dúo no está ni con Emi ni con ninguna otra hasta valorar cuál les puede resultar más beneficiosa.

De aquí a finales del mes de febrero deberían anunciar finalmente con quién editarán su nuevo trabajo que verá la luz previsiblemente durante el mes de septiembre.