Sólo en Londres podía suceder algo así. Y la cosa es que es curioso como la polémica persigue a la cantante Lady Gaga y ya se le achaquen noticias de forma activa y pasiva. Os explicamos:

La heladería de Covent Garden dirigida por un tal Matt O'Connor, en Londres, decidió congelar leche materna y experimentar para crear un helado al que decidió bautizar con el nombre de Baby Gaga.

Como parte de la promoción “atrezzó” a su camarera para que los despachara a gusto y a forrarse que son dos días.

Y fueron dos días porque en cuanto la cantante se enteró le dio un día para retirar su nombre del producto que según sus palabras le “daba nauseas”. Declaraciones cruzadas con el tal Matt, “No entiendo como a una tía que se viste con filetes crudos le puede dar asco un helado” y se pregunta "¿Cómo puede reclamar la propiedad de un término que, desde el principio de los tiempos, es una de las primeras palabras que pronuncia un bebé?". Algo de razón tiene el buen hombre en su argumento si no fuera por el “uniforme” de su camarera para argumentar que no usa su “nombre artístico”.

Finalmente la intervención de sanidad para verificar los controles que tiene el producto dieron por finiquitado, momentáneamente, el negocio.