Lady Gaga – "Born This Way". Interscope Records, 2011
Reconozco que no es que sea un santo de mi devoción y que las canciones de esta peculiar mujer me producen cierto rechazo, pero entre los discos que ahora mismo figuraban en mis manos era el que más me apetecía comentar, ya se sabe aquello de que “polos opuestos se atraen” y es que el segundo álbum de Lady Gaga "Born This Way" se ha convertido en el más rápidamente vendido mundialmente en el 2011.
Con el single (y polémico video) “Judas”, la cantante y show woman ha subido como la espuma en el ranking de discos más vendidos, de hecho el disco ha salido en 2 ediciones, normal y especial, variando no solo la portada, sino el número de canciones, en la especial incluye 6 versiones de alguno de los 17 temas que componen el disco (he dicho DIECISIETE, que aprendan otros cantantes y/o grupos).
Fue lanzado mundialmente el 23 de mayo de 2011, Brian May interpretó la guitarra en “Yoü and I” Clarence Clemons colaboró con su saxofón en canciones como “The Edge of Glory”, entre otras.
La edición especial con sus respectivos remixes dura la friolera de 2 horas, que tal vez sea mucho “arroz” para un disco de la cantante neoyorkina y, como nota negativa, diré, que me cansa sobre manera que en todas las canciones tenga que decir (o casi meter con calzador), quien es o bien “gaga” o bien “Lady gaga” aparece en las letras de TODOS sus temas, sin excepción. ¿Acaso no lo sabemos ya? O tal vez lo hace por si hay algún despistado en la “escucha” jeje.
Siguiendo la habitual estela de Lady Gaga, el disco es (el segundo en su discografía) una especie de mezcla del tipo de música que a ella le gusta hacer, con una excepción, ni tan dance como uno cabe suponer, ni tan normal como uno quisiera pretender, tal vez ahí sea fruto de la corrección productora de un crupo de lo más variopinto compuesto por nombres como Fernando Garibay, RedOne, DJ White Shadow, DJ Snake, Jeppe Laursen y Robert Lange.
Consiguen asi que el disco se escuche con la más absoluta corrección auditiva y sin caer en ritmos, compases y/o estribillos cansinos o repetitivos, tal vez estemos ante el fin de una Gaga menos excéntrica y más parecida a la Madonna de hace algunos años, de la que Lady Gaga se siente total seguidora.
El tiempo y discos posteriores nos acabarán dando la razón, y si no, tiempo al tiempo.
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