Poco más de un año después la boda (octubre del 2010, corazones de otoño), Russell Brand, su hasta ahora marido que un día dijo que era actor, ha contado que entre los dos hay "diferencias irreconciliables" y ha interpuesto una demanda de divorcio a la cantante pin up del pop.

Aunque llevaban meses con problemas y hasta se les vió por separado en más de una ocasión y sin sus respectivas alianzas, la pareja intentó salvar la relación hasta el último momento según personas cercanas.

"Lamentablemente, Katy y yo ponemos fin a nuestro matrimonio. Siempre la adoraré y sé que seguiremos siendo amigos", comentó el cómico en unas declaraciones recientes. Eso por un lado porque, por otro, un amigo cercano ha dicho "Ella estaba en plan que te jodan, voy a hacer lo que quiera y Rusell respondió de acuerdo, que te jodan a tí también". Y es que, según esas mismas fuentes, Brand quería ser padre (tiene 36 tacos) y Katy Perry no estaba por la labor a sus 27 añitos.

Eso sí, aquí la lista ha sido ella que es la que se quería separar pero le pidió a él que fuera el que interpone la demanda alegando que sus padres son muy religiosos y no quería causarles daño...

Sí, sé lo que estáis pensando "What the fuck...??".

Nada más que añadir, señoría.