Estrenarse como redactor en un sitio web ofreciendo la escucha
de un disco no sé si será un arma de doble filo. A los que estuvieran buscando
algún enlace perdido en el océano de la red a salvo de
cazadores de obesos “puntocom”
puede resultarles un ejercicio estimulante que agradecerán durante un tiempo,
aunque sólo sea durante los minutos que duren las canciones y el esfuerzo de
seleccionar las que luego se bajarán de la mula, el
ares o cualquier otro programa de descarga que suponemos volverán a
ser las herramientas útiles que antes fueron, antes de que el dios
megaupload les condenaran al ostracismo.
Y los que por cualquier razón pertinente se situen en el
bando de los
detractores del artista en cuestión, igual se animan a “trollear” un
poco con sus comentarios, que a fin de cuentas de eso se trata, de crear
opinión, desmontar mitos, esbozar una sonrisa (de ironÃa o satisfacción) y, en
definitiva, acceder a canales de información, lo cual a los que nos dedicamos
con más o menos acierto a esta labor nos resulta la mayorÃa de las veces una actividad de lo más placentero.
Tras esta innecesaria y en absoluto convincente
introducción, paso a invitar a nuestros lectores a
la première cibernética de un disco llamado ‘Besos en el culo’ (esa es la traducción literal, la oficial serÃa
algo asà como
“besos a pie de página”),
cuyo responsable es nada más y nada menos que el ex-Beatle vivo más prolÃfico,
el artista pop que más discos ha vendido en la historia, el único músico que a
su edad ya luce un
look más propio de
una señora mayor que de una estrella del rock, el mismo al que no le importa
dilapidar su fortuna en un matrimonio y posterior divorcio de millonarias
pérdidas para poco después volver a casarse con una mujer varias décadas más
joven (¿qué es lo que tienen las
rock-stars
para que tan tersas pieles caigan rendidas a su cartera… perdón, a sus pies?).
SÃ, amigos, Sir
Paul McCartney –nobleza obliga-, ha llamado a algunos amigos
para meterse en el estudio y grabar un puñado de
temas clásicos que inspiraron
a la mejor banda de todos los tiempos, porque por mucho que algunos de sus últimos
discos nos hayan dejado el oÃdo más allá de la indiferencia, este señor
conservará dicho honor por los siglos de los siglos. Otras reseñas podrÃan
hablar de que ahora se dedica a grabar la música que escuchaban nuestros
abuelos, pero como queremos ser más benévolos, diremos que por fin, y mira que
le ha costado años, con lo que es él, ha conseguido grabar los
temas que le
inspiraron en la primera etapa de su carrera y que sus tres compañeros no
acababan de ver con buen ojo, de ahà que se los haya estado guardando para
tocarlos en fiestas privadas, escucharlos a la orilla de la chimenea en buena
compañÃa (parece que esto suena a música de salón, deliciosa por otra parte) o
sentarse al piano en cualquier noche invernal y susurrarle dichas tonadas a su
amorcito sin sentirse culpable.
En el
único tema inédito suena la guitarra de Eric Clapton,
se llama muy adecuadamente
‘My Valentine’ y será editada justo la vÃspera del
dÃa más romántico –teóricamente- del año, por lo que no hace falta que
ampliemos comentarios. En el video pueden hacerse una idea de por dónde van los tiros. Y como hay muchas teclas y ambientes sedosos, ha llamado
también a la señora de Elvis Costello, la epidérmica
Diana Krall, que
contribuye al ambiente de armonÃa junto con otro grande:
Stevie Wonder, cuya
sola presencia en los créditos hace que deseemos oÃrlo todo con más calma.
El
disco ya está
Ãntegro en streaming en la web de
NPR y pueden escucharlo
aquÃ. De nada. Y si
no les gusta, les presento mis excusas, al fin y al cabo uno sólo es un
intermediario.
0 Comentarios
¡Comparte tu opinión!
Esperamos tu comentario