Por fin, sonaron las trompetas de la muerte. Pero vaya si sonaron, durante dos horas de reloj porque Delafé y las Flores Azules repitieron, por segunda noche consecutiva, en Barcelona y, una vez más, hicieron lo que mejor saben, dar gas, a un público que gritaba ¡esto no se para! Este podría ser el resumen de una gran noche. Pero como nos sabría a poco vamos desde comienzo…

Son las 21:15 y la Sala Apolo ha vuelto a colgar el cartel de entradas agotadas, ¿por qué?, fácil, es el final de la gira Vs. Las trompetas de la muerte. Bastante puntuales, como ya habían avisado por las redes sociales, han saltado al escenario Helena Miquel, con uno de sus característicos tutús y Oscar D´Aniello, con camisa roja pasión, junto a ellos el resto de la banda.

La encargada de abrir el espectáculo ha sido Río por no llorar, con la que Helena ha aprovechado para saludar, “bona nit, ¡benvinguts! Y, ya desde el principio, le hemos dado gas, con una de las canciones que formaron parte de la banda sonora de la película de Bigas Luna, ‘Yo soy la Juani’. Contagiados por el solecito de los últimos días nos hemos permitido el lujo de asegurar que “La primavera ha llegado a la ciudad”. Oscar no para de brincar ni un segundo y a estas alturas del concierto, cuando no llevan ni una cuarta parte, ya tiene la camisa totalmente empapada. Pero ‘the show must go on’ y, para ello, nada mejor que El indio.

Entre los temas de la noche han estado Mejor, Mar el poder del mar, Espíritu Santo o Muertos, que ha sido una de las más coreadas por los asistentes. Y, de banda sonora a canción de anuncio, porque Ciudadanos de un lugar llamado mundo, que fue escogida para el spot de San Miguel, tampoco ha faltado. Para terminar este tema el público ha soltado, espontáneamente, confeti, lo que ha sorprendido muy gratamente al grupo.

Los chicos han tenido tiempo para brindar un homenaje a ese hombre que nos ameniza los veranos y, no hablo de King África, si no de Georgie Dann. Para ello han pinchado La barbacoa y El chiringuito y, han terminado, con su propia versión veraniega. Un tema, con bastante más letras que las del rey del mambo, que se titula 1984.

Con la canción La fuerza y con globos y más confeti se han despedido. Pero pronto han llegado los bises y, con ellos, Hoy, Enero en la playa y Solo palabras. Es el momento de presentar al grupo, con una atención especial para las famosas trompetas de la muerte. Además, Oscar ha aprovechado su momento para vaciar un bote de polvos de talco, lo que le ha permitido deslizarse de un lado al otro del escenario. Han vuelto a desaparecer unos minutos, hasta que el público ha lanzado el mítico grito de guerra “esto no se para”. Y, vuelta a escena otra vez, esta vez ya sí, para despedirse, con Combates cotidianos. “¡Fins aviat, Barcelona!”, o, lo que viene a ser, “¡hasta pronto, Barcelona!”.

Es la primera vez que he visto al grupo en directo y he disfrutado como una enana. Así que estoy deseando volver a escucharles este verano en el Arenal Sound. La energía de Oscar y la dulce sonrisa de Helena han estado más que a la altura de una abarrotadísima Sala Apolo. Aunque tampoco hay que olvidar al pedazo de banda que les acompaña. Al final va a ser verdad que esto no se para. Enhorabuena Delafé y las Flores Azules por todos los éxitos que estáis cosechando.