EnoFestival 2012.
Palacio Vistalegre, Madrid.
Modelo de Respuesta Polar, Christina Rosenvigne, Tachenko, Lobos Negros, The New Raemon, Nacho Vegas y The Right Ons.

- Me ponga usted, si no le importa, un mini de cerveza.
- ¿Un qué?
- Una birrita.
- ¿Pero dónde se cree usted que está?
- Esto ¿pero esto no es un festival?
- Si señor, pero es un festival serio con un gusto refinado y aroma a uva recién pisada, que somos nuevos pero no tontos, y eso de las cervezas lo vamos a dejar para el veranito…

Si, así como lo oyes. Un festival sin olor a calimocho (kalomotxo o cualquier otra variante escrita). Y cambiado los minis por chatitos, las cañas por copas y el aroma dulzón del rebujito en todas las esquinas. Esto es parte del encanto que destila esta primera edición del EnoFestival de Madrid, el primer festival dedicado al vino y a la canción de autor.

Hay que reconocer que la propuesta era arriesgada pero al final ha resultado ser un exitazo. Un día entero en el que los que se atrevieron a salir de casa en esta ola de frío siberiano (es que me gusta esta denominación tan fardona de los medios de comunicación) se refugiaron en The Box. ¿The Box? Si, nosotros también nos hicimos la misma pregunta porque la cita era en el Palacio de Vistalegre, un entorno a todas luces desproporcionado. Al llegar descubrimos que nos equivocábamos porque en uno se sus halls de acceso se han montado un entrono la mar de apetecible. Con sus reservados, una climatización algo excesiva para el invierno y una acústica, por sorprendente que parezca, bastante decente. Un pequeño e íntimo escenario era visible desde todas las barra enológicas que despachaban sus delicias alcohólicas desde 1 euro por copa con precios muy adecuados para esta crisis. Así, entre copa y copa comenzó el festival.

Modelo de Respuesta Polar (grupo ya asiduo y que dará mucho que hablar tras su firma con Limbo Starr este mismo año) rompió el hielo de la tarde (hielo literal a tenor de las temperaturas, Con su pop fresco, un buen directo energético y positivo no tuvieron inconveniente en, una vez más asumir el horario infame de su actuación que confiamos vaya escalando puestos no tardando mucho porque nos han enamorado.

La siguiente en el turno de conciertos fue la inconmensurable e indatable Christina Rosenvigne con su resfriado y a la que agradecemos profundamente que “saliera de la cama para estar con nosotros” como ella misma reconoció entre carraspeos catarrales. A pesar de esto su actuación fue como siempre muy correcta y acústica desgranando temas tranquilos que acompañaban el ambiente que se vivía en este EnoFestival.

Los maños Tachenko arrasaron con sus temas cantándose, como viene siendo costumbre, su último EP casi completo alternando con lo que son ya Hits de la banda. Sergio Vinadé empezó con los consejos enológicos recomendando Tío Pepe, consejo que debió tomar la gente al pié de la letra porque su stand permanecía cerrado con una demostración muy tipical spanish pero sin poder admirar vía papilas gustativas sus bondades vinícolas (eso o quizás que nuestro cantante acabó con el suministro, cualquier explicación mejor que la falta de previsión que es más aburrida). Entre las anécdotas un grupo de acólitos decidió cantar como se merece el cumpleaños feliz a Sebas Puente por su onomástica del día anterior.

Lo que nos dejó algo inquietos fue la aparición de la banda Lobos Negros en este punto de la tarde con un, ojo, nada desdeñable rockabilly en castellano pero algo “anacrónicos”, en cuanto a su posición en el cartel. Hubieran sido una opción mucho más que razonable para la apertura del festival arrancando los motores y dejando horas más “decentes” a Rosenvigne, Tachenko e incluso a Modelo de Respuesta Polar que además se vieron afectados por la lentitud de la recepción de abonos en taquilla que era considerablemente lenta y demoró a mucha gente en su acceso.

The New Raemon es un nombre a tener en cuenta y que muchos de vosotros tenéis en mente por su insistente aparición en este espacio. La banda sufrió los “accidentes sonoros” más contundentes del evento con la baja de un micro en medio de su actuación solucionado con diligencia tras dejar cantando Sucedáneos a su público incondicional con a ausencia de voz principal. La banda con su estilo pausado y su formación extensa estuvo a la altura de lo esperado y fue uno de los platos fuertes de la ya tarde-noche. Tuvimos la fortuna de disfrutar de sus temas al lado de Christina Rosenvigne que de “extranjis” se metió en el mogollón para ver algunos de sus temas junto con un “alto acompañante” (¿no ponemos ya en plan Alquimia Sonora Deluxe? Bueno, bueno, sólo diremos que era un atractivo caballero y que si no es su novio puede pasarnos su teléfono…).

La cosa terminó para muchos con Nacho Vegas, si, sabemos que The Right Ons fueron los últimos antes de los Djs pero todo el mundo sabe que es parte del encanto del festival abandonar la nave antes de tiempo. Pero aquellos que lo hicieron quizás deban plantearse quedarse la próxima porque estos chicos arrasan por donde van y no lo lamentarán.

En resumen. EnoFestival nos ha gustado mucho en esta primera entrega. Nos ha encantado la ubicación, la idea y el cartel indie. Nos hubiera gustado más planificación en la entrada y en al organización de las catas y quizás un orden diferente en las actuaciones más acorde con determinados grupos. Pero el balance global es más que notable.

¡Hasta la próxima!