Esto de la crisis llena el 80% de nuestras vidas, y aparte de jo***nos pues también nos afecta en muchos aspectos que normalmente no nos damos cuenta. Haciendo un poco de cotilleo por los blogs, me he encontrado una interesante entrada en el blog del periodista y escritor David Jiménez llamada "El triunfo de los mediocres". Aconsejo una lectura a ya que todo lo que dice es bastante interesante y atiza además de a la clase política y empresarial, a todos los que somos "gente normal".
Es cierto que esta crisis no es solo económica, sino también de valores. ¿Qué podemos esperar de una juventud aburrida? Pues desgraciadamente en la música electrónica lo estamos sufriendo, las nuevas generaciones no tienen gusto por un estilo, no investigan, no experimentan nuevos estilos o sonidos, solo saben seguir a la mega star de turno. Djs y productores con carreras consolidadas que ahora se han tirado sin tapujos algunos a la pista del circo sin pensar en las consecuencias que esto traerá a sus "hasta hace un tiempo serias carreras".
Nombres hay unos cuantos,  pero entre los ídolos de toda la vida que ahora se nos caen podemos hablar de Richie "capitan de barco"Hawtin, Carl Cox,  Luciano y sus vagabundismo en pleno apogeo o el espectáculo de pitos y flautas de Sven Vath o los trillados y manidos sets de 2many djs.

Por un lado podemos estar todos de acuerdo en que gracias a este tipo de artístas mucha gente encuentra la puerta de entrada a la música electrónica, que haberlas tiene que haberlas, pero por desgracia ya es normal que muchos de los jóvenes, y no tan jóvenes, no vean más allá de la farándula y el espectáculo que se crea alrededor de ellos, y no sepan valorar si el trabajo musical que están realizando les gusta o no. La respuesta que  muchas veces recibimos ante la pregunta cuál es la razón por la que van a esas fiesta es: "Yo voy porque se monta una fiesta tremenda". Estamos inmersos en un carnaval continuo de mal gusto y exageración, en todo, en el que baila más, el que se hace más fotos para subir a su perfil en internet, el que conoce a más gente en la sala, o el que va más disfrazado es el que más alabanzas se lleva en la noche. Lo que haya pasado en la cabina o en el escenario carece de importancia.

Yo hace años era el primero en criticar algunas argucias que se utilizan en algunos conocidos clubs berlineses. Conocido por todo el mundo es el famoso Sven Marquardt, portero ,y también fotógrafo en sus ratos libres, en el club Berghain. Su examen para poder entrar al garito es duro, solo por tener pinta de extranjero o por no conocer al artísta que actúa esa noche te quedas fuera. Tan conocido es este hombre que hasta el New york times le dedicó unas líneas.
Quizá sea el momento de que en nuestros clubs se tome el ejemplo del bueno de  Sven.

Saludos alquimistas.