
La entrada al estadio fue el primer quebradero de cabeza con el que nos encontramos los asistentes. Las puertas 41 y 51, destinadas a la mayor parte del aforo de grada y pista, estaban abarrotadas de gente antes de las seis de la tarde ( el concierto estaba previsto a las 21.30) dando prácticamente una vuelta completa al estadio, y esto sumado a la genial idea ( nótese el tono irónico) de vender tickets de comida y bebida fuera del mismo estadio con valor mÃnimo de 15 euros que después te devolvÃan si no consumÃas ( con escasos puntos de venta destinados a ello) que provocaron inmensas colas a la salida del concierto de gente intentando recuperar su dinero. Tampoco podÃas entrar con paraguas al estadio ( y eso a pesar del inmenso chaparrón, granizo incluÃdo que sufrimos) , asà que no quedaba otra que tirarlo a un contenedor de basura destinado exclusivamente a ello ( con la consiguiente locura a la salida de gente intentando localizar su paraguas en los contendores, ingenuos ellos).
Tras pasar esta barrera de peculiares situaciones, llegó el momento de pasar el control de entradas, en el que todo parecÃa ir normal hasta que llegado el momento de dividirse entre pista o grada ( ya dentro del estadio) , uno podÃa perfectamente elegir a dónde ir sin problemas, seguridad comprobaba muy a la ligera las zonas destinadas a cada entrada, con lo cual alguien que tuviera entrada de grada podÃa acceder fácilmente a la pista.
Una vez dentro del recinto me situé justo al lado de la barrera de sonido, donde también estaba parte de la prensa acreditada ( y aquà hay que quejarse porque unos se quedan sin acreditación mientras otros que sà lo están no tienen ni idea de la nacionalidad del grupo y ni siquiera del nombre de la gira, información ( entro otra) que esta servidora tuvo que facilitar a una de las periodistas que cubrÃan el evento).
Pasaban las siete de la tarde cuando se subÃa al escenario la primera telonera de la noche, Rita Ora, intentando animar a los asistentes con sus ritmos electrónicos cuando la leve lluvia comenzaba a avecinar la tormenta, su actuación no duró ni media hora, Rita salÃa bailando del escenario y la lluvia torrencial empezaba a caer sobre nosotros, mientras unos corrÃan a refugiarse bajo el techo de la grada otros resistimos allà hasta que el cielo comenzó a dar tregua y Marina and de Diamonds, segunda telonera de la noche, comenzaban a hacer gala de su calidad y registro vocal y amenizaba la espera con temas como Mowgli´s Road o Hollywood, despertando los primeros vÃtores de un público que ya empezaba a llenar el estadio.
Pasaban las 22.00 cuando una intro de Regreso al Futuro daba inicio a un Mylo Xyloto unido sin pausa a Hearts Like Heaven, donde Chris Martin y sus secuaces hacÃan aparición entre una explosión de fuegos artificiales, lásers y geniales pulseras de colores (que entregaban a la entrada del estadio) controladas por radiofrecuencia que brillaban convirtiendo al estadio en una impresionante red multicolor.
La emoción tras la euforia llegaba con In My Place y Chris al piano, donde una nube de confetti de corazones y letras de Mylo Xyloto cubrÃa el Vicente Calderón, con un público coreando a pulmón uno de los temas más conocidos de la banda. Pero el momento Ãntimo no durarÃa mucho, Mayor Minus ( una de las pequeñas joyas de su último trabajo) estallaba con fuerza recordándonos en el estribillo a los mejores U2.
Chris Martin saludaba simpáticamente al público, al que animarÃa en otras dos ocasiones a lo largo de la noche.
Con la genial y animada Lovers in Japan, de su anterior álbum Viva la Vida, el despliegue técnico seguÃa luciéndose, con bolas terrestres hinchables que flotaban en la pista entre el confetti y una iluminación cambiante que creaba una atmósfera de sentimientos y sensaciones que erizaban la piel, máxime en la magnÃfica parte final instrumental del tema.
Y llegarÃa el momento lacrimal del show, con The Scientist seguida de Yellow, tema estrella de la banda de su impecable álbum Parachutes ( la primera en conseguir llegar al top 5 en Reino Unido) que teñÃa al Calderón de un intenso amarillo en el que Chris Martin nos deleitaba con su inconfundible voz.
Tras Violet Hill y una coreada God Put a Smile Upon your Face de su segundo álbum A Rush of Blood to the Head, Coldplay se acercaban por la pasarela hasta el centro del escenario y llegarÃa el gran epic fail de la noche con Princess of China, tema que ya de por sà no es de mi devoción, pero que al incluÃr la voz ( e imagen) de Rihanna grabada terminaron de hundir completamente. Menos mal que Chris y su piano salvarÃan el momento con Up in Flames, otro de los temas más cuidados de Mylo Xyloto.
Don´t let it break your heart con su juego de sintetizadores y su marcada percusión volvÃa a subir el ánimo en el estadio, que explotarÃa en el momento más grandioso de la noche con los temas siguientes,Viva la Vida ( con sus obligados coroooooooohs en la que Chris Martin se entregó al 100%) , Charlie Brown ( impresionante el juego de luces, color y alegrÃa que transmite el tema, con un público saltando y una instrumentación colorida y efectista , un tema indudablemente de directo). Los primeros compases de Paradise robaban ya los gritos del público, a estas alturas ya extasiado, tras la que Coldplay desaparecÃan momentáneamente para sorprendernos apareciendo al otro lado del estadio en un miniescenario donde nos regalaron en acústico Us Against the World y una sobria Speed of Sound que ya echábamos de menos en sus directos.
El final de la noche se acercaba ( y eso que parecÃa que no habÃan transcurrido ni treinta minutos con el ritmo que llevaba el show) , la épica Clocks cubrÃa de lásers el estadio y mostraba la calidad instrumental de la banda, con pequeñas variaciones melódicas ( que son de agradecer de vez en cuando).
Fix You se coronó como uno de los mejores momentos de la noche con un Chris Martin que no solo cantaba, sino que también sentÃa y vivÃa junto al público uno de los temas más emocionantes de su banda, junto a unos fuegos artificiales que explotaban durante el inolvidable estribillo : " Lights will guide you home".
Every Teardrop is a Waterfall cerraba brillante la noche, entre pulseras destellantes, lásers, fuegos y un público entregado y agradecido a una banda cuyo directo merece la pena vivir al menos una vez en la vida.
En definitiva Coldplay nos regalaron una 96 minutos inolvidables, en una noche espectacular, en la que se echaron de menos temas como Lost, Trouble o Talk, con pocas variaciones en directo de las grabaciones de estudio ( Coldplay en directo suena a disco de Coldplay), pero con una calidad vocal , instrumental y compositiva envidiable.
Ahora toca esperar su regreso.
www.coldplay.com
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