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miércoles, mayo 23, 2012

Coldplay, Estadio Vicente Calderón (Madrid) 20/05/2012


50.000 personas fueron testigo el pasado domingo del espectacular show que los británicos Coldplay ofrecieron en el Vicente Calderón dentro de su última gira Mylo Xyloto, un concierto que ni la lluvia torrencial ni los grandes problemas de organización ( 3.000 entradas se vendieron duplicadas lo que provocó que muchos asistentes tuvieran que conformarse con observar el concierto desde los pasillos) consiguieron empañar el intachable directo de un grupo últimamente muy criticado, que seguramente habrá conseguido no silenciar, pero sí autocuestionarse a  muchas de esas bocas que han reprochado un álbum  que no pasará a la historia como uno de los mejores discos de la banda, pero que en directo crece, y, en muchos momentos ( Charlie Brown, Mayor Minus) brilla. Ayudado, eso sí, por el arrollador despliegue audiovisual de una banda como Coldplay, una banda de estadio pero cuyos momentos acústicos no necesitan ninguna floritura más allá de la voz de Chris Martin y su piano. 





La entrada al estadio fue el primer quebradero de cabeza con el que nos encontramos los asistentes. Las puertas 41 y 51, destinadas a la mayor parte del aforo de grada y pista, estaban abarrotadas de gente  antes de las seis de la tarde ( el concierto estaba previsto a las 21.30) dando prácticamente una vuelta completa al estadio, y esto sumado a la genial idea ( nótese el tono irónico) de vender tickets de comida y bebida fuera del mismo estadio con valor mínimo de 15 euros que después te devolvían si no consumías ( con escasos puntos de venta destinados a ello) que provocaron inmensas colas a la salida del concierto de gente intentando recuperar su dinero. Tampoco podías entrar con paraguas al estadio ( y eso a pesar del inmenso chaparrón, granizo incluído  que sufrimos) , así que no quedaba otra que tirarlo a un contenedor de basura destinado exclusivamente a ello ( con la consiguiente locura a la salida de gente intentando localizar su paraguas en los contendores, ingenuos ellos).

Tras pasar esta barrera de peculiares situaciones,  llegó el momento de pasar el control de entradas, en el que todo parecía ir normal hasta que llegado el momento de dividirse entre pista o grada ( ya dentro del estadio) , uno podía perfectamente elegir a dónde ir sin problemas, seguridad comprobaba muy a la ligera las zonas destinadas a cada entrada, con lo cual alguien que tuviera entrada de grada podía acceder fácilmente a la pista.

Una vez dentro del recinto me situé justo al lado de la barrera de sonido, donde también estaba parte de la prensa acreditada ( y aquí hay que quejarse porque unos se quedan sin acreditación mientras otros que sí lo están no tienen ni idea de la nacionalidad del grupo y ni siquiera del nombre de la gira, información ( entro otra)  que esta servidora tuvo que facilitar a una de las periodistas que cubrían el evento).
Pasaban las siete de la tarde cuando se subía al escenario la primera telonera de la noche, Rita Ora, intentando animar a los asistentes con sus ritmos electrónicos cuando la leve lluvia comenzaba a avecinar la tormenta, su actuación no duró ni media hora, Rita salía bailando del escenario y la lluvia torrencial empezaba a caer sobre nosotros, mientras unos corrían a refugiarse bajo el techo de la grada otros resistimos allí hasta que el cielo comenzó a dar tregua y Marina and de Diamonds, segunda telonera de la noche, comenzaban a hacer gala de su calidad y registro vocal y amenizaba la espera con temas como  Mowgli´s Road o Hollywood, despertando los primeros vítores de un público que ya empezaba a llenar el estadio.
Pasaban las 22.00 cuando una intro de Regreso al Futuro daba inicio a un Mylo Xyloto unido sin pausa a Hearts Like Heaven, donde  Chris Martin y sus secuaces hacían aparición entre una explosión de fuegos artificiales, lásers y geniales pulseras de colores (que entregaban a la entrada del estadio) controladas por radiofrecuencia que brillaban convirtiendo al estadio en una impresionante red multicolor.

La emoción tras la euforia llegaba con In My Place y Chris al piano, donde una nube de confetti de corazones y letras de Mylo Xyloto cubría el Vicente Calderón, con un público coreando a pulmón uno de los temas más conocidos de la banda. Pero el momento íntimo no duraría mucho, Mayor Minus ( una de las pequeñas joyas de su último trabajo) estallaba con fuerza recordándonos en el estribillo a los mejores U2.

Chris Martin saludaba simpáticamente al público, al que animaría en otras dos ocasiones a lo largo de la noche.

Con la genial y animada Lovers in Japan, de su anterior álbum Viva la Vida, el despliegue técnico seguía luciéndose, con bolas terrestres hinchables que flotaban en la pista entre el confetti y una iluminación cambiante que creaba una atmósfera de sentimientos y sensaciones que erizaban la piel, máxime en la magnífica parte final instrumental del tema.
Y llegaría el momento lacrimal del show, con The Scientist  seguida de Yellow, tema estrella de la banda de su impecable álbum Parachutes ( la primera en conseguir llegar al top 5 en Reino Unido) que teñía al Calderón de un intenso amarillo en el que Chris Martin nos deleitaba con su inconfundible voz.

Tras Violet Hill y una coreada God Put a Smile Upon your Face de su segundo álbum A Rush of Blood to the Head, Coldplay se acercaban por la pasarela hasta el centro del escenario y llegaría el gran epic fail de la noche con Princess of China, tema que ya de por sí no es de mi devoción, pero que al incluír la voz ( e imagen) de Rihanna grabada terminaron de hundir completamente. Menos mal que Chris y su piano salvarían el momento con Up in Flames, otro de los temas más cuidados de Mylo Xyloto.

Don´t let it break your heart con su juego de sintetizadores y su marcada percusión volvía a subir el ánimo en el estadio, que explotaría en el momento más grandioso de la noche con los temas siguientes,Viva la Vida ( con sus obligados coroooooooohs en la que Chris Martin se entregó al 100%) , Charlie Brown ( impresionante el juego de luces, color y alegría que transmite el tema, con un público saltando y una instrumentación colorida y efectista , un tema indudablemente de directo). Los primeros compases de Paradise robaban ya los gritos del público, a estas alturas ya extasiado, tras la que Coldplay desaparecían momentáneamente para sorprendernos apareciendo al otro lado del estadio en un miniescenario donde nos regalaron en acústico Us Against the World y una sobria Speed of Sound que ya echábamos de menos en sus directos.

El final de la noche se acercaba ( y eso que parecía que no habían transcurrido ni treinta minutos con el ritmo que llevaba el show) , la épica Clocks cubría de lásers el estadio y mostraba la calidad instrumental de la banda, con pequeñas variaciones melódicas ( que son de agradecer de vez en cuando).

Fix You se coronó como uno de los mejores momentos de la noche con un Chris Martin que no solo cantaba, sino que también sentía y vivía junto al público uno de los temas más emocionantes de su banda, junto a unos fuegos artificiales que explotaban durante el inolvidable estribillo : " Lights will guide you home".


Every Teardrop is a Waterfall cerraba brillante la noche, entre pulseras destellantes, lásers, fuegos y un público entregado y agradecido a una banda cuyo directo merece la pena vivir al menos una vez en la vida.
En definitiva Coldplay nos regalaron una 96 minutos inolvidables, en una noche espectacular, en la que se echaron de menos temas como Lost, Trouble o Talk, con pocas variaciones en directo de las grabaciones de estudio (  Coldplay en directo suena a disco de Coldplay), pero con una calidad vocal , instrumental y compositiva envidiable.
Ahora toca esperar su regreso.


www.coldplay.com

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