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jueves, mayo 31, 2012

Festival Sonisphere – Auditorio John Lennon. Getafe, 25/05/2012


Festival Sonisphere – Auditorio John Lennon. Getafe, 25/05/2012. 

Decir que el Festival Sonisphere era, a priori, el festival de rock español que presentaba el cartel más interesante era quedarse bastante cortito: regresos míticos, homenajes a discos clásicos, bandas sólidas, otras más superficiales pero ideales para disfrutar en un festival si un@ estaba con el ánimo adecuado, nuevas promesas y mucha variedad de estilos. Dicho cartel ha dado sus frutos y el festival se ha saldado con récord de asistencia, 92.450 personas en total, y un aumento en las ventas en los comercios de la localidad que el ayuntamiento achaca al cambio de recinto. 

Como aviso a navegantes antes de empezar el recorrido por lo que vivimos en el Auditorio John Lennon de Getafe el pasado fin de semana, decir que éste no pretende ser exhaustivo ni establecer ganadores o perdedores entre los grupos participantes, por mucho que cada cuál tenga claro su pódium. La imposibilidad de ver todas las actuaciones, debido a los solapamientos y al estado de forma de cada cual (admitámoslo), y la dificultad en comparar estilos tan dispares como el de Clutch y Children of Bodom por ejemplo, hacen absurda esa pretensión. Pero dejémonos de preámbulos y vamos al lío, empezaremos con la crónica del viernes 25 de mayo y dejaremos para un segundo post la del 26. 

La que esto escribe se acercaba al recinto del festival con bastantes miedos, los comentarios en los foros y las redes sociales habían sido demoledores y la primavera-verano madrileña tampoco es la más confortable del territorio español. Sin embargo, a toro pasado, he de decir que si uno está acostumbrado a ir a festivales, el auditorio John Lennon no es peor que otros recintos, sobre todo el viernes que estuvimos más anchos. ¿Cosas a mejorar? muchísimas por supuesto: un Black Circle medio vacío en la mayoría de los conciertos, parking más cerca, más información sobre los buses lanzadera que llevaban a Madrid (y que descubrimos de puro milagro), cambio a la hora de pagar con la moneda del festival y, sobre todo, el sonido, se hace difícil entender como en un evento de estas características se invierta tanto tiempo en hacer pruebas de sonido antes de empezar cada actuación y, al final, la primera canción siempre suene mal. Pero en definitiva ni mejor ni peor que otros eventos de estas características. 

En cuanto a lo musical, lamentablemente no podré hablaros de las actuaciones de Six Hour Sundown, Rise to Remain, Corrosion of Conformity y Skindred ya que debido a problemas de tráfico, para mi el festival empezó con Kobra & the Lotus, si algún/a de vosotr@s visteis las mencionadas actuaciones sentíos libres de comentar lo que queráis así enriqueceremos este post entre todos. 

La propuesta musical de los canadienses Kobra & The Lotus gira alrededor del heavy metal más clásico y tiene como principal punto de interés la poderosa presencia de su líder, la vocalista Kobra Paige. El grupo publicó su primer trabajo en 2010, el álbum Out of the Pit, y se encuentra a punto de lanzar su segundo trabajo, Visionary. En su actuación pudimos escuchar temas de Out of the Pit junto con adelantos de su nuevo trabajo y una versión del Heaven and Hell de Black Sabbath. He de decir que aunque Kobra tiene una gran actitud sobre el escenario, el uso que hace de su voz no acaba de cuadrarme, se la nota demasiado impostada, intentando cantar como lo haría un hombre y, en mi opinión claro, debería buscar un registro en el que se sintiera más cómoda, eso no haría que su música fuese menos heavy y el resultado sería más orgánico. 

Finiquitado el concierto de Kobra & the Lotus, tocaba poner rumbo hacia el escenario 1 para ver a Fred Durst y los suyos. Ya aviso que siempre he visto a Limp Bizkit como un grupo derivativo, que bebían demasiado de las influencias de Korn y Rage Against the Machine sin aportar nada nuevo, así que sí, tenía muchos prejuicios ante su actuación. Una vez vista, siguen sin gustarme musicalmente (para gustos los colores) pero creo que son un grupo ideal para un festival. Aunque su actuación no fue perfecta ni mucho menos, era disfrutable y si hubiesen optado por ir más al grano y dejarse de parones innecesarios hasta podría ser un buen concierto. Por otro lado, alguien debería decirle a Wes Borland que ese disfraz que llevaba era más feo que pegar a un niño. El setlist estuvo centrado en repasar temas de todas sus épocas, incluyendo solo una canción de su último trabajo, la inicial, Why Try. Break Stuff, Hot Dog, My Generation, Livin' it Up, Eat you Alive, Take a Look Around, My Way, Faith y Rollin' fueron las escogidas. Aunque, personalmente, tuve que dejarlo en Livin' it Up porque si no no llegaba a Kyuss Lives! y perderse ese concierto era imperdonable. 

Le pese a quien le pese (léase Josh Homme y Scott Reeder), Kyuss está vivo gracias a John Garcia y Brant Björk. En la pasada edición del Azkena Rock Festival, con la participación de Nick Olivieri, ya nos dejaron sin aliento, dando uno de los mejores conciertos del evento. Ahora, tocaba ver si continuaban en buen estado de forma y si afectaría al resultado final la ausencia de Olivieri, perdido en sus problemáticas judiciales. Visto lo visto, solo podemos afirmar que las únicas piezas imprescindibles para que Kyuss suene a Kyuss en directo son su vocalista, Garcia, y su batería, Björk. La voz y el carisma del primero y la potencia y la precisión del segundo hicieron que clásicos como Gardenia, One Inch Man, Green Machine, Hurricane... (me mareo solo de recordar ese setlist) sonasen como siempre, o sea demoledores. Los sustitutos, Bruno Fevery a la guitarra, que ya lleva un par de años con Kyuss Lives!, y Billy Cordell al bajo estuvieron a la altura musicalmente y, sabiamente, se mantuvieron en un segundo plano a nivel visual. 

A The Offspring llegué con un poco de retraso ya que la distancia entre escenarios era considerable, así que me perdí el inicio del show. Aunque los de Orange County están a punto de publicar un nuevo álbum era presumible que en su setlist se dedicasen a repasar toda su carrera y rescatasen sus grandes clásicos y así fue. El disco con mayor representación fue, como no, Americana (1998) con temas como Have you Ever, Staring at the Sun, Walla Walla, Why don't you get a job?, Americana, Pretty Fly (for a White guy) o The Kids Aren't Alright; pero también sonaron canciones de Ixnay on the Hombre (1997), como el inicial All I Want; Smash (1994), Come out and play, Bad Habit o Self Steem; Splinter (2003), Conspiracy of One (2000) o Rise and Fall, Rage and Grace (2008). En cuanto a la puesta en escena, para mi gusto era demasiado estática, Dexter Holland no se separa de su pie de micro en ningún momento y delega en Noodles toda la responsabilidad de conectar con la audiencia, aunque parece que eso no afectó demasiado a los presentes que se congregaban a mi alrededor que tenían su propia fiesta montada. Los momentos álgidos, como era de suponer, los mega hits Pretty Fly (for a White Guy) o Self Steem, con la que despidieron la actuación. 

Y llegamos al momento polémica de la noche: Soundgarden. Si habéis leído otras reseñas del festival habréis visto que es imposible llegar a una unanimidad en cuanto a su actuación. Esto era de lo más previsible ya que las dudas en cuanto a la voz de Chris Cornell, la calidad de sus trabajos paralelos, el hecho que Thayil hubiese estado desaparecido del panorama musical etc. han sido constantes desde que decidieron reunirse. Avisados quedáis de que Soundgarden son uno de los grupos de mi vida, están ligados a mi adolescencia de tal forma que casi se funden con ella, y me desplacé a Sonisphere única y exclusivamente para verles, dicho esto voy a intentar ser lo más objetiva posible. Mi conclusión es: ni tanto ni tan calvo. Soundgarden no dieron el concierto de su vida, ni el de la mía, porque no están en su mejor momento, pero tampoco dieron un mal concierto. Sería completamente injusto comparar esta actuación con cualquiera de las que dieran entre 1992 y 1995 (por ejemplo), de la misma manera que sería injusto olvidar donde estuvieron y donde están. En mi opinión fue, principalmente, un concierto digno, con un setlist perfecto, a excepción de su nuevo single Live to Raise, de lo peor que han compuesto los de Seattle. Cornell se mantuvo a la altura vocalmente en la mayoría de las canciones, aunque en Jesus Christ Pose sufrí un poco; Matt Cameron y Ben Shepherd estuvieron fantásticos como base rítmica y qué decir de Thayil... La pena fue que no todos los asistentes pudiésemos disfrutar de la misma calidad de sonido, en general pobre y, debido al viento, variable en función de donde estuvieses. Ahí va el setlist: Searching with my Good Eye Closed, Spoonman, Jesus Christ Pose, Gun, Blow up the Outside World, Fell on Black Days, Ugly Truth, Hunted Down, The Day I Tried to Live, My Wave, Outshined, Rusty Cage, Black Hole Sun, Live to Rise y Slave & Bulldozers, con un final un pelín disperso y Shepherd arrojando el bajo al Black Circle. 

La noche terminó para mí con la actuación de los ingleses Orange Goblin, lamentablemente me perdí Paradise Lost guardando sitio para ver a Soundgarden y para Machine Head, a parte de que se solapaban con los Goblin, ya no tenía energías. 

A Orange Goblin los conocía poco y me fui con la sensación de quiero más, suenan compactos, agresivos y fueron directos al grano, como a mi me gusta. Temas como Quincy the Pigboy, Red Tide Rising, The Fog o Blue Snow sumados a las ganas de animar al personal de Ben Ward, aplaudiendo y jaleando al personal continuamente, animaron la madrugada del viernes. 

Hasta aquí la primera jornada del festival, en breve os traeremos nuestras impresiones del sábado 26 de mayo. Lo dicho, nos encantaría que nos contaseis como lo vivisteis vosotros, así que no os cortéis. 

A continuación os dejamos algunas fotos de las actuaciones:

Kobra & The Lotus

Limp Bizkit


Kyuss Lives!


The Offspring

Soundgarden


Orange Goblin








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