
¡Anda, pero si los Gatos Locos tienen disco nuevo! Y yo casi
sin enterarme. ¡Ah!, pero si lo están presentando en directo y todo… Esto ya
hay que celebrarlo. Sí, porque siempre es un buen momento para recordar a uno
de los grupos que más escuchabas cuando eras adolescente y descubrías que el rockabilly también sonaba en los 40 Principales y que tus programas favoritos programaban la música que
efectivamente te gustaba. Luego llegaría internet, myspace, spotify y el
lema “si puedes tener toda la música
gratis, ¿para qué vas a pagar por un disco o un concierto?” y muchas de
esas canciones serían archivadas en tu memoria y en tus viejos formatos. Que se
lo digan a mis viejas casetes o a las miles de pistas grabadas en CD-R que testimonian
atentas escuchas, la única fuente de información y disfrute (tal vez por eso
más apreciada) de unos tiempos que no volverán, y espero que disculpéis la
nostalgia.
Esa es la primera palabra que me vino a la cabeza nada más
ver a Fernando Lavado, tan pequeño en envergadura como grande en
profesionalidad, a punto de sacar las baquetas y marcar el compás de ‘Brand new Cadillac’, la fabulosa versión con la que comenzaron su concierto para dejar en
entredicho a los que pensaban que estos catalanes se escoraban hacia el lado
más amable de los clásicos. Reducidos a trío y escoltado por dos hermanos que
representan a la nueva plana mayor de la cultura rocker, los jovencísimos David (contrabajo) y Santi (guitarra
Gretsch) Lluch, este pequeño gran hombre daba explicaciones, innecesarias para
algunos, sobre el larguísimo camino recorrido hasta aquí, en los albores de un
siglo XXI que poco o nada aprecia, al menos en nuestro bendito país, a los que
apuntalaron una escena luego obviada y cuya autenticidad sigue apuntalada con
su empeño por perdurar. Muchos de los presuntos rockeros de esta ciudad, cuyas
quejas en redes sociales y gritos en el limbo de la red parecen acreditarlos
para opinar, ni siquiera asomaron el pescuezo por la sala, mientras que los
pocos que allí nos reunimos, bien avenidos, nos reencontramos con el placer de
la música hecha con los mimbres justos pero precisos. Y en la barra, un disco a
la venta: ‘Canciones de bolsillo’, discretas y encantadoras, sin pretender
hacer el menor ruido pero orgullosas de incluirse en un repertorio fantástico.
Cayeron dichas canciones: ‘Quiero rock and roll’, ‘En la
autopista’, ‘Nunca son buenas las prisas’, ‘Estación pasión’ y el guiño a su
colega y penúltimo compañero de fatigas, don Carlos Segarra, en ‘Una rosa y una
cruz’. Pero las que habíamos venido a escuchar y que más echábamos de menos
eran ‘Tratos con Mephisto’, ‘Alas de plata’, ‘Laredo’ (con el eterno relato
sobre la confusión que genera el tema en la ciudad cántabra, cuando en realidad
fue escrita en honor a la fronteriza localidad mexicana), ‘Mantenlo alejado de
mí’ y ‘Cuéntame algo más de ti’, rescates obligados de la noche de los tiempos (¿felices?) y
convertidas en piedras básicas en la senda de Gatos Locos. Sudor, golpes de
contrabajo, tupés sin exceso de grasa y
baile frenético entre los militantes ante el mítico ‘Summertime blues’, mil
veces escuchado en la voz de Eddie Cochran y en la de tantos otros que saben
dónde está la esencia del rock and roll. Pero también cuando su cover más memorable, el ‘Mundo maravilloso’ de Sam Cooke que les hizo vender miles de discos (¿quién se
acuerda ya de eso?), sonó con unos excelentes riffs que encendieron la llama para ‘Prende una vela’ y otras
llamaradas de éxito pretérito (y actual también, porque a su modo y viendo la
cantidad de bolos contratados esta temporada, lo suyo sigue siendo un triunfo)
y aún anterior, porque terminar con un homenaje a The Clash y ‘Should I stay or should I go’ no es ni muchísimo menos un síntoma de agotamiento.
De vuelta a casa, colgados los pañuelos vintage y los pantalones de leopardo, los viejos zorros que se
patean los escenarios, ahora más pequeños y reconfortantes, mascullan su
satisfacción por el trabajo bien hecho. El señor Lavado y sus compinches pueden
dormir tranquilos: sus Gatos están tan Locos como siempre, y nadie les está
buscando manicomio.
Set-list:
1. Brand new Cadillac
2. Quiero rock and roll
3. Tratos con Mephisto
4. En la autopista
5. Laredo
6. Alas de plata
7. Estación pasión
8. Mantenlo alejado de mí
9. Una rosa y una cruz
10. Cuéntame algo más de ti
11. Summertime blues
12. Nunca son buenas las prisas
13. Mundo maravilloso
14. Bailarás
15. No quiero
16. Vamos a la bodega
17. Prende una vela
18. Should I stay or should I go
Más info:
http://personales.ya.com/javiermerino/
http://www.facebook.com/gatoslocosrock
http://www.facebook.com/lacomunaeagles
Texto: JJ Stone
Fotografías y vídeos: Raisa McCartney
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