Debo reconoce que siempre me ha parecido muy curioso este caso. Un programa que era visto por millones de personas y resulta que ese día... nadie lo vio, vamos que si llegas a tu clase, colegio, trabajo, o donde sea y comentas que en el programa de ayer de Sorpresa , Sorpresa ha habido un incidente alguien debería decir: "Coñe, yo lo vi y eso es mentira" pero no, amigos míos, no hubo nadie que se pronunciara sobre el hecho, al revés había gente que juraba haberlo visto con sus propios ojos. De aquí se extrae una conclusión:

La gente miente más que habla y lo hace para ocultar algo tan bonito como que no ven telebasura.

Si esto pasara en nuestros días seguramente en un programa de Telecinco presentado por Jorge Javier Vázquez las voces se alzarían para asegurar que no fue así porque ahora ver telebasura es bueno...

Al tema. Allá por los 90 Antena 3 perpetró, digo emitió, Sorpresa Sorpresa, un programa que sacaba de quicio a casi cualquiera, fans que conocían a sus ídolos, abuelas conocían a sus nietos, amigas se reencontraban,... vaya, un truñaco.

La historia dice que una de esas niñas encantadoras llegó a su casa e ignorante de que estaban grabando cogió un frasco de mermelada , untó sus partes íntimas, llamó a su perro y... bueno, todos sabemos el resto. La gracia es que su ídolo, Ricy Martin, en este caso concreto, estaba esperando en el armario cuando esta escena acontecía. Curiosa su salida del armario (no el mismo) años después.

La leyenda no es española. Ha viajado y mutado de famoso, animal de compañía y sabor de la mermelada. Por supuesto no sólo no es cierto si no que después del revuelo la cadena se vio obligada a sacar un comunicado para negarlo... ¡Increible pero cierto!