Zahara-Contraclub, Madrid.

23/08/2012.

Con el verano en pleno apogeo y cogiendo la delantera a la llegada de la época otoñal vuelvo a mi ciudad de origen, Madrid. Así que, a partir de ahora seguiré contando lo mejor que sé cómo van mis conciertos eclécticos por aquí.

El primero de ellos, desde la capital, ha sido el de la joven de Úbeda, recién asentada en Madrid también, por qué no decirlo...sí, habéis acertado, Zahara.

Llego a la sala, es pequeñita, ¿para qué nos vamos a engañar?, pero está de bote en bote. Con algo de retraso, el justo y necesario, la andaluza, bastante más tapada que en el Arenal Sound, toma el escenario, con esa naturalidad tan propia de ella. Ante el peligro sólo ella y su guitarra. ¡Feliz verano!, saluda y sin mucha más demora empieza el concierto. "Veo muchas caras conocidas, lo cual me emociona, me alegra y...me da miedo"

La joven, que lleva varios directo en Madrid a sus espaldas, confiesa que viene con la intención de ofrecer al público algo nuevo. Así que se arranca por Paloma San Basilio con una versión de Luna de miel. Pero, como hemos estado en confianza o, como ella ha definido, "en un concierto íntimo" la de Jaén se ha atrevido con el inglés y ha interpretado If love is a red dress, de Maria McKeen y una que podemos empezar a denominar "habitual" y que ya se ha convertido en una más dentro su repertorio, You´re the one that I want, de la película Grease, "Viva John Travolta", ha terminado diciendo. Una canción que poco tiene que ver con la que estamos acostumbrados a bailar, mucho más lenta pero infinitamente más sensual interpretada por Zahara y su guitarra.

Otros temas que no han faltado a la cita han sido En la habitación, Pregúntale al polvo, la historia idílica que Zahara se imaginó sobre su amiga Celia surcando los mares y que compuso bajo el título La mujer mayúscula y el mar, el tema más corto de la historia que ha terminado desencadenando su película, Leñador y la Mujer América, Camino a L.A, o la canción que venía a salvar un disco gris y de aspecto tristón y que, como Zahara ha explicado, todos la cantamos muy motivados sin darnos cuenta de que, a pesar de su animada melodía, la letra es una derrota más de las de acabar con la vida, bien sea saltando por un puente o siendo atropellado por un camión. En resumen, Mariposas, canción que la joven ha introducido diciendo: "cantemos todos juntos animados al desamor con esta preciosa canción sobre vomitar", efectivamente, un comentario 100% Zahara de los que te dan ganas de pedir que le den la oreja y que salga a hombros por la puerta grande, ¡torera!. Es una crack. Además ha pedido un fuerte aplauso para David Bisbal y nos ha invitado a todos a intentar cantar y bailar al mismo tiempo, "yo he durado un minuto y medio y estoy asfixiada y eso que me he tenido que reprimir y saltar desde aquí porque a veces lo hago entre el público pero hoy corría el riesgo de dejar tuertos a un par con la guitarra". Y, a falta de su compañero de fatigas, recordamos Lucha de gigantes.

Y, como la noche va de innovaciones, Zahara, ha sorprendido con un tema que ha empezado a sonar, o empezará a hacerlo a partir de esta semana y que podríamos decir que es algo así como la segunda parte de la canción Diciembre, ¿por qué? porque este tema habla del frío y la que empezaremos a canturrear a partir de ahora tiene un nudo y un desenlace fijado en agosto, con lo cual hablaremos de El deshielo.

Aún faltaba por llegar una última sorpresa, de las de ¡oh, Dios mío! y llevarse las manos a la cabeza...después de hora y media de voz y de dotes humorísticas esta mujer se hizo dueña y señora de la mesa del local y tomó los mandos de la misma porque Zahara lo mismo nos sirve para un roto que para un descosido.

En un momento de la noche Zahara ha afirmado "no entiendo que muchos ya me conozcáis y me sigáis queriendo" y lo que yo me pregunto es todo lo contrario, ¿es posible no hacerlo cuando alguien te conoce?.