Música negra con denominación de origen de “la terreta”. Desde la huerta más valenciana nos llegan aires de Detroit, Philadephia, New York,... sin necesidad de hacer un viaje en el tiempo y encontrarnos con los grandes de este género. Payoh (aka Sergio), Isabel, Mireia, Carlos, Dani, Gabi, Luis, Manolo, Sergio y Jaume, los 10 siervos del soul, del funk y del gospel, estarán el próximo 8 de septiembre sobre el escenario de la Sala Wah Wah de Valencia en un show especial del que ya os hablamos hace unos días junto a los locales Flea Circus. Un concierto benéfico por la reforestación de las zonas devastadas en los incendios de este fatídico verano de las zonas del Alto Palancia y Los Serranos. Calzaros vuestras mejores galas soul y vuestras “souls” más groovies para reverenciar a los cocodrilos de la escena valenciana...
Alquimia Sonora: ¡Hola chicos! Sois unos cocodrilos que no mordéis si nos acercamos, pero que sí sacáis vuestros dientes más rítmicos por este concierto benéfico. Contadnos cómo surge el proyecto y por qué decidís que la Sanford debe estar presente en esta cita.
Sanford Alligator Band: ¡Hola! Pues en realidad, no fue decisión nuestra, la organización del evento se puso en contacto con la sala Wah Wah y fue la misma sala la que les sugirió que hablasen con nosotros. Evidentemente, nos sumamos enseguida a la iniciativa.
No nos esperábamos menos de los amigos de la Wah Wah... Y, ¿qué es lo que prometéis que tendremos el 8 de septiembre sobre el escenario de esta sala de Valencia?
Pues sobre el escenario habrá un montón de músicos, un montón aún más grande de buena música y, sobre todo, tal cantidad de ganas de bailar y pasarlo bien, que seguro que se sale del escenario y se le contagia a los asistentes,... Ja, ja, ja…
¡De eso estamos seguros! Sanford Alligator Band aterriza con 10 músicos, que así de entrada no impresiona pero hay que veros sobre un escenario... Seguro que algún que otro problema habéis tenido que afrontar al estilo de aquella escena del camarote de los Hermanos Marx...
Evidentemente, ser tantos nos ha hecho pasar por situaciones que ya quisieran haber vivido los Hermanos Marx, no sólo en las actuaciones, sino también en los desplazamientos y en los ensayos. No sabríamos quedarnos con una anécdota concreta, porque en realidad es algo a lo que nos hemos más que acostumbrado desde siempre, hasta el punto en que cuando hemos podido tocar en escenarios más anchos, nos acabamos sintiendo un poco lejos unos de otros…
Padecéis una especie de Síndrome de Estocolmo escénico... Ja, ja, ja... Y a nivel compositivo y de creación, ¿hay algún choque artístico entre los 10 cocodrilos o sois capaces de cocinar la misma presa con los condimentos que cada uno aporta a la canción?
Componer no es faena fácil. La idea básica de estructura, melodía y letras de las canciones del disco están compuestas entre Sergio (voz) y Luis (guitarra), a excepción de un tema que nos regaló José Mañó (¡gracias mil, hermano!). Después, entre todos se van puliendo los detalles y arreglos de cada tema, ensayo tras ensayo y concierto tras concierto.
Sabemos que sois una formación bien avenida, pero no podemos dejar de pensar en aquella banda de Dublín que Alan Parker creó para su film “The Commitments” (1991), con las continuas peleas y choques artístico-personales... ¿Cómo os las apañáis en el día a día de la formación 10 almas tan distintas?
Pues sí que nos fijamos mucho en ellos, especialmente al principio. The Commitments y los Blues Brothers tienen mucho que ver en el germen de la banda, pero con los años nos hemos ido abriendo más, hemos ido conociendo más cosas y hemos ido evolucionando, creemos que a mejor, ¿no? Siempre habrá cosas que aprender porque hay mucho que ver y saborear por ahí, ja, ja, ja... Con respecto a lo de llevarnos bien, ¿qué os podemos decir? Somos muchos y muy distintos, así que es inevitable que surjan roces y discusiones, al fin y al cabo somos personas, ¿no? Siempre hemos tratado de que los roces y diferencias de criterio enriquezcan a la banda y a su música, sin interferir en las relaciones personales. En general nos llevamos bien y nos lo pasamos genial cuando estamos haciendo música; creemos que eso se nota desde fuera.
De hecho es algo que transmitís en vuestros directos y que, como decíais antes, contagia a todos los asistentes. El soul y el funk, reconozcámoslo, tienen mucho de “pose”. Quizás no en sus comienzos, pero sí a medida que el dramatismo y la teatralidad de algunos nombres fue creando leyenda. En la Sanford Alligator Band vestís muy rollo ska y Payoh-Sergio adopta los ademanes del frontman más carismático. ¿Fueron “normas” que adoptásteis en la formación o surgió de forma natural?
Creemos que el impacto visual es tan importante como el musical, especialmente en este estilo de música, así que procuramos no descuidarlo tampoco. Al principio íbamos de negro con la corbata blanca, a excepción de los cantantes, que también respetaban el código de colores, pero poco a poco fuimos dejando aquello, porque creíamos que nos hacía parecer más una orquesta que una banda de soul (con todo el respeto que nos merecen las orquestas, ¿eh?). Ahora tratamos de subir elegantes, cada uno dentro de su estilo, pero manteniendo esa actitud canalla de la que siempre hemos hecho un poco gala…
Soul, gospel, rithm and blues (aunque quizás menos blues que rithm), funk, rocksteady, ska, reggae,... En ese “Gimme the money” hacéis un recorrido sin complejos por las ramas de la música negra y os convertís en esos “supervillanos del soul” que aparecen en el corte “Soul villains”. ¿Por qué ser esos “bad boys” del soul?
¿Por qué no serlo? Los villanos tenemos un aura mucho más seductora y molona que los bienhechores, ¿no creéis? Ja, ja, ja...
Ja, ja, ja... Sí, desde luego son mucho más interesantes y seductores... En esa amalgama de estilos “negros” no os decantáis por uno en concreto sino que mezcláis puentes más soul con sonidos más funk o dejes más pop. El ejemplo es la mezcla ska-funk de “Self destruction”, por ejemplo. Olvidarse de los purismos propios del género y hacer con ellos lo que os da la gana es una de las máximas que encontramos en el disco.
El soul en sí mismo es ya un estilo muy amplio y que se deja mezclar con muchos tipos de música. De hecho, es habitual hablar de soul, rythm and blues, funk… No suenan igual Otis Redding que Marvin Gaye o Earth Wind And Fire. Una misma canción no la abordan de igual manera Aretha Franklin que Diana Ross y decidirse por un resultado final tiene mucho que ver con el gusto de cada uno. Nosotros no buscamos mezclar de una manera consciente. Cada miembro de la Sanford tiene unas raíces, unas influencias y una formación bien diferente y, después de tantos años, nos hemos ido influyendo unos a otros también. No buscamos escribir mezclando cosas, simplemente no podemos ocultar de dónde hemos bebido. No creemos en una policía del soul, que dicte a priori lo que se puede o no hacer. ¿Será por eso que somos unos villanos..?
Unos villanos o simplemente unos músicos con sed de buena música. La old school quizás solo asome por momentos en ese “I am not in love” o el “I try”, dos de los temas interpretados por las “lagartijas” de la banda. Pero contadnos quiénes son las “lagartijas”... que no “lagartas”...
Las lagartijas son uno de nuestros tesoros mejor guardados. No todos los días te encuentras con personas que sean guapas por fuera, por dentro y que tengan la voz y el sentimiento que ellas tienen, no sólo cuando tienen que hacer coros, sino también cuando han de ponerse al frente de la banda. Cuando llegaron, cada una en un momento distinto, simplemente encajaron a la perfección con la banda. No podemos decir nada más…
Melodías contagiosas y luminosas, como las de las mejores canciones del género como la de “I'm yours, baby”, muy Steve Wonderiana. Pero más allá de estas evidencias, ¿qué otras referencias podríamos encontrar en “Gimme the money”?
Bueno, algunas de ellas ya han salido antes en la entrevista, pero es que si nos ponemos a rascar, no acabamos, ja, ja, ja...
No os preocupéis, nos dedicaremos a rascar en profundidad otro día... Desde que cayó en nuestras manos este “Gimme the money”, tuvimos claro que nuestro tema era ese “I am not in love”. Los primeros 10 segundos ya nos marcan qué es lo que escucharemos durante los restantes 03:16... hasta llegar a un estribillo muy de las bandas femeninas de la Motown... Pero ahora “morajos” y decirnos con cuál de los 9 cortes del disco os quedáis cada uno.
Ese es el tema que nos regaló Jose Mañó. Nosotros sólo le pusimos letra y lo arreglamos… Supongo que cada uno de nosotros tiene un tema favorito, pero creo que en el público siempre ha calado mucho el tema que da nombre al disco, “Gimme The Money”.
Uh... no os decantáis por ninguno... será porque todos tienen ese groove del que no podéis prescindir... Sin duda, mucho groove y mucho de ese toque negro que hay en los temas de “Gimme the money”, vuestro primer trabajo... Ganáis la 3ª edición del Sona la Dipu junto a Marabú y Doble Sentido y editáis disco. Seamos críticos... ¿son estos concursos necesario o se valoraría más otro tipo de ayudas a las bandas?
A día de hoy, tal y como están las cosas, toda ayuda es poca para un sector tan castigado como es la música en directo. Sona La Dipu nos dio la oportunidad de tocar en directo con medios que pocas veces nos hemos encontrado, teloneando a artistas de primer nivel, al margen de gustos y estilos. También nos facilitó grabar nuestro primer trabajo serio (previamente ya habíamos grabado demos por nuestra cuenta con pocos medios y mucho mimo) y nos permitió darnos a conocer un poco más en nuestro entorno y más allá de él. Pero aún hay mucho que trabajar y muchas dificultades que salvar. Cualquier ayuda a la hora de tocar, desplazarse fuera de Valencia, grabar temas nuevos o difundir la música es de agradecer, porque a veces parece que la música es algo prescindible…
Un año antes fueron Limbotheque los que ganaron el Sona la Dipu Pop-Rock, también con una propuesta sonora que se aleja del main stream al que estamos acostumbrados... ¿Siginifica esto que sí que hay un público para otros estilos en el circuito valenciano o es solo un espejismo?
El público valenciano es muy variopinto. Creemos que hay sitio para muchos estilos y prueba de ello es la diversidad de las bandas que aparecen, claro…
Ya que estamos, hablemos de la escena valenciana. De repente llega la Sanford, con 10 músicos sobre el escenario y cambia por completo el concepto al que estamos más acostumbrados en la escena musical de la ciudad. ¿Cómo veis la actual situación de la música valenciana?
Honestamente, con la cantidad de músicos que hay en Valencia, parece mentira que no haya más movimiento y que cueste tanto salir fuera. Hay muchas cosas interesantes, pero parece que Valencia no termina nunca de despegar como enclave musical del país, al igual que lo son Madrid y Barcelona, por ejemplo…
Y ante esto, no podemos dejar de lado el cómo afectará a las bandas la subida del IVA en la industria de la música... Porque pese a que la gente necesita divertirse y olvidar los momentos actuales por un par de horas, es cierto que los más perjudicados serán, para variar, los músicos. ¿Cómo afrontáis el futuro de la Sanford Alligator Band ante estas “medidas”?
Pues como todo el mundo. Nos apretamos el cinturón nos calzamos las botas y a seguir hacia delante, no vamos a tirar la toalla ahora… Pero si notan el apretón los grupos consolidados, imagina cómo lo notaremos las bandas emergentes, y más siendo tantos músicos. “Malos tiempos para la lírica”, que rezaban Golpes Bajos hace ya muchos años. Seguiremos tratando de hacer lo que nos pide el cuerpo mientras podamos… En fin, que cuando todo parece ir mal,... in soul we trust ;)
Con ese optimismo, dejemos a un lado dramas y problemas y centrémonos en la música... España no ha sido muy de música negra cuando ésta plagaba las listas de éxitos de los '60 y '70 (éramos más de “chicas ye-yé”, más correctos) y es cierto que estamos años luz de Francia, Alemania o UK en lo que a tradición soulera se refiere, pero parece que el soul revive en bandas como The Pepper Pots o The Excitements. ¿Hay esperanza para la música negra en nuestras fronteras?
Investiguemos un poco más y cotorremos como viejas vecinas qué es lo que os acompaña en vuestros iPod... ¿Cuáles son esos temas clásicos que no podéis dejar atrás en vuestras escuchas?
¡Ja, ja, ja...! Si nos preguntas eso, cada uno te saldrá con algo distinto y variado. Tenemos en nuestras filas ávidos consumidores de jazz, soul, funk, reggae, hard rock, punk, metal, música clásica… Todo vale si te mueve el corazón. Y si además te mueve alguna otra parte del cuerpo, ¡mejor que mejor..!
No seamos mal pensados... ¿Cuál sería la playlist ideal para una noche perfecta?
Depende de si queremos marcarnos unos bailes en la disco o el pub de marras o si preferimos marcárnoslos en privado, ja, ja, ja...
Sí, entonces debimos pensar mal antes... Ja, ja, ja... Y volviendo a la música actual, ¿qué bandas os han sorprendido últimamente y recomendaríais a todos los alquimistas?
Si nos ceñimos un poco al estilo afín a la Sanford, recomendamos que pretéis atención a Freedonia, que acaban de publicar trabajo nuevo desde Madrid. Y en Valencia, no hay que perder de vista lo que acaban de sacar los chicos de Lemon y tampoco hay que perder de vista a los Funky Frankles, que están empezando y prometen dar mucha guerra…
Muchas gracias, “supervillanos del soul”, por concedernos unos minutos y dejarnos parte de lo que la Sanford Alligator Band es... un pedazo de groove... El próximo 8 de septiembre estarán junto a Flea Circus en la Sala Wah Wah de Valencia en ese bolo benéfico por la reforestación del Alto Palancia y de los Serranos. Y allí estaremos con ellos. Mientras tanto, os dejamos con el “In soul we trust” que es más que una canción...
Sanford Alligator Band: "In soul we trust"
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