La trayectoria de Steven Munar, un humilde pero inquieto
músico británico que encontró refugio en el sol, el mar y la riqueza biológica
(para hacer canciones eso también es importante) de los parajes mallorquines, y
desde la década de los 90 ha dedicado su esfuerzo y talento a grabar con
diversas bandas, de las que The Tea Servants puede que sea la de más
trascendencia. Unos años después, este superviviente nato se traslada a
Barcelona para vivir desde su particular remanso los avatares de la industria y
revisitar sus composiciones con la complicidad de una banda que, una vez más,
ha obrado el milagro (tal vez de ahà su nombre): un disco llamado 'Break the rules!' que consigue refrescarnos la memoria
histórica del rock en unas cuantos temas compuestos sin prisa pero sin pausa, cualidades
que se reflejan en esta reveladora entrevista.
Alquimia Sonora: Después de tanto
tiempo en esto, la fórmula tradicional del songwriter
continúa sin agotarse. Y en tu caso casi podrÃamos decir que incluso se
perfecciona. ¿Es duro mantener el tipo siendo fiel a tus principios musicales?
Steven Munar: Como todo en la vida hay sus
subidas y bajadas, sus idas y venidas. A veces es difÃcil saber qué dirección
tomar, pero luego todo, como por arte de magia, se pone y te pone en su sitio.
Hay que ser fiel a uno mismo y a tus principios, lo demás viene solo.
AS:El folk y el jazz son géneros que han dado canciones e historias maravillosas a
la historia de la música. ¿Cuánto de hay de ellos en las canciones de Steven
Munar?
SM: Desde luego el folk
europeo y americano son de mis grandes
influencias, pero si echas un vistazo a mi carrera verás que hay referencias de
todo tipo. No me considero para nada un purista. Mi acercamiento al jazz es algo más reciente y no muy
consciente, del jazz me gusta cómo
tocan los músicos, las dinámicas, el volumen, la interacción.
AS: Un músico de tan
largo recorrido como tú, que desde finales de los ochenta lleva intentando
dejar su huella con diversas bandas y proyectos en nuestro paÃs, ¿cómo afronta
cada nueva grabación: con la misma ilusión de antaño o con los pies en el suelo
respecto a la manera contemporánea de escuchar (y sobre todo de bajar) discos o
canciones aisladas?
SM: La verdad es que cada
grabación siempre supone una gran ilusión, y ver acabadas las canciones una
gran satisfacción. No suelo pensar, cuando estoy metido en el ajo, cómo se
puede promocionar o las posibilidades comerciales del disco, eso es algo que
viene mucho después. Hoy por hoy la forma de escuchar música ha revolucionado
el medio, prima más la cantidad que la calidad, lo rápido que lo sutil... Pero
sigue habiendo mucha gente dispuesta a saborear las cosas, a ellos van
dirigidos mis discos.
AS: Escuchando este y tu
anterior álbum, ‘The language of the birds’, parece que la música americana es
una de las que más poso te ha dejado. Sin embargo, en ‘Break the rules’ hay
sonoridades más mediterráneas.
SM: A lo largo de mi carrera han
habido diferentes estilos e influencias destacadas, pero es cierto que en mis
últimos trabajos, sobre todo en ‘The language of the birds’, el folk americano ha sido una gran
referencia, pero siempre en todas mis etapas he intentado dar mi punto de
vista, mi enfoque personal. Soy demasiado inquieto para anclarme en un estilo y
como bien apuntas, en ‘Break the rules’ hay también influencias mediterráneas, blues, algo de jazz…
AS: ¿Te han dicho muchas
veces lo de que tu voz recuerda muchas veces a la de Leonard Cohen?
SM: Leonard Cohen es uno de los
artistas que más admiro, por su profundidad e integridad y su búsqueda de la
verdad, y es cierto que en mi último trabajo hay en algunos temas su huella,
sobre todo a la hora de interpretar los versos.
AS: Un álbum sin trucos digitales, con todos los músicos grabando en directo en el estudio… ¿Una forma de preservar la autenticidad?
AS: Un álbum sin trucos digitales, con todos los músicos grabando en directo en el estudio… ¿Una forma de preservar la autenticidad?
SM: Ya ‘The language of the
birds’ fue grabado de esta manera en el Red Bell Studio de Marc Tena. Como ya
te he comentado, soy un enamorado de las dinámicas y de la interacción entre
músicos, y eso sólo se puede preservar tocando juntos. De la otra manera sÃ, es
perfecto, pero no es natural, no es fluido, y si no es fluido es forzado.
También me gusta mucho el sonido de los amplis antiguos y el sonido analógico,
me gusta lo orgánico.
AS: La gente de La
Produktiva Records parece competente y, sobre todo, educada en un buen gusto
musical. ¿Encontraste en este sello la coherencia artÃstica y el respaldo que
andabas buscando?
SM: La verdad es que La
Produktiva es un conjunto de muy buena gente, con muchas ganas y amor por la
música. Su capo, Nando Caballero, es una gran persona que da lo mejor de sÃ, y eso, hoy por hoy,
vale un mundo.
AS: The Tea Servants, una
de tus bandas anteriores, es uno de esos ejemplos de bandas que al pasar de los
años hace que nos preguntemos por qué tuvo tan mala suerte. Canciones habÃa
para haber llegado mucho más lejos, desde luego, y yo aún escucho aquella
maravillosa ‘I wanna be J. J. Johanson’.
SM: Hoy por hoy estoy medido en
la remasterización y reedición de nuestro segundo disco para Grabaciones en el
Mar, ‘Police looking after thieves’ (1996). Un disco que nos puso en el
panorama indie del momento, no yendo
para nada con la corriente de entonces, y que fue muy mimado por la crÃtica
pero que es un gran desconocido para el público en general. Fue nuestra etapa
más extravagante, con influencia de Captain Beefheart, Soft Boys, Talking
Heads... Hacerle justicia, al menos a nivel de mejora sonora ya me alegra. Aún
hay tiempo para que algunas canciones de nuestro repertorio sean más conocidas,
yo no creo ni en casualidades ni en la suerte.
AS: The Miracle Band es
el grupo que te acompaña, donde pareces haber encontrado al fin la horma de tu
zapato. Lo compone gente que lleva colaborando contigo bastante tiempo y en
quien confÃas plenamente incluso a la hora de coescribir algún tema.
SM: La Miracle Band son un grupo
de grandes músicos y amigos que han ido entrando y saliendo desde la disolución
de The Tea Servants. Es una banda abierta, es decir, en un momento determinado
alguien puede salir y en otro volver, dependiendo de las circunstancias. Con
músicos como Marc Tena y Miguel Pérez llevo colaborando desde hace muchos años
y hay una gran familiaridad. Pero actualmente hay una nueva encarnación de The
Miracle Band, con nuevos fichajes y amigos (Juliane Heinemman a la guitarra y
David López al bajo). Pero eso ya es para el nuevo disco.
AS: ¿Cómo se cocinan
estas canciones tan sinceras, tan intimistas? Si dijéramos que eres un artesano
musical, no nos equivocarÃamos demasiado.
SM: Las canciones siempre
surgen, en mi caso, de la necesidad de expresar algo profundo, algo que está
muy dentro... A nivel personal estoy más cómodo en el tú a tú que en grandes
reuniones y eso, supongo, se traslada a las canciones. A la hora de acabar los
temas me fascinan los pequeños detalles, los que terminan enamorando sin
agrandes alardes. En ese sentido, y en mi gusto por las clásicos y las raÃces,
hace que el término “artesano” pueda, de alguna manera, encajar conmigo.
AS: Cuidas mucho los
arreglos, los pequeños detalles, en especial la percusión, que en temas como
‘Took a train’, por ejemplo, consigue darle una tremenda profundidad.
SM: Cierto, yo creo que en otra
vida he sido baterÃa o percusionista, son instrumentos que me encantan y
siempre les doy una gran importancia.
También es de justicia reivindicar el gran trabajo que hizo Llorenç Roca a la
baterÃa, tremendo.
AS: En otras ocasiones, y
me refiero a ‘All kings on Earth’ o ‘Together’, hay un toque fronterizo, mucho
más próximo a la cultura americana y a las bandas de los 70.
SM: Mis influencias son
variopintas, y la década de los 70 y la música americana son ejemplo de ellas.
Actualmente, en mis nuevas composiciones, estoy alejándome de esas referencias.
Hay que reinventarse constantemente.
AS: Con el tÃtulo invitas
a romper las reglas, pero de forma concienciada y teniendo todos los resortes
de la supuesta revolución bien ajustados. ¿Se puede ser subversivo con sólo
componer un buen puñado de canciones?
SM: SÃ, el tÃtulo y varias de
las canciones de mis últimos tres discos son una llamada a la revolución y a la
evolución ética, moral, espiritual... Para ser subversivo no sólo hay que
cantarlo, me vienen a la cabeza innumerables mitos musicales de nuestra cultura
que han intentando provocar un cambio de conciencia con sus canciones, pero por
otro lado sus acciones y su vida les contradicen continuamente. Por sus dichos
y sus actos les conoceréis.
AS: Al vivir en
Barcelona, una ciudad mucho más cosmopolita que tu isla natal, las posiblidades
para tocar y dar impulso a tu carrera habrán aumentado, ¿o no?
SM: Desde luego no es lo mismo
estar en una ciudad importante como Barcelona que en una pequeña isla, pero la
verdad es que actualmente esa diferencia es mucho menor que en el pasado, hoy
con todo el tema de la globalidad, internet, etc., ya no importa tanto.
AS: ¿Cómo trasladas tanta
intensidad al directo? El oficio cuenta, pero supongo que no es fácil llegar a
crear el ambiente adecuado para que el público disfrute estas canciones en las
condiciones adecuadas.
SM: Buena pregunta. Cada situación es diferente, cada público es
diferente. La clave está en concentrarte lo máximo en lo tuyo, en sentirlo y
disfrutarlo y saber hacer frente a las posibles adversidades (un mal sonido, un
público no tan predispuesto...) y en la medida de lo posible hacerlo tu aliado.
No siempre se consigue, pero ahà está el
reto.
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1 Comentarios
Parece que el chaval se portó bien, la entrevista es bastante buena. Este es otro de los ejemplos de cantantes que "siguen la tradición" del folk y el jazz y se preocupa por mantenerlos vivos.
ResponderEliminarGracias por la entrevista, JJ.
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