Cat Power – Sun (Matador Records, 2012)

Cat Power – Sun (Matador Records, 2012)

Por fin tenemos lo nuevo de Cat Power. Un respiro de alivio no solo porque haya llegado el momento de poder escucharlo, sino porque ha conseguido hilar un trabajo que no decepciona pese a los cambios sonoros que incluye. ¿Más luminoso? ¿Menos dramático? ¿Más mainstream? ¿Menos Poweriano?... Nada de eso. Cat Power sigue despegando por momentos fragmentos de vísceras en algunos de sus cortes, eso sí, bañados por un toque tecnológico diferente al que nos tenía acostumbrados.

6 años después de que editara “The Greatest” (Matador Records, 2006), su último trabajo con material nuevo (posteriormente llegó “Jukebox”), llega ahora “Sun”. Una espera que siempre genera suspicacias... ¿habrá roto con su propio legado? ¿Habrá sucumbido a sus problemas personales? Pero quizás porque somos unos “Poweristas” de pro, confiábamos en que todo eso, todo lo vivido, sabría adaptarlo en su nuevo trabajo. Y no podría ser de otra forma.

Experimentación en algunos cortes a base de sintetizadores y momentos psicodélicos que poco tendrían que ver con esa Cat Power más folk y blues convertida en la reina del indie melancólico americano. Pero Chan Marshall, ella misma, ha cogido las riendas de esta nueva etapa produciendo, tocando cada instrumento y registrando cada una de las voces y coros en su estudio de Malibú. A su lado, Philipe Zdar para mezclar y terminar de lucir los cortes. Un “renacer”, como ella misma lo concibe, no solo con la música, sino con su propia imagen, como en la propia portada del disco... Un cambio que algunos seguidores criticarán por no ceñirse a su estilo anterior (adorando ese “Sea of Love”), a ese que conquistó almas y momentos musicales emocionales, pero que otros destacarán por esa ruptura que implica. Y nosotros nos situamos en ese segundo grupo.

Y es que romper con el propio encasillamiento que un autor realiza sobre su propia obra no es fácil. Debe saltarse sus normas, sus vivencias y su forma de comprender la expresión de su música y encontrar nuevas vías en las que viajar. Cat Power sigue siendo la Cat Power de siempre jugando a ponerse vestidos más rítmicos y “modernos”. Un trabajo que también llega en vinilo con una edición especial que incluye dos temas que no están en “Sun” en un formato de 7”.

La apertura de “Sun” no podría ser otra que “Cherokee”, un tema que comparte remezcla con Nicolas Jaar y que ya nos adentra en esa ruptura que Chan Marshall propone desde el “Jukebox” de 2008. Auto-tune cono vestido de gala y sintetizadores y distorsiones que colman su esperado regreso. Algo que también estaba presente en aquel adelanto que hace meses pudimos escuchar, el corte que da nombre al disco, “Sun”.

Un trabajo que solo se transmuta en comercial en lo que a la forma se refiere, a la apariencia que toma con esos elementos que casi no reconozcamos en su primera capa a la Cat que siempre hemos adorado y alabado. Pero si pensamos eso nos equivocaremos. La viscerelidad de la de Georgia continúa presente en sus letras y el la emoción que destila cada uno de sus cortes más allá de sintes o bases rítmicas pegajosas como la de “Ruin”.

Y es que la trayectoria de Cat Power viene marcada por su devenir personal y sus problemas con el alcohol, como ese “3, 6, 9” que dicen compuso tras una resaca de órdago. Una especie de mantra numérico en el que canta “...3, 6, 7 you drink wine money on your back you feel just fine...” y acaba con un contundente “...Free, free everything you ever wanted, fuck me...”. Así que si aún creíais que la Power se había amanerado y tranquilizado, queda claro que no. Sin duda, uno de los grandes temas de “Sun” (a nosotros nos sobra ese auto-tune que también incluye).

“Always on my own” de despega de esa tendencia que hay durante todo el trabajo y se evade por derroteros más experimentales y “Real Life” quizás sea la más floja del disco musicalmente hablando ya que, como os hemos comentado, a nivel compositivo “Sun” nos sigue fascinando y devolviendo a las emociones que siempre hemos encontrado en sus LP. “Human Being” llega a cotas de dramatismo y momentos épicos a cámara lenta marcados por esa declaración de intenciones, esa convicción de sentirse un ser humano a medida que la canción va resolviéndose.

En mayúsculas destacamos el “Manhattan”, sin duda uno de los cortes más exquisitos de “Sun” y del que desde estas líneas no nos hemos podido despegar desde su primera escucha y que podría prolongarse, como las notas del piano que acompañan el tema, hasta el infinito.

En “Silent Machine” se enfunda de momentos más contundentes y rock, marcando el camino y autodeterminándose con fragmentos como “...if there was a relogious figure in my age, it don't count to have buttercup eyes...”. Un tema en el que llega a romperse a mitad con un cambio de concepto sonoro y que vuelve a encontrar ese paso firme que emprende con el corte.

Pero llegamos a las “palabras mayores” del disco. “Nothing but time” se convierte en la pieza titánica de “Sun”. Casi 11 minutos de canción que comparte con Iggy Pop y en los que podemos ver algunas imágenes muy a lo Primal Scream en cuanto a un sonido psicodélico de base. Otro de los temas hipnóticos que nos manejan a su gusto y que nos permiten seguir confiando en el universo de Cat Power.

El trabajo se cierra con “Peace and Love”, quizás de los cortes más flojos del disco, pero en todo caso, cualquier cosa que llegar tras ese “Nothing but time” siempre iba a quedar ensombrecido por su aire arrebatador. Versos menos líricos pero igual de sangrantes Un cierre con el que acabamos el recorrido por “Sun” a base de “na-na-na-na” nada amables... No vamos a valorar el trabajo con puntuaciones insulsas, pero sí diremos que consigue emocionar de una forma no convencional.

Os dejamos con “Ruin”, uno de los primeros cortes que nos llegaron de “Sun” y con sus próximos conciertos que, a no ser que os pille al otro lado del Atlántico, de momento será difícil que podamos verla por aquí cerca.