Jeff Hershey and The Heartbeats – Sala El Loco. Valencia 27-09-12

Jeff Hershey and The Heartbeats – Sala El Loco. Valencia 27-09-12

Lo que debe ser habitual al salir de los conciertos de Jeff Hershey y los suyos es abandonar el local del bolo con unas tremendas ganas encima de dos cosas: seguir arrancándonos a tiras el mono de soul que ya teníamos y, la no menos importante, ir a por nuestra pareja y demostrarle que sí, el soul llama al sexo. Así que después de esta introducción, ¿os queda claro que fue lo que sucedió sobre el escenario de la Sala El Loco de Valencia?... Para los más despistados haremos un flashback… rewind y volvemos a entrar al show…

“Es una pena que la gira pase por aquí a final de mes...” escuchábamos antes de entrar a la sala. Sin duda hacían referencia a la poca afluencia de gente que había a las puertas. Pero la espera propició que el show comenzara con un aforo aceptable que poco a poco se fue desvelando como devoto y entregado a la doctrina del soul postulado por los 6 músicos.

No es un secreto que tras estas líneas albergamos una inclinación sonora hacia el soul y sus ramificaciones pre y post musicales, por lo que perderse la oportunidad de ver una de las propuestas mayúsculas del soul actual sería casi un insulto. Más allá de nombres rutilantes con peinados engominados, Jeff Heshey and The Heartbeats aterrizaban en la ciudad con algo más que actitud. Y ese “algo más” es lo que encendió la mecha desde el primer tema (cantado) de su setlist, un “Knock you down” que buscaba eso mismo, knockearnos a base de ritmo.

Un repaso por su impecable trabajo editado, “Soul Music Vol.1” con temas como “Way back home”, “Honesty Road”, “Good times”, “Wearin' me out” o “Don't come around” que sonaban a las canciones de siempre y tampoco resultarían extrañas a esos neo-Hershey adictos en la sala. Acertados en sus propios temas pero con ases bajo sus acordes que se materializarían en las versiones que incluyeron en su repertorio.

Jeff se la juega pero se sabe vencedor. Se arriesga a mezclar su legado más hardcore y punk con la amabilidad del soul. Así es como aparecieron “I love living in the city”, customizada en esta ocasión con el nombre de la ciudad (The Meatmen) o “Some kinda hate” (The Misfits), haciendo estallar estilos por los aires. Pero no fueron los únicos covers de la noche. “Hold on I'm coming”, “I got loaded” (Peppermint Harris) o “Twistin' the nitght away” (Sam Cooke) marcaban el tradicionalismo del soul más puro. Y entre medias, 3 mini-joyas instrumentales: “Misirlou” y la sintonía de “The Munsters” todo muy surf, y “Sleepwalk”. Hershey deja la voz y se enfunda la guitarra con correa de pinchos al más puro estilo Dez Cadena.

Divertido, enérgico y supervitaminado, puede decirse li-te-ral-men-te que Hershey sudó la camiseta. Un frontman en toda regla, como los de antes y como los que ya no se suelen ver... Quizás sobrara en el setlist el “Sexual Healing” de Marving Gaye (pese a nuestro devotismo por Mr. Gaye), pero en ella Jeff sacó su lado más teatral, al modo de las “viejas divas” masculinas del soul. Sin las exageraciones “Jamesbrownianas” pero con la intensidad de la propia canción. ¿Sexo? Venga va, una dosis de un trago y sin respirar.

Junto a Jeff, unos Heartbeats supremos que convirtieron cada uno de los temas en aquellas piezas clásicas salidas de los estudios de la Motown. Unos “funk brothers” de California entre los que encontrábamos a Joe Baugh (guitarra), Tony Cicero (batería), Sam Bolle (bajo) y Ashley Jarmack y Kyle O’Donell (metales). Una banda no tan numerosa como la que podríamos esperar en una formación de este tipo, pero que sin duda cubre con creces las “imposiciones” estilísticas del soul. Y es que no es necesario llenar el escenario con gente cuando lo que se consigue es movilizar la sala y conseguir que el público acabe saltando y bailando la versión del “Shout” de los Isley Brothers. Típica, esperabilisísisisima pero efectiva como ella sola para pegar la patada “Hershey” y extasiar a todos.

Seamos sinceros: Hershey sabe por dónde llevar su show y cómo hacer que nadie se duerma con las fantasías de vestimentas sesenteras, y perfecciones varias. Esta es una propuesta más sucia, más terrenal, lejos de todas esas bandas que han ido surgiendo por aquí y por allá (más lo segundo que lo primero) y coquetean con el soul. Más efectista, más hipnótica y más visceral. Y ya lo decíamos hace unas semanas: el soul debe empujarnos por la espalda y lanzarnos sin contemplaciones. Además, es cierto que la baza de la banda es el directo. Si el disco tiene un acabado exquisito, su puesta en escena demuestra el cómo se han trabajado el escenario.

Y no, si os lo preguntáis, no llegamos a casa a desfogar nuestra excitación sonoro-sexual al ritmo del inicio de “Way back home” (pese al “Sexual healing”), pero sí salimos con la sensación que compartimos todos los asistentes: la de haber compartido la energía del soul en una dosis pequeña… Vitoria, Santiago de Compostela y Madrid son las tres próximas ciudades por las que Jeff y los suyos volverán a revolver entrañas rítmicas en lo que queda de semana. De momento os dejamos con el “Another day without you” que se marcaron a mitad del setlist. Y que el soul os acompañe...