The Jayhawks – Sala Apolo. Barcelona, 25/09/2012. 

Los Jayhawks no son precisamente unos desconocidos en los escenarios españoles, de hecho nos habían visitado en varias ocasiones tanto como The Jayhawks como con los proyectos paralelos de sus cabecillas, Gary Louris y Mark Olson. Sin embargo, esta ocasión era especial, Mark Olson volvía a casa después de muchos años separados y, eso, junto con la incorporación de Karen Grotberg, significaba que íbamos a poder ver en acción a la formación que había grabado ese maravilloso Tomorrow The Green Grass en 1995. La cita era obligada vamos. 

Gary Louris, Mark Olson, Marc Perlman, Tim O'Reagan y Karen Grotberg aparecían sobre el escenario de Apolo puntuales, ante una sala algo menos llena de lo esperado, y Louris arrancaba entonando aquello de come to Wichita / Won't be there in forty days / this is an evil land / brings a devil's cloud... primer subidón nada más empezar, nada más y nada menos que la preciosa Wichita incluida en su álbum de 1992 Hollywood Town Hall. Y a partir de aquí, un viaje de una hora y media por algunos de los mejores temas del rock americano de los 90. 

El objetivo de la gira, a parte de la celebración que supone la reunión de la formación original, era la presentación en España de su nuevo trabajo, Mockinbird Time, publicado el pasado 2011, y si la presencia de Olson y Grotberg suponía el principal pro de la gira, que en el setlist hubiesen demasiados temas de Mockingbird Time era el contra. No me entendáis mal, el último álbum de los Jayhawks no es malo y su sonido está ahí, pero quizás es demasiado lineal, le falta un poquito de vida y sus temas no llegan a la altura de sus clásicos. Esto se corroboró completamente en el directo, donde canciones como Tiny Arrows o She Walks in So Many Ways desaparecieron bajo el peso de himnos como la mencionada Wichita, Blue, Two Angels, I'd Run Away, Smile, Waiting for the Sun, Miss Williams' Guitar, Tampa to Tulsa, cantada por Tim O'Reagan quien hizo gala de una voz de lo más peculiar, Angelyne o la final Bad Time. Así pues, finalmente, aunque si incluyeron bastantes canciones nuevas, la sensación que quedaba era la de haber disfrutado de un setlist de hits, uno tras otro. 

Por lo que respecta a la puesta en escena, hay que empezar diciendo que no esperaba grandes alardes ni fuegos artificiales. The Jayhawks siempre han sido una banda visualmente muy sobria, muy de miradas entre sus miembros, de sonrisas discretas, pero quizás en ésta ocasión se hubiese agradecido un poquito más de calor. Aún así, el hecho de poder disfrutar de semejantes clásicos una vez más inclina el balance del concierto hacía lo positivo. 

Al final de la crónica encontraréis un vídeo de uno de los momentos del concierto, la interpretación que hicieron de la gran I'd Run Away de Tomorrow the Green Grass.