Pero ESTRENO, ESTRENO, con mayúsculas. Que no estamos hablando sólo de que se estrenase en nuestro país, lo que ya de por sí es importante, sino que es el estreno del musical en Europa. ¡Por fin hemos sido los primeros en algo! (Luego está lo del tema de los Ninis, que también somos los primeros pero no es para celebrarlo. Ejem).
La pasada noche del 30 de octubre y por cortesía de mi buen amigo (y zombi) Fernando Samper y de Laura Peláez, encargada de prensa del musical, nos plantamos en el estreno oficial dispuestos a pasarlo de miedo en Kinépolis Madrid en el evento del año.
Sí, también están los de "Macabaret" pero ellos ya han terminado, así que no hay problema de que se pisen en cartelera.
La propuesta, como ya hablamos en su día en Alquimia Sonora, está basada en la película "Posesión Infernal" de Sam Raimi e incluye litros de sangre, canciones, mucho humor y guiños de todo tipo bien hacia el propio director de la trilogía original bien hacía filmes más patrios como Torrente. Y es que, aunque no os lo creáis, hasta Santiago Segura tiene un cameo reservado en este musical (No-Premio para el primer lector que sepa reconocerlo).
Yo soy muy dado al humor negro, al humor absurdo, por ello el encontrarme con unos personajes totalmente exagerados en sus estereotipos ochenteros (Shelly, la rubia "cortita"; Linda, la novia eterna que aún reserva su virginidad para una noche especial; Scott el amigo graciosete y vacilón; y el propio Ash, tan "yerno" perfecto que más de una madre quisiera para sus hijas, y amado protector de su hermana Cheryll a la que da vida Elsa Álvaro de manera magistral, de los mejores personajes), al encontrarme con todos ellos, decía, he disfrutado como un loco.
Esa forma de hablar tan de doblaje forzado, esos exageradísimos gritos de desesperación de Ash, mano en la frente, cuando alguno de sus amigos se transforma en zombi, ese sarcasmo hacia los tópicos de las películas de terror ("¡vayámonos todos a una solitaria cabaña en mitad del bosque en la noche completamente incomunicados sin decirle a nadie nuestro paradero! ¿Qué podría pasar?"), esa forma de romper la cuarta pared y empatizar con el público con algunos gags... ¡Por no hablar del momento en que rompen la cuarta pared "de verdad" y se desmadran los zombies entre las butacas de los espectadores!
El que se resuelva el musical en un decorado único, la cabaña, y el resto esté hecho con mucha sorna (cuando pasean por el bosque, los árboles son 3 de los actores con un disfraz ridículo que caminan hacia los lados para dar efecto de "movimiento"), le da más agilidad a la obra y no se nos hace pesada con posibles cambios de escenografía que ralenticen la acción.
Los trucos, al ser un musical, digamos, paródico, se deben tomar como lo que son: nada de grandes efectos especiales que deslumbren y nos dejen con la boca abierta, si no más bien cabezas y manos de goma (iba a escribir "miembros" pero, tal y como está el patio con "50 Sombras de Grey", prefiero no menearlo más) que nos hagan reir de tan exagerados que se noten. Y sangre, mucha sangre. INCISO. Genial ese primer "objeto pringante" que lanzan al público, no digo más. FIN INCISO.
Las 5 primeras filas de butacas de la sala 18 de Kinépolis Madrid, nada más entrar, las ves forradas en plástico de arriba a abajo sin que les falte un centímetro, por lo tanto, sus ocupantes hacen acto de presencia en la sala de la misma forma, embutidos en chubasqueros y con las ropas más viejas que han podido encontrar en sus armarios. Frente, y esto es a nivel personal, otras críticas que han podido hacer en diversos medios de que estaría bien que la sangre que vierten al público fuese desde el principio, yo no me muestro del todo de acuerdo. El que compra entradas para la Splatter Zone (o Zona de Salpicaduras) lo hace sabiendo lo que se va a encontrar y, por lo tanto, el hacerles esperar hasta el final del segundo acto (hay un descanso de 15 minutos) para ponerlos chorreando de arriba a abajo, me parece bien planeado ya que así les creas espectativas durante las casi 2 horas que dura el montaje y lo acaban recibiendo con más ganas.
Por otro lado, ya centrado en los actores, las voces son de escándalo acompañadas por una orquesta en directo dirigida por César Belda. Empastan de maravilla en todos los temas (el dueto Ash/Linda, por ejemplo, o "Por Fin", cantada por nuestro protagonista con coro de zombies) y los personajes nuevos (en la "peli" original eran sólo cinco), geniales.
En el reparto que tuvimos la suerte de ver, Sara Pérez, dando vida a la hija del profesor que descubre el libro de los muertos, el Necronomicon, lo borda y su abnegado marido Ed, que no termina una sóla frase que sale de su boca ya que ella le quita la palabra el 100% de las veces, es de los más divertidos reconociendo delante de todos que es un segundón haga lo que haga. A destacar, en este trío de personajes creados ex profeso para la ocasión, el papel de Jake y su canción central, que me dejó de piedra con el vozarrón de Javier Navares. Y los agudos de Puyol, que a más de uno sorprenderá cuando le aleje por completo del recuerdo que de él tenga si lo seguían en "UPA" o similares (no fue mi caso, lo siento Pablo).
En resumen, que aún no sé qué hacéis aquí sentados leyendo en vez de plantaros en Kinépolis y disfrutar del musical más original, divertido, sangriento y gamberro de la temporada. Y barato, muy barato.
3 Comentarios
Santiago Segura pone la voz al Dr. que habla en la cinta del magnetofón. ¿Dónde puedo recoger mi no-premio? :D
ResponderEliminarA mí la obra me entretuvo sí, pero creo que le falta algo más de presupuesto para llegar a divertir de verdad.
Muy buena crítica, pero perdona que te corrija en un dato: los personajes adicionales no son inventados, sino que pertenecen a la secuela de "posesión infernal", "terroríficamente muertos". El guión es una mezcla de las dos películas (y tiene el final de la tercera, "el ejército de las tinieblas"). El musical es genial, id a verlo!!!!!!!
ResponderEliminarOuch!! Fallo, fallo... yo sólo he visto la primera y "El Ejército de las Tinieblas", así que minipunto para ti con lo de los personajes "Anónimo 2".
ResponderEliminar"Anónimo 1", la respuesta es... es... ... ¡COOOORRECTA! No-premio para ti. Y, según tengo entendido por mis amistades, el tema del presupuesto con el musical ha sido tan complicado que todos, actores incluídos, son productores en mayor o menor medida porque les costaba el encontrar financiación. Una pena que proyectos tan originales no se apoyen porque, aunque entiendo que la postura de un productor siempre va a ser puramente por rentabilidad económica, deberían involucrarse más por satisfacción personal como, por ejemplo en este caso, ser los pioneros en traer a Europa un proyecto tan arriesgado como este.
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