Entrevista a Pájaro: "A lo largo de los años me di cuenta de que estuve con un verdadero genio"

Otro de esos encuentros que te alegran todo un fin de semana. Esta vez en el cielo, no sólo por el nombre de guerra de Andrés Herrera, un músico como los que ya casi no se encuentran por estos lares, sino porque el fantasma de Silvio Fernández Melgarejo, su eterno jefe, el aristócrata frustrado de mala vida y etílico rastro que un día lo eligió como compinche a las seis cuerdas, planea como una sombra a lo largo de toda la charla. A medida que vamos descubriendo que hablamos con alguien que conoció a Camarón, que ha grabado y girado con Pata Negra y Triana y que formó parte del equipo que dio forma a un disco único y todavía hoy venerado como ‘Veneno’, en el que comenzó su fraternidad con Kiko y otros estandartes del rock sevillano y universal, aumentan la admiración y la complicidad ante sus palabras y su talante accesible, tan de la calle, tan liviano y profundo a la vez. ‘Santa Leone’, el disco que le traía a la capital del califato andaluz, nos sirvió de excusa para sentarnos a conversar. La Sala Ambigú Axerquía,a la que agradecemos las facilidades, fue una vez más testigo del momento.

Alquimia Sonora: No es la primera vez que visitas Córdoba, ¿verdad? Creo que ya estuviste por aquí en otras ocasiones.

Pájaro: La he visitado pero con otra gente. Las primeras veces que vine creo que fue con Kiko Veneno hace ya mucho tiempo, y no sé si he estado también con un grupo… ¿cómo se llamaba? Eran de las tres mil viviendas, los Cherokees no, no me acuerdo del nombre ahora mismo pero toqué una vez con ellos. La verdad es que no es la primera vez que toco en Córdoba, también he estado tocando con la última formación de Triana, ayudándole al Tele, y no es una de las plazas a las que más veces haya venido.

AS: Un músico con tu bagaje, que ha tocado con Triana y con infinidad de bandas, y ahí está tu historia con Kiko Veneno o con Pata Negra, tendrá muchas experiencias que contar.

Pájaro: Pues mira, nunca conseguí tocar con Rafael y Raimundo juntos, siempre que yo tocaba en Pata Negra era porque faltaba alguno de ellos. Hubo una época en que Raimundo se fue con Kiko y Rafalillo montó su historia solo con Juanjo Pizarro y fue cuando yo entré, después de Juanjo Pizarro entré yo y me pegué como ocho o diez años tocando con Rafael Amador. Ha sido una de las experiencias musicales más importantes que he tenido y una de las que más he aprendido a nivel de guitarra. Con Raimundo he coincidido pero ya con Kiko.

AS: Y de cada uno aprendes algo distinto, porque cada uno tiene su propio estilo, su impronta, aunque estén unidas de algún modo. Y por eso creo que podemos hablar sin duda, igual que existe una escena granadina por ejemplo, de esa marca que es por derecho propio el rock sevillano, ¿no?

Pájaro: Es que hay un rock sevillano, y además todo esto viene porque tenemos muy cerca las bases americanas, y en su momento en Sevilla no había tiendas de guitarras eléctricas, solo de guitarras flamencas y españolas. Todo esto viene porque la base de Morón y la de Rota las tenemos muy cerquita y ya en los sesenta había rock and roll en Sevilla con bandas como los Smash y toda esta gente que hacían sus chanchullos para consegurirse sus guitarritas, así que no hay mal que por bien no venga.

AS: De ahí nació también la creatividad y el talento del gran Silvio, que ya imaginarás que es pregunta obligada para alguien que ha trabajado tanto tiempo codo a codo con él. ¿Era tan genial como se cree?

Pájaro: Yo siempre lo de Silvio lo dejo para el final. Si yo me he sentido guitarrista de alguien ha sido con Silvio, y la verdad es que teníamos una relación muy especial porque no éramos mucho de hablar él y yo, éramos más de tocar y lo bueno es que no nos contábamos historias ni batallitas. Por ejemplo, conmigo lo que quería era mi guitarra y mi voz, porque a él le gustaba que yo le cantara por Elvis Presley, era un honor total, lo que pasa es que yo tenía veintitrés años y no me estaba dando cuenta de lo que me estaba pasando realmente ni de con quién estaba. Ha sido a lo largo de los años cuando me he dado cuenta de que he estado con un verdadero genio del que he aprendido un montón, del que sigo aprendiendo y además todavía me sigue sorprendiendo, porque después de estar con tanta gente tan profesional se puede decir que el menos indicado para dar ejemplo era Silvio, por su manera de vivir y por su manera de ser, y sin embargo es del que más he aprendido.

AS: Además, tras ver varios documentales sobre su vida y recordar su total anarquía en directo y en el estudio, yo creo que ni él mismo era consciente de hasta dónde pudo llegar. Puede que de haber vivido de otra manera hoy fuera el número uno absoluto.

Pájaro: Para mí lo es, lo ha sido y lo es. Su tono de voz me enamoró con diecisiete años cuando lo escuché por primera vez. Yo tengo un cuñado que era el que me traía la música a casa, como yo era pequeño pues toda la música que llegaba a casa la traía un cuñado que tenía, y con él conocí a Veneno, por ejemplo. Recuerdo que cuando escuché por primera vez ‘Al este del edén’ me quedé totalmente colgado con la voz, con el compás y la manera de cantar usando un inglés inventado, pero fue alucinante. Es más, en dos semanas me sabía el disco entero, y esa fue otra historia que me pasó. Otra hermana que yo tengo montó un bar que era donde paraba Silvio por las noches, estaba enfrente del Flash, que era la zona de rock and roll de Sevilla de los años ochenta, y mi hermana me llamó para que le echara una mano en el bar, yo me lo pasaba estupendamente. Uno de los clientes era Silvio, a mí me lo presentaron y lo reconocí por la voz, le dije “usted es Silvio”. Y habían dejado una guitarra los Pata Negra unos días antes, por no pagar las copas dejaron la guitarra y dijeron “ya volveremos a pagar”. La guitarra se quedó allí para toda la vida, lo que se bebieron valía mucho más que la guitarra, te lo digo yo, y me la quedé y le toqué a Silvio el repertorio. Tenía diecisiete años o por ahí y me dijo Silvio: “Pájaro, usted será mi guitarrista”… Bueno, yo me lo tomé a broma, pero a los seis años o así ya era su guitarrista y lo fui hasta el final, yo dejé a Silvio en el año noventa y tres porque empecé con el Pive Amador, que éramos más o menos los que estábamos siempre con lo que era Sacramento, junto a Miguel Suárez y Juanjo, pero ellos también eran mercenarios y decidimos en ese punto dejar a Silvio porque ya no era su momento, estaba más malito y ahí se deberían haber planteado otras cosas. Luego ya vinieron los Diplomáticos, porque Silvio era culillo de mal asiento.

AS: Al margen de todo ese trabajo, has tenido y tienes tus propios proyectos. ¿Dónde quedó, por ejemplo, el de Brigada Ligera?

Pájaro: Pues Brigada Ligera se puede decir que fue la segunda banda oficial que yo tuve en Sevilla y además con la misma cantante, que era Ángeles Gómez, que ahora es una cantante de jazz. El primer grupo que tuve se llamaba Los Hermanos Pérez, y luego hicimos Brigada Ligera con la misma formación que llevaba Silvio, fue cuando yo conocí a Pive y nos propuso formar la banda. La verdad es que no fue un proyecto que muriera, sino que simplemente cuando empezamos a grabar los discos de Sacramento con Silvio ya no teníamos tanto tiempo como para mantenerla, se puede decir que ya no podíamos seguir en misa y repicando y hubo que sacrificar esa banda.

AS: Te queda el recuerdo de ese primer encuentro con Pive Amador, cuya amistad has conservado hasta nuestros días porque en ‘Santa Leone’ es parte fundamental de varias canciones, junto al propio Kiko. Está hasta Dogo, el de Los Mercenarios.

Pájaro: La verdad es que sí. Tampoco me puedo olvidar de Gecko Turner que me ha echado una muy buena mano, pero la de Pive es una amistad que conservo de toda la vida y además sigue siendo consejero espiritual como yo le llamo, es un muy buen amigo que me da muy buenos consejos y además me ayuda con las canciones. Por cierto, ya estamos preparando el segundo disco y pienso contar con él.

AS: ¿Ha tocado en algún concierto contigo? En el de Sevilla hace unos días seguro que fue una ocasión especial para hacerlo.

Pájaro: Claro que estuvo, y además se emocionó y todo. A Pive le ha emocionado mucho este disco y le ha gustado mucho que yo sacara adelante un poco mi vida porque siempre he sido un mercenario y siempre he estado tocando con todo el mundo, cosa que ha estado muy bien hasta cierto momento en el que si quieres seguir tu camino tienes que hacer tu música. Llega ya un momento en que te estás regalando de alguna manera, porque realmente lo he hecho con buenos amigos, pero ya necesitas sacar tu propia música. He trabajado con el equipo adecuado, con Raúl Fernández y Paco Lamato, y así ha salido este disco como ha salido.

AS: Ha salido cojonudo, porque escuchar esa corneta entre las guitarras fronterizas a lo Sergio Leone o junto a acordes de música surf hacen que este disco sea único en su sonido.

Pájaro: Si te digo la verdad, hemos hecho el disco no quiero decir con facilidad porque todo cuesta un trabajo, pero prácticamente hemos tirado un poco del recuerdo de mi vida musical, porque como me he criado en cines con mi padre, que era proyectista, pues llevo toda la vida escuchando un montón de sonidos y prácticamente a mí cuándo me preguntan “¿tú qué eres?” respondo “yo soy músico”. También soy rockero, por supuesto, pero ante todo músico, porque creo que se pueden hacer muchas más cosas, el rock and roll es muy amplio pero hay mucha música, mucha fusión y muchas cosas por hacer todavía. Lo que no hay que tener es miedo ni prejuicios a la hora de componer canciones y a la hora de hacer música, yo creo que hay pensar en la canción más que en otra cosa y no pensar en la camisa que llevas puesta, si es de un color u otro, porque a mí eso me da igual, hoy me voy a poner la verde y mañana la “colorá”.

AS: De todo tiene que haber en este mundo, ¿no crees?

Pájaro: Sí, hay gente que son rockeros rockeros, y yo creo que nosotros vamos un poquito más allá del rock and roll, nos gustan más estilos, entonces no nos vamos a cortar a la hora de hacer las canciones.

AS: No sólo en el escenario y en el sonido del disco en sí, sino que si nos paramos a leer las letras, encontramos incluso un poema de San Juan de la Cruz al que le poneis música: ‘Las criaturas’.

Pájaro: Sí, sí, esa es la que hice a medias con Pive. Yo creo que hay que escarbar, y ya te digo que hay mucho por descubrir todavía y autores antiguos que por qué no se pueden conjugar con la música de estos tiempos. Se puede decir que no es que esté haciendo algo nuevo, pero sí algo diferente.

AS: Ya que nos has comentado que tienes un disco ya pensado, adelántanos algo de lo próximo. ¿Por dónde va a piar el Pájaro?

Pájaro: Te voy a decir la verdad: Este disco va a empezar en el Vesubio, que es el monte este que hay en Nápoles, o mejor dicho, desde el mar Mediterráneo hasta el Mississippi, pasando por todos sus destinos, incluyendo Nueva Orleans. Si tú sales de Roma y desembarcas en el río Mississippi por ejemplo, el paseo es largo. No hay que ir directamente, puedes empezar por abajo y terminar por arriba, en América, porque realmente la música sudamericana también está dentro de lo que yo he escuchado.

AS: Y la música italiana también es muy importante, para ti sobre todo, ya desde los tiempos de Silvio, porque la tarantela y todo este tipo de música de los cincuenta te ha influido mucho.

Pájaro: Por supuesto, y en eso tiene mucho que ver el cine también, porque desde chico lo has mamado, tío. Renato Carosone, Celentano… todas estas cosas desde chiquitito las has estado escuchando y se nota.

AS: ¡Qué grande era Celentano y qué poco se le ha escuchado aquí en España! Lamentablemente, pocos músicos lo citan y lo reconocen como influencia.

Pájaro: Bueno, la verdad es que a Celentano lo conoce quien tiene que conocerlo. Si te fijas bien, la mayoría de gente con la que trato conoce a Celentano. Evidentemente hay otro tipo de gente que escucha otra música y que se preocupa un poco menos de esta porque la desconoce o lo que sea, que esa es la pena, porque se están perdiendo tela de cosas, ¿no? Hay un montón de cantantes italianos de los que además han bebido muchos cantantes en España. Si te vas a Valencia y a la zona esa donde estaban los Nino Bravo y ese tipo de cantantes, a esa gente la ha bañado el mediterráneo y de ahí sale buena música. O el gran Bruno Lomas, que ahí está también. La cultura antigua al final se nota, todo lo que ha pasado en los siglos anteriores se tiene que notar un poquito en lo que estamos haciendo ahora.

AS: Como colofón y apunte final para los que disfruten alguno de tus conciertos: ¿Cómo afrontas esta gira sabiendo que no es fácil llevar el sonido de ‘Santa Leone’ al escenario?

Pájaro: Ha sido más difícil llevarlo económicamente que artísticamente, porque nos lo están poniendo bastante complicado ahora. Nosotros no es que estemos aquí por amor al arte pero sí que necesitamos que ‘Santa Leone’ se escuche, que Pájaro se escuche, y no sé, esta gira nos la estamos tomando como gira promocional , hemos estado en las ciudades más importantes del país: dos veces en el Monkey Week, donde dimos el primer concierto como grupo, en el Territorios Sevilla, en el Nocturama… Hemos tocado en bastantes sitios, la verdad es que me tengo que dar con un canto en los dientes y tengo ganas de dar las gracias a quien sea porque no hemos parado de tocar desde que sacamos el disco.

AS: Y que siga así por mucho tiempo, Pájaro. Muchísimas gracias.

Pájaro: Y que siga, yo espero que sí. Gracias a ti, querido amigo.

         

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