Pajarita – El Tornillo. Valencia, 15 – 12 – 12

Pajarita – El Tornillo. Valencia, 15 – 12 – 12

Después del triste retraso (que no cancelación, rogamos) del (muy) esperado, al menos por mi, concierto conjunto que Pajarita y Clara Andrés iban a compartir en el Café-Pub El Volander, Pajarita se sacaba de la manga un nuevo directo al día siguiente en El Tornillo. Por desgracia, el público no respondió como debería, y apenas éramos una docena de personas (pero bien avenidos), algo que suele ocurrir, increíblemente, casi cada vez que El Tornillo pretende convertirse en un digno (algo falto de luz, eso sí) local de acústicos de última hora de la tarde (inenarrable aquel día de presentación del Madrid Popfest, hace unos meses, cuando, a pesar de reunir a Llum y a Zipper, la congregación no llegó ni a la escasa cantidad de ayer... aunque también hay que recordar que aquélla fue una de las noches más frías de los últimos años).

Mala suerte, de todas formas, para los que no vinieron, porque Pajarita ofreció un maravilloso concierto, lleno de humor y buen rollo, y en el que ni siquiera llegó a cobrar el precio de la entrada prevista. Aderezada con una pluma en su frente, Pajarita (seudónimo de Norah Alexandra Vega), además de dar muestras continuas de su encanto y simpatía natural, de su forma de involucrar y llevar al público (a los que después se pasó media hora saludando uno a uno) a su terreno, como actriz (y seguro que de las buenas) que es, descubrió que es capaz de elaborar, a ritmo de ukelele, un repertorio mucho más largo, completo y profundo del que presenta en su primer y maravilloso lp, “Animals”, repleto de canciones cortas, pero que se te acaban pegando a la piel. No sólo tocó casi la totalidad de ese disco y de su posterior ep “Freedom For The Birds”, sino que presentó alguna cosilla de su próxima obra ("Freedom For The Animals", se llamará, y será una fusión entre sus dos trabajos previos) e hizo un par de versiones: de Patsy Cline (“Walkin' After Midnight”), que dedicó a las canciones country que su madre le ponía los domingos mientras limpiaban juntas la casa, y un popurrí en el que entraron el “Let It Be” de The Beatles (grupo al que homenajeó ya con la letra de su primera canción) y el “No Woman No Cry” de Bob Marley, culminando ambas en una entrañable despedida casi flamenca. Aunque, déjenme decirlo, porque lo hizo cuando casi nadie había llegado, mi cover favorita fue la del “Sea Of Love” de Phil Phillips, una de esas canciones más hermosas que la vida, que tocó para unos cuantos junto a la barra, en voz baja, mientras la música del pub sonaba a toda castaña y ocultaba demasiado esa bonita versión que estaría muy bien ver incluida, como una más, entre el resto del listado de canciones de Pajarita.

Aprovechando que después acudí al show de Josh Rouse en la Sala Matisse, situada en la misma calle que El Tornillo, el de Pajarita también podría considerarse como un pequeño storyteller. Totalmente cómoda en su butaca, en un pequeño rincón del bar (justo bajo el dibujo proyectado de un ovni a punto de abducir, y junto a un maletín repleto de bonitas camisetas y demás merchandising “autoproducido”), Norah se explayó hablando de sus canciones, dejando ver a las claras su propia subjetividad reflejada en ellas, y confirmándose como una verdadera, personal y adorable cantautora, capaz de dedicarnos una canción, People On Danger, a todos aquellos que se molestan (vale, nos molestamos, poniéndome en plan egocéntrico) en acudir a un concierto indie. Pajarita es el paradigma de lo indie, y además, yendo más allá de la mera etiqueta, es de las buenas. Incluyánse entre esa gente en peligro la próxima vez y comprenderán por qué lo digo.

Más info:
http://www.eltornillo.com/

Pajarita - "Hit The Rope"
Pajarita - "Willy Fogg"
                                                                    Pajarita - "Clouds"

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