Dúo Caifás - “Jesucristo Superstar”. Deluxe
Pop Club. Valencia, 29 – 3 – 2013
Gilberto Aubán,
más conocido como Gilbertástico, se puso la camiseta de la
demoníaca Posesión infernal, y entrecruzó los brazos para
formar una cruz, más parecida, realmente, a las que se utilizan para
matar vampiros que a las católicas. A su lado, Antonio José
Iglesias, miembro de Dwomo, con una batería
sospechosamente infantil y una especie de kipá en la cabeza, con su
barba ya habitualmente sanedrina. La persona que me acompañaba ayer
habló del autodenominado Dúo Caifás como una combinación
mística, y ésa, desde luego, era la consideración más apropiada
que se pudo encontrar (ale, me ahorro parte del trabajo de buscar
definiciones: ¡gracias!), porque de lo que se trataba anoche era de
homenajear/ rememorar Jesucristo Superstar, el famoso musical
de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice, algo que los mismos
“personajes” ya habían acometido el año anterior durante las
mismas fechas de la Semana Santa.
Era una noche en el
Deluxe Pop Club tremendamente indicada para la broma, la
carcajada, la mofa y la gamberrada, para que el padre de uno de los
artistas pidiera un cubata, para que Antonio José Iglesias
interpretara los personajes rocambolescos de Jesucristo Superstar
de una forma muy particular (¡menudos Herodes y Pilatos
que se cascó!), con gestos, poses y tonos de voz que ni los
intérpretes de comedia más veteranos (“si queréis saber
realmente cómo va la historia, os podéis leer la Biblia”),
para mentar las posibilidades de Teddy Bautista (que hizo de
Judas en una adaptación teatral anterior) de pegarle un
golpetazo económico a los implicados en la actuación, sólo
salvados “por intervención divina”, para comentar las páginas
amarillistas de los Papiros del Corazón, para publicar en el
cartel afirmando que la entrada al concierto costaba tres denarios de
plata,... Un sinfin de ocurrencias, a cual más malvada, naïf,
inconveniente, salvaje y (des)acertada. La vida de Brian es un
título que sonó entre las intervenciones del público (encantado,
apasionado, divertido con lo que había montado en el escenario).
Exacto, era algo así.
Pero no se crean que,
ante el humor del show, la música era una tontería dispuesta para
que la disfruten cuatro borrachos, cinco amigos y dos que pasaban por
allí sólo para pasárselo bien. En este caso se podría decir que
el humor es un asunto muy serio. La ejecución musical fue
maravillosa, portentosa, de creatividad inacabable por parte de dos
genios que hacen, valga la redundancia, genialidades, y, encima, se
lo pasan bien haciéndolo, disfrutan de la complicidad entregada y
arrebatada del público, que, al final, verdaderamente se marcharon
en paz, la paz de espíritu que da la buena música y un rato
estupendo en la mejor compañía.
Esta tarde y mañana por
la tarde hay dos nuevas oportunidades para disfrutar de este
espectáculo (porque no hay otra palabra mejor para definirlo): hoy a
las 8 de la tarde (faltan minutos, ¡a correr!) en el Swann Club,
y mañana, a la misma hora, en el Café Museu. ¿La próxima
Semana Santa habrá más Dúo Caifás? Roguemos al Señor...
Más info:
Dúo Caifás - "Realmente extraño" + "Todo estará en paz"
Dúo Caifás - "Templo"
0 Comentarios
¡Comparte tu opinión!
Esperamos tu comentario