Festival de Grupos Emergentes Bandness en la Sala
Matisse: La hora del té + Erich Zann + Noah Histeria – Sala
Matisse. Valencia, 14 – 3 – 2013
Bandness será una
web con miles de usuarios y de bandas registradas, y en Erasmus
participarán otros tantos estudiantes en masa, pero, ayer, a primera
hora de la noche, media hora después de la apertura de puertas,
supongo que debió saltar la señal de alarma, ya que, en esos
momentos, el único público asistente era yo, en completa soledad y
con las camareras tras la barra aburridas como ostras. Una especie de
salón fantasma donde tenía pinta de que se iba a celebrar un
concierto privado, como dijo uno de los miembros de La hora del té
cuando llegó. Es lo malo de los Erasmus y de los usuarios de
páginas de internet (en el evento en Facebook te ahorrabas un
euro en el precio de la entrada, y la gente se estaba apuntando por
decenas... como si comprometerse significara algo en su vida...): que
la fiesta es segura, pero no siempre en el lugar previsto o debido. Y
si encima se programa durante las puñeteras Fallas, el
fracaso podría haber sido tremendamente doloroso.
Quizás la palabra
empacho sea discutible, porque el siguiente grupo era como un
monumento al egocentrismo y la arrogancia, y, a pesar de ello, nunca
se tuvo bastante: actuación inconmensurable y llena de energía la
de Erich Zann. Si el
tópico dice que después de la tormenta siempre llega la calma, se
demostró que después de la calma también llega siempre la tormenta
(al menos, así pensamos los pesimistas, o, como nos gusta llamarnos,
realistas y experimentados). La extroversión grunge de la banda
valenciana llega con una apoteosis que nos acaba dejando extenuados y
destrozados, deseando más. Si lo piensas a posteriori, vale, quizás
su música sea algo repetitiva, pero es que durante su actuación no
te da tiempo a desarrollar ni un sólo pensamiento (“rock
megalítico para oídos primarios”, es como Erich Zann se
autodefine perfectamente): el cantante ya se ha subido a la batería,
se ha tirado entre el público, nos ha lanzado copias de su último disco (el segundo, por ahora, Nights Of Delightful Distorsion,
aunque ya está preparando el tercero: una ópera-rock) desde el
escenario como bombas de racimo, ha cantado acostado en el suelo una
docena de veces, y ha dejado, definitivamente, el listón de la noche
tan alto que ya es difícil de igualar.
Ya se está convirtiendo
en una “costumbre”, disfrutable en verdad para todos, el que Noah Histeria se rodee de grupos excepcionales que van directos a la
línea de flotación (las dos bandas ya mencionadas anoche; o
Dezervers -que no The Dirt Tracks, que me parecen
bastante inferiores- durante el Indievision Sounds de hace un
par de meses). Y es que Noah Histeria no es un mal grupo, todo
lo contrario: es estupendo, y con bastante personalidad, que ya es algo valorable. Pero su
música necesita de una escucha algo más pausada, tensada, que las
trizas que dejan a su paso los otros grupos que les suelen acompañar:
no es lenta, ni mucho menos, sino entrecortada y cambiante, en
ocasiones (Ignorar, por ejemplo) jadeante, que no extenuante,
de canciones largas y sinuosas, con arranques ruidosos y con parones
que desencajan. Ayer, en la Matisse, dieron el mejor concierto
que les haya visto (bueno, el mejor de los dos en los que he estado,
para qué mentir), concretando un rato excelente y demostrando que
son una banda a tener en cuenta en el futuro, tan emergente como las
dos anteriores, que es de lo que se trataba ayer (ey, que ayer el
título del triple concierto era ése: Festival de Bandas
Emergentes): de, a pesar de todas las coñas que hubo anoche
sobre los tópicos indies, emerger en su panorama.
Más info:
La hora del té
Erich Zann
Noah Histeria
La hora del té - "Love"
Erich Zann - "It's A Masquerade"
Erich Zann- Knocked Down By Love
Noah Histeria - "El don"
Noah Histeria - "Ignorar"
Me temo que alguien debería estudiarse un poco a gente como GGAllin, Stiv Bators, Bon Scott, o incluso Jhonny Rotten... puede que NO seamos precisamente una banda de indie tímido y taimado... y de hecho nos encanta la crónica en serio! Pero no creo que adjetivos como "monumento al egocentrismo y la arrogancia" se correspondan con la realidad ni su definición en el diccionario, ni creo que ayuden para nada a una banda emergente como Erich Zann... gracias por la crónica!
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