Nick Garrie + Llum. Loco Club. Valencia, 7 – 3 –
2013
Ayer, gracias a HurrahMúsica, contemplamos un raro espectáculo en El Loco Club.
Raro por su condición de concierto de tarde acústico, con otro
concierto posterior para el que ya estaba preparado todo el arsenal
instrumental, en un escenario que no suele ofrecer cosas así. Raro
por su cantidad de público, apenas una quincena de personas, todos
sintiendo que nos estaban dando una especie de directo privado,
exclusivo, una especie de Live In The Living, como lo definió
Llum (aunque lo que nos planteó Garrie se acercaba
mucho más a un Storyteller). El escenario del Loco
parecería demasiado grande y panorámico para dos hombres solos,
cada uno por separado en su turno. Pero tanto Llum como Nick Garrie no tardaron en llenarlo.
Precediendo a Nick Garrie, es muy difícil, aunque parezca un contrasentido, no
quedarse atrás. Sin embargo, Llum (seudónimo de Jesús
Sáez, batería del grupo Polar) lo consiguió, sin
ocultarse tras el sol del inglés. Aquél ya nos avisó durante su
actuación: su música, cuando saliéramos de la sala, ya nos
pertenecería, aposentada en nosotros con la comodidad de las sillas
en las que nos pudimos colocar (jamás había visto sillas dispuestas
en El Loco Club). Y nos la llevamos, no sólo sus canciones
más conocidas (una vertiente que se está repitiendo últimamente
mucho es la de que, cuando hay un concierto en petit comité, los
músicos aprovechan para huir de las canciones, ya muy rodadas,
cantadas y tocadas, que presentan de su último disco), sino las
otras, las más provechosas: una bella versión de Tom Waits
(San Diego Serenade) o un monumental vals, Eixos moments
aquelles nits, un descubrimiento tristemente alegre, por alguien
que, como Llum, dice ser incapaz de remediar el "defecto" de no reír en el momento
justo después de haber llorado, reventado de emoción y rebosante de
sonrisa en medio del dolor: el crooner-rockero, contrario a los
artistas atormentados, pero incapaz de no serlo por momentos, que se
quitó su perpetua boina y dejó ver que no lleva tupé, como Elvis
o como Vincent, sino una poderosa calva.
Frente a la necesidad de Llum de tocar canciones distintas, Nick Garrie se
presentó con toda una batería de clásicos que no parecen cansarle.
La sensación que tengo siempre que veo a Garrie en directo
(aunque esta vez le vi, precisamente, un poco más cansado y
ralentizado que en ocasiones anteriores) es la de presenciar una
clase maestra , no tanto de música como de afrontamiento, calma y
esperanza respecto a la vida: “quiero contar mi vida en canciones”,
dijo... Eso es lo que hacen los grandes artistas, ¿no?. Un hombre
sabio, melancólico, crepuscular no tanto por la edad, sino porque
parece haberse instalado perpetuamente en los ocasos como forma de
subsistencia y supervivencia desde que empezó su carrera, una
auténtica rueda de la fortuna, hace más de 40 años, siempre
desolado, siempre enamorado, siempre dando un paso adelante frente al
vino y las rosas que van quedando atrás, arrastradas por la marea de
las espumosas horas, con los días y la vida que se van, como el
arte, por un extraño puente Mirabeau, sobre las aguas
tranquilas de un inevitable Sena. Y las únicas palabras
cantadas en español incluidas en una de las letras de las canciones
que tocó ayer nos lo recuerdan, hurgando en la herida con amor: “no
volverán jamás, no volverán”. Un tío que, antes y después del
concierto, camina solo entre la gente, como sin rumbo, torpe y
brusco, sin hablar con nadie, pero no por divismo ni por carácter
uraño, sino por encontrarse a si mismo quizás sólo encima del
escenario, capaz de soltar chistes privados y burlones. Más sonrisas
en medio del dolor, de las hojas caídas como bombas.
Cuando acabó el
concierto de ambos (después de la divertida anécdota de NickGarrie, volviendo al escenario forzado para tocar cinco canciones
más, comentando “lo siento, creía que se había acabado: olvidaba
tocar mi nuevo single”), su música ya nos pertenecía. Ya estaba
en nuestra nostalgia, no con tormento, sino con bohemia, aposentada
como una silla en la comisura de nuestros labios, marcada la sonrisa
de un tiempo atrás.
Más info:
Llum
Nick Garrie
Nick Garrie - "Deeper Tones Of Blue"
Nick Garrie - "Can I Stay With You"
Nick Garrie - "Love In My Eyes"
Llum - "San Diego Serenade"
Llum - "All The Spanish Cooks"
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