Personal Life – Morning Light. Expansion Records, 2013 

Por mucho que lo intentemos desde nuestras tierras, no hay nada que hacer cuando nos enfrentamos a bandas que llevan el soul interiorizado en la propia sangre, y menos aún (no queremos desanimar, pero es así) cuando además se bañan en las aguas de jazz más estilizado y se sustentan en el funk más enérgico. Esto es lo que nos presentan los londinenses Personal Life con su primer trabajo editado, “Morning Light” (Expansion Records, 2013). Un disco que roza la exquisitez sin miramientos y que transmite un buen rollo artístico que imaginamos llevarán a los escenarios. 

Una big band en toda regla, agarráos: Stuart Lisbie (voz) junto a Robert Strauss (bajo) como los responsables de este colectivo musical, y acompañándoles, Nathan Allen (batería), Xantone Blacq (teclado), Max Grunhard (saxo), Scott Baylis (trompeta), Anselmo Netto (percusión), Anna Croad (violin), Alex Barnes (cello) y Frida Touray (coros). Un puñado de músicos de los que el flow y el groove bebe directamente, y no al revés. Algunos de los componentes de la banda además fueron músicos que acompañaron a Amy Winehouse, así que podemos hacernos una idea de la calidad artística de la formación. 

Buen rollo, 10 cortes bailables de inicio a fin, y un toque casi indefinible que torna este tracklist en una master class de estilo y de personalidad. Si bien es cierto que su frontman, Stuart Lisbie, consigue desmarcarse de cualquier comparación con las grandes voces del soul de antaño. Nada que ver con un Marvin Gaye, o con un Smokey Robinson. Sin la actitud de los divos del soul ni ese egocentrismo que encontraríamos en nombres como Lionel Richie, Lisbie factura cada uno de los temas sin la exageración o el dramatismo propio de aquellas grandes figuras. Y sobretodo, disfrutando en cada interpretación y llevándolas hasta ese punto en el que todas las melodías acaban enganchándonos al groove sin poder hacer nada para evitarlo. 

“Classic Lady” es el primer tema que nos encontramos al desenfundar el groove del cd. Un marcadísimo beat en el que la orquestación va cobrando cuerpo con una base clásica de funk en la que los metales y el teclado lo inundan todo de jazz y la bass line se convierte en el eco soul del tema. Una feria en la que 

Con tempo más lento, “Distance can be sweet” dibuja un paisaje urbano, nocturno y lleno de matices y texturas sonoras. No en vano la producción de este “Morning Light” tiene un trasfondo de exquisitez y delicadeza que prácticamente no hemos escuchado en los últimos discos con tintes similares que han podido llegar hasta nuestros oídos. Con una fórmula que repiten en algunos de los cortes, Personal Life consigue espacios envolventes con estribillos que se convierten en mantras e inundan a quien los escucha. En este caso, el “...Come back, come back into my life. Can we find the rythm that we had, can we find that loving ain't so sad...”. Uno de esos ejercicios de catarsis que llega al público como un disparo certero. 

También en medio tiempo un “I remember” más instalado en aquel pop tocado de jazz que sonaba en los '80-'90, pero con una limpieza sonora que destaca sobre aquel r'b'r que era el sky line del soul que llegaba a aquellas décadas. Destacar los cantos de sirena del coro que acompañan en el estribillo y que consiguen hacer lo mismo que en aquellas historias de la mitología griega, atrapar a los marineros, en este caso nosotros, y turbarles, hipnotizarles.

“It is what it is” es quizás el tema para compartir en un baile cuerpo a cuerpo, el golpe final para terminar de aturdid en una posible conquista romántica... y no os damos más pistas... Todo el trabajo está rociado por ese halo que el neo soul o el jazz han tenido siempre, por la supremacía de la elegancia ante cualquier otro componente, renunciando a elementos que quizás sean más efectivos por lo que a lo comercial se refiere, pero que no necesitan en este proyecto. 

“Give into de night” pone de relieve la cuidada producción que hay detrás de “Morning Light”, una de esas producciones que no destacan por sus estridencias, por las evidencias o por un despliegue de “poderío”. Sin embargo completa, sibilina, y seductora. Riffs de guitarra funk y de nuevo la tesitura vocal de Stuart Lisbie encontrándose con el estribillo a base de falsete “...Give into the night time, and forget what's on your mind...”. Con atención a la percusión latina que aparece de repente y que nos devuelve un rápido reflejo de Tito Puente... 

Tras la percusión de este tema, los violines y la incorporación del sonido de a cuíca brasileña en algunos momentos de “Bring it back” (Anselmo Netto, el percusionista, brasileño, ha trabajado junto a Gilberto Gil) otro de los grandes momentos de este disco. Incidir en la importancia que tiene la colorimetría musical en todos los temas, la gran variedad de matices que consiguen transmitir sin pretender incidir en el virtuosismo de sus músicos. Y en ese punto está uno de los aciertos del proyecto. 

El corte que da título al trabajo sigue en la línea del optimismo sonoro y de las letras luminosas “...This morning you gave me the best of you, good morning you showed me the rest of you...”, como en “One step closer” o en uno de los “must” del disco, “Rainy day in London (a rainy day in Monterey)”, con ese inicio a golpe de hammond y un tema basado en el tema de Joe Sample. La City como el paisaje que evoca este corte, aunque tal vez una ciudad que no casaría mucho con ese estilo tan americano que se percibe en sus composiciones. Pero sí, Personal Life son londinenses y nos invitan a pasear por esta ciudad cambiando el tempo y acelerándolo en una orgía sonora en la que no podemos más que dejarnos llevar. Tornado groove. 

Cerrando el trabajo, “There's a time for everything” termina de matizar ese aire optimista del que os estamos hablando. “...Oooh... something magic in the air, something magic over there...”. Sonrisa final y desintoxicación durante 45 minutos de nuestro día a día y de la intoxicación a la que estamos sometidos. La música de estos londinenses como masaje emocional. 

Elegante y sensual, “Morning Light” es un chute de elegancia, de humildad sonora, algo que la banda intenta explicar: “Creemos en un movimiento de música real, manufacturada para que dure siempre. Que refleje los sonidos y valores de la gente durante ese período inspirador, honesto y espiritualmente elevado en la historia de la música popular”. La única intención de la formación es lograr llegar a la elegancia sofisticada que emanan a través de las emociones y de lo que cada músico puede transmitir. Y con esos elementos, quizás un tanto conceptuales, cocinan este “Morning Light” y lo sirven templado para todos los públicos y edades. Nada de elitismos pero tampoco de populismos. Consiguen que los parámetros más “estirados” del jazz se disuelvan en las líneas más populares del soul y se condimenten con los contornos rítmicos del funk. 

El disco lleva en la calle apenas mes y medio, y deja claras cuáles son sus intenciones llegando al nº1 de la Soul Chart inglesa. Uno de los trabajos más elegantes y compactos de soul-funk que hemos podido escuchar este 2013. 

 “Morning Light” puede adquirirse en modo de descarga digital a través de la web Tokyo Danw Records a un precio de 8 € y en formato físico, también desde esta página, o desde Expansion Records (el vinilo y la descarga a 24€ y el CD y la descarga a 12 €). Vamos, que más fácil no os lo podemos poner para que entréis en el universo Personal Life y os dejéis guiar por la doctrina de este colectivo. Y aunque verles en directo parece que promete, de momento nos conformaremos con ver en vídeo cómo se lo montan en el escenario Personal Life.

 
Personal Life: ”Morning Light” (Jazz Re:Freshed, London 2013)