Lanuca
presentó su último EP, "Gran Mandíbula" en la pasada edición del
Aperitiver organizado por Verlanga en Tulsa Café ante un aforo completo y
agotando existencias, tanto de su último trabajo como de su álbum de debut
"Pómulo". La excelente acogida del público remató una gran tarde para
la original cantautora valenciana.
Tras Lanuca se esconde la carismática
personalidad de Ángela Bonet, artista plástica, escritora (atentos a los textos
de su blog) y cantautora valenciana que se acompaña en sus directos por Manolo
Bertrán, que aunque no necesita presentación, recordaremos que es el guitarra y
cantante de Doctor Divago. Ángela se estrenó hace un par de años con un cd que
recogía seis temas y cosechó excelentes críticas por parte de la prensa y gran
acogida por parte del público. Enseguida se corrió la voz de esa chica que
tocaba con Manolo el de los Divago que tenía un estilo muy personal. Su paso
por el Troglogló no pasó desapercibido y junto a su primer álbum,
"Pómulo", se convirtieron en excelentes tarjetas de presentación de
las posibilidades de la artista.
Dos años después, Ángela volvía al
estudio para registrar otra media docena de temas, de nuevo en compañía de
Manolo. Grabado en "El Sótano", estudio de Dani Cardona quien
colaboró con la batería y percusiones, contó también con la colaboración de Ana
Santos (Ártico, Nube 9) al sintetizador. "Gran Mandíbula" seguía las
directrices marcadas por su primer trabajo, confirmando la gran labor vocal de
Ángela, así como la originalidad de su propuesta dentro del panorama musical
local. La austeridad y sencillez con que presenta sus canciones y el personal
sello que les imprime recordaba a las primeras Coco Rosie aunque lejos del
carácter "infantil" que a veces rodea a éstas.
La presentación del pasado sábado en
Tulsa Café se convirtió en uno de esos acontecimientos que pocos se quieren
perder. Media hora antes de la hora anunciada para el set el aforo de la sala
se completaba de tal manera que había que estirar el cuello para visualizar al
dúo, dado el éxito de la convocatoria. Entre el personal un montón de músicos
próximos a Ángela y Manolo y otros tantos con ganas de seguir con curiosidad el
estreno del nuevo trabajo de la pareja.
Y es cierto que cada concierto de
Lanuca es un pequeño acontecimiento, más cuando estrena repertorio como el que
ha ampliado gracias a su nueva obra. El carácter íntimista de la puesta en
escena nos ponía en situación, como si se tratase de una actuación de Billy
Holiday, cantante con la que no comparte tesitura vocal pero si ese desgarro e
intensidad que convierte sus interpretaciones en exorcismos personales. El
contrapunto lo pone Manolo con sus suaves punteos de guitarra, deslizándose a
lo largo del mástil tan pronto con extrema suavidad como desencadenando
pequeñas tormentas eléctricas y sin usar pedales de efectos, sólo valiéndose
del feedback y acoples con su ampli.
El dúo consigue convertir cada
concierto en una ceremonia solemne (impresionaba el silencio del público en una
sala abarrotada) a la vez que festiva. Canciones como "Grieta
Carnín", "Mientras", "Flor de Loto" o la que da título
al EP, "Gran Mandíbula" consiguen en la interpretación en directo de
Ángela expandirse en lo emocional mucho más allá de los límites de su registro
grabado, consiguiendo que sus elaboradas letras calen hondo en los espectadores
gracias a un gran trabajo vocal. Esta actitud extática y concentrada sobre el
escenario, de recogimiento, no significa un distanciamiento del público como demostró
la interpretación de "Arde", tema con aires flamencos cuyo final fue
secundado con un palmeo espontáneo por parte de el Joven y Sergio de los
Radiadores que encendió aún más si cabe el ambiente.
Pero si las composiciones propias de
Lanuca destilan originalidad, sus particulares revisiones de temas ajenos
siguen la misma pauta. "Tu me añoraras" y "Corazón
contento" de Bruno Lomas y Marisol respectivamente fueron, junto con
"Como humo se va" las canciones más aplaudidas de la sesión
vespertina. Para finalizar, Manolo se retiró y Ángela atendió el bis en
solitario con "Es un honor" y
"It's my party" con los que cerró una brillante presentación
de su magnífico nuevo EP. La próxima vez que veas que su nombre figura en un
cartel, no te pierdas la ocasión de verla. Mientras tanto déjate caer por su
bandcamp si eres de los que aún creen que la música cierra heridas y calma
desasosiegos.
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