Lost Acapulco en BoogaClub (Granada) 28/05/2015


Hay que conocer México y a los mexicanos para entender una intro de concierto como la que escuchamos ayer en BoogaClub para dar paso a Lost Acapulco. O como poco, haber visto la lucha mexicana en televisión, que también nos vale. Una intro presentación digna del comienzo de los mejores combates servía anoche para poner en situación a este grupo llegado desde el D.F. Toda una cultura, una tipografía, una cartelería y una forma de enfocar el espectáculo alrededor de las típicas máscaras de lucha libre.

Las mismas máscaras que cubren las caras de Juan Monagues (Reverendo Acapulco a la guitarra), Esteban López (Crunchy Acapulco – guitarra solista) y Caleb Franco (Sr. Ramírez – bajo) acompañados, normalmente, por Roberto Muñoz (Warpig Acapulco – batería) aunque, este último, no les acompañaba anoche en Granada y en su lugar lo hacía Alfonso Loza. 

Llegan en plena gira europea, cabalgando “Las mejores olas”, un recopilatorio que incluye todos sus grandes hits y que trae de regreso temas como “Por un tubo”, “Tanga tu Tanga” o “Luna Luau” que ya estaban en su “Acapulco Golden”, disco que les catapulta a la fama en su México natal, y viajando por toda la historia del grupo pasando, como no, por “Los Obligados Racing Team”, álbum del que pudimos escuchar temas como “Escape de Santa Martha” o “Málaga Storm” .

Un grupo que no vive sólo del surf, aunque es en este género donde se mueven como tablas en el agua, conviviendo con el rock ‘n’ roll más retorcido o el garaje. Todo un referente en su país y por supuesto, en el nuestro, donde grupos como “Los Coronas” han popularizado el surf de un tiempo a esta parte y han hecho florecer grupos y adeptos al género como flores hawaianas en las camisas de los fans que pueblan las salas durante estos conciertos.


Ayer, en un local que apenas llegó a la mitad de su aforo (asombrosamente dada la calidad y la expectación que suele despertar el grupo), tuvimos al menos la sensación de que, quienes llegaron hasta la Booga para escuchar a Lost Acapulco no se conformaron con una presencia pasiva y movieron los esqueletos con las guitarras de un grupo que lo puso “a huevo…” para brindar (esta vez, aquí, con Alhambra en vez de Corona) con un público entregado y bailongo que exhibía incluso algunas máscaras mexicanas para animar el ambiente.

Dando espectáculo, como corresponde a este tipo de grupos, con las consabidas “mariconadas” (léase en tono amigable) en los directos de los grupos surferos, en plan coreografía guitarrera en la que todos los miembros se mueven a la vez dando sensación de haberse currado la puesta en escena. Pero, sobre todo, dándonos un rato de buena música y entre un vaivén de olas imaginarias en las que podíamos movernos cómodamente a pie de escenario.


La duración adecuada para quienes disfrutamos especialmente con este tipo de música aunque, un poco largo (nunca llueve a gusto de todos) para quienes se acercan sólo con curiosidad a este tipo de conciertos. Para mí, concretamente, perfecto incluso en los bises, quizás lo más animado de la noche, donde sonaron algunos de los hits más movidos de la banda, que puso sentido del humor para explicar que aquello era como un pacto, ellos hacían como que se iban a ir, el público gritaba “otra, otra” y ellos se ponían muy contentos y regresaban al escenario, aunque no se hubieran ido.

Juego de tópicos y típicos entre palmas, estribillos onomatopéyicos cantados junto a la banda y mucha marcha, que tiene que dar de sí para toda una gira en este “European Tour”, con veintinueve fechas que pasa por varios países comunitarios en los que, esperemos, cosechen el chingón éxito que merece esta banda que está padrísimo.


Crónica y fotos: María Villa

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