Otra de esas canciones con significado biográfico, por varios motivos. Primero, porque a pesar de que con anterioridad a la reunión que cristalizó en e este lp ya habÃa escuchado a The Go-Betweens (su recopilatorio "1978-1990"), este single prendió de alguna forma la mecha de mi amor incondicional por ellos a partir de entonces. Y la otra (y no menos importante) es que en este tema se reúnen dos de mis bandas fetiche. Por supuesto, Grant y Robert, que justo aquà ponÃan punto y final a su separación musical durante doce largos años, pero también nada menos que la que es para mà la banda de rock femenina por excelencia: Sleater-Kinney. Y no fue la casualidad: los australianos sabÃan que no querÃan un sonido nostálgico del de sus álbumes ochenteros, querÃan una producción contemporánea, moderna y qué mejor sitio para acometer la tarea que Portland (Oregón), el sitio más hipster de Norte América. Las labores del bajo fueron asumidas por la también australiana Adele Pickvance (hasta el final de la vida del grupo) pero para las rÃtmicas encargaron la tarea nada menos que a Janet Weiss, la baterÃa del susodicho trÃo "portlandiano". Una fiera a los tambores que imprimió su contundente personalidad en todo el disco y que invitó a sus dos gritonas compañeras, Carrie Brownstein y Corin Tucker, a tocar la primera guitarras y cantar la segunda, en este tema de Grant McLennan tan soleado y optimista, primer single del mencionado lp con que el grupo de Brisbane volvió a una vida sana, pletórica y llena de aciertos que duró precisamente hasta la trágica desaparición del bueno de Grant. Cómo les echo de menos. Cada dÃa.
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