Luke Winslow King trae de nuevo toda la sabiduría de New Orleans




Luke Winslow-King encajaría a la perfección como uno de los personajes de la serie "Treme", de la HBO. Uno de esos músicos, que al más puro estilo hobo, pueblan las calles maltratadas por el Katrina del viejo barrio de New Orleans. Esos amantes del blues añejo, el jazz, el rhythm and blues y el bluegrass a 78 R.P.M. que intentan empaparse de todo lo que una ciudad que respira música a todo pulmón puede ofrecer. Quien es capaz de despuntar en la tierra del Mardi-Grass es capaz de hacerlo en cualquier lugar del mundo. 


Además, Luke es todo un empollón. Natural de Cadillac (Michigan), estudió teoría musical y composición en la Universidad de Nueva Orleans, ganó una beca para estudiar música checha en Praga y además estudió junto al artista de vanguardia "Blue" Gene Tiranny. Es un guitarrista más que dotado, que hace con el slide lo que quiere y dueño de una sensual voz comparable a la de aquellos crooners que poblaban las radios comerciales americanas en los cuarenta y cincuenta del siglo pasado, aunque también sabe darle una brizna de salvajismo, si el guión lo requiere. Bien parecido y de magnética presencia escénica, ofrece en su show raciones generosas de erudición musical cocinadas con entusiasmo y febril intensidad. Calor asegurado.

Su carrera musical, cuyo comienzo coincide con su establecimiento definitivo en la ciudad criolla, ha traído hasta el momento cuatro trabajos, lanzados en dos discográficas diferentes: "Luke Winslow-King" (2008) y "Old/New baby" (2009) en Fox on a Hill y tras un paréntesis, "The coming tide" (2013) y "Everlasting arms" (2014) en Bloodshot, siendo estos dos últimos los que le han hecho despuntar más allende las fronteras de su ciudad de residencia. En ellos, no encuentra uno demasiadas sorpresas, pero sí mucha variedad. El tránsito que propone por todos los géneros existentes (negros o blancos) en la música americana que se desarrolló hasta principios de los años 50 es conducido por una mano certera, conocedora del medio y de los clásicos, pero que no teme cierta puesta al día, ni doblegar o mezclar determinados estilos en principio poco conciliables, usando la más fresca naturalidad como arma infalible para ello. Sus canciones siempre suenan certeras en su intención de acariciar la música tradicional como lo que es: algo que debe preservarse, pero para que permanezca hay que seguir dándole vida. Cuatro discos magníficos que hacen pasar tan buenos ratos como los que sus directos proporcionan, lo cual ya pudo comprobarse hace relativamente poco y con gran éxito, en nuestras tierras. 

La banda de la que se hace acompañar Winslow-King, capitaneada por su señora esposa, la también cantante (canta en varias piezas de los dos últimos discos) Esther Rose y unos cuantos músicos más cambiantes a lo largo de su discografía, aunque parece que las cosas ahora se han estabilizado con Cassidy Holden al bajo, Benji Bohannon a la batería y hasta un trompetista, que responde al nombre de Ben Folder. Por lo menos con esa talentosa formación es con la que ha grabado "Everlasting Arms", que es el mayúsculo disco que viene a presentar en su gira por España y que recalará en Valencia el jueves 11 de junio, de la mano de Alta Tensión, en el Loco Club. Cita con la música cálida, carnosa y verdadera a la que es mejor no faltar. 

Entradas a la venta a través de la web de el Loco Club o en Harmony Discos. 






Publicar un comentario

0 Comentarios