Un cuidado producto, que combina entusiasmo y sabidurÃa para encontrar a partir de la experimentación y el juego con las texturas, la perfecta canción pop.
Realmente, el concepto de súper grupo - y no me refiero al del cómic de Súper López- es tan antiguo como el rock. Desde aquellas "sesiones del millón de dólares", que en los estudios del sello Sun Records de Sam Phillips, perpetraron nada menos que Carl Perkins, Jerry Lee Lewis, Johnny Cash y Elvis Presley en 1956 y la posterior capitalización del invento en forma de éxito masivo por Cream y CSN&Y en los sesenta, las formaciones de bandas compuestas por músicos de probada fama y reputación, han sido incontables: Travelling Wilburys, Electronic, Raconteurs, Monsters of Folk... la lista podrÃa ser larguÃsima. En nuestro paÃs, sin embargo, no hay demasiados ejemplos de ello, quizá somos poco proclives a compartir talento, pero mira tú por dónde, se me ocurre un ejemplo de al lado de casa: Maderita.
Maderita es un grupo, actualmente en estado latente, formado por antiguos miembros de la banda Ciudadano y el decano del pop de la ciudad del Turia, Julio Bustamante. Una sorpresa abordada con la mayor humildad y que trajo un celebrado disco: "Vivir para creer" (El Volcán Música, 2010). Y es precisamente uno de los miembros de esta formación otra vez cómplice de una alianza de grandes mentes pensantes, que toma al asalto las tierras levantinas y que recibe el nombre de Coleccionistas.
Igual que sucedió con los citados Maderita, la casualidad ha querido que Jorge Pérez (Ciudadano, Maderita y conocido como Tórtel en su aclamado proyecto en solitario) , su compinche VÃctor RamÃrez (Oh, Libia!, actualmente estrenando "Book of youth" en solitario como RamÃrez) y el veterano y respetado Remi Carreres (La Banda de Gaal, Glammour, Comité Cisne, Jean Montag...), se encontraran asÃ, como quien no quiere la cosa, un buen dÃa como invitados en un concierto de la Habitación Roja en los Viveros. Brotes de quÃmica de una noche hay muchos y casi nunca se materializan en nada, pero curiosamente este "ya nos llamaremos" sà que terminó en telefonazo y comienzo de unos ensayos, que a través de búsqueda de sinergia y experimentos varios acabaron en forma del artefacto que tenemos entre manos: "Coleccionistas", el disco que constituye la primera referencia del trÃo para Demian Records.
Pese a que, parece ser, el encuentro con la creatividad, la experimentación y la influencia de los paisajes sonoros de músicos como Brian Eno, han sido las guÃas espirituales del trabajo común que ha desembocado en el disco, estamos ante una colección (nunca mejor dicho) de canciones eminentemente pop, que busca la luminosidad sobre todas las cosas. En palabras de Carreres: "para mÃ, Coleccionistas representa ilusión y libertad, ganas de aportar sensaciones positivas con canciones, lo más alejado al aislacionismo que pueda haber en música". Y asà ha sido.
Efectivamente, la confluencia de los tres músicos, de generaciones y bagajes distintos, aunque con visión común, desemboca en una búsqueda de la textura, a la cual las bases electrónicas, supondremos que responsabilidad del maestro Remi (al cual se acredita la labor de producción), aportan la consistencia de un muro de sonido que arropa a la perfección estos arrebatos melódicos hedonistas, abarrotados de entusiasmo y definitivamente abiertos a un amplio espectro de oyentes, que constituyen las ocho canciones que encontramos aquÃ, de temática predominantemente optimista y espÃritu bailable.
Un disco breve en minutaje pero abundante en ideas que transita entre el euro disco ("Asà salga bien"), las melodÃas de juguete ("Quieres ver"), los escapes de ensoñación paisajÃsitca ("Por puro placer", "Buena voluntad"), la psicodelia cyborg ("Amor zombi"), el pop pluscuamperfecto ("Fantástico zorro"), o la rebelión de las máquinas ("Proyectos electrónicos de Adán y Eva") y que aporta un espectro verdaderamente amplio, desinhibido y a la vez coherente de visión musical en la que queda demostrado que, en ocasiones, la unión de varias mentes privilegiadas, si se barajan adecuadamente los egos a los que van pegadas, puede dar resultados brillantes.
Con colaboraciones de lujo de Alberto Pastor, Raúl Rodilla, Johnny B. Zero o Carlos Ortigosa y preciosa portada a cargo del artista gráfico Antonio Ladrillo, "Coleccionistas" se antoja como un cuidado producto, fruto de la sabidurÃa de sus tres artÃfices y la veteranÃa de alguno de ellos, que va más allá del mero divertimento al margen de las carreras individuales y que busca agradar y ser escuchado por cuanta más gente mejor. Si bien se echa de menos algo más de riesgo fruto de toda esa experimentación que alumbró las primeras sesiones de la banda, sà que es cierto que no se deja de lado un gusto por los tejidos sonoros alejados de modas y evidencias. Un logro a nivel de producción y de colaboración, que mira frente a frente a cualquier propuesta musical nacional o foránea y que puede situarse perfectamente entre lo mejor y más disfrutable del año. El apelativo "súper grupo" a este trÃo no le viene nada grande. Sigan coleccionando, por favor.
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