Niños
Mutantes pusieron punto y final a su gira El Futuro el pasado 26 de noviembre
en la Ocho y Medio de Madrid aprovechando que era su 15º aniversario. Esta es la gira referente a su noveno LP y les ha llevado a dar casi 60
conciertos en el año y medio que ha durado. Los granadinos son muy queridos en
la capital por lo que la sala estaba rebosante de fans que habían venido a
presenciar el fin del futuro.
El concierto estuvo dividido en dos partes: La primera orientada a ese último disco y la segunda a los clásicos de la banda.
Durante
la inicial fueron desfilando todos los temas de El Futuro en el mismo orden en
el que los encontramos en el CD, salvo por una ausencia nada casual de la que
hablaremos más tarde. Desde el primer tema, Robot, el público estuvo entregado cantando todos y cada uno de los
estribillos. Tras oír las primeras notas de Hermana Mía los asistentes comenzaron espontáneamente a dar palmas
sin necesidad de que los músicos les alentaran para ello. Algo similar ocurrió
al final de la misma cuando todo el mundo entonó a pleno pulmón el tan
reconocible “vamos a volar”. El buen rollo entre el público se notó desde el primer
momento y fue creciendo todavía más según avanzaba el concierto. Podemos
afirmar que los fans de Niños Mutantes contribuyeron activamente al ambiente
festivo del show cantando, saltando, dando palmas etc. Entre otras cosas, esto
fue debido a unos temas con estribillos muy pegadizos y fáciles de cantar y a
que entre canción y canción su cantante Luis Alberto Martínez introducía la
siguiente explicándonos de qué trata siendo siempre la temática muy cotidiana y
reconocible. Se hizo curioso que la banda aprovechara esta ocasión para
estrenar en directo Epidemia que
todavía no había gozado de su merecida oportunidad de ser aplaudida por las
masas. Niños Mutantes llevan más de 20 años tocando y esa experiencia la
dejaron clara mostrando una compenetración envidiable. Esto fue especialmente
notable a nivel vocal con las voces de Miguel Haro(bajo) y Andrés
López(guitarra) que al acompañar a la de Luis Alberto permitieron lograr el
ambiente tan característico de su tema Olvídate
de Tí. Por otro lado, pudimos comprobar que tanto guitarristas como bajista
también hacían sus pinitos con los teclados porque en algunos temas dejaron su
instrumento para ponerse a las teclas. Se agradece este esfuerzo por parte de
los músicos por añadir variedad a su sonido, básicamente guitarrero.
a el final del concierto Luis
Alberto presentó a todos sus compañeros dejando ver una vez más el gran cariño
que reina entre los miembros de la banda. A continuación llegó Te Favorece Tanto Estar Callada,
posiblemente la canción más coreada del show.
Finalizarían esta segunda parte con el vitalismo de Hundir la Flota que dio al público las energías necesarias para
seguir saltando y cantando después de la hora y 45 minutos que llevaba el
espectáculo. Entre ovaciones la banda pasó de seguir el protocolo de un segundo
“bis”, agradecieron al público por venir y blandiendo el mensaje de esperanza y
optimismo de su último LP tocaron su tema más emblemático que ya habíamos
echado en falta en la primera parte: Todo
Va A Cambiar. Este fue el momento más emotivo de la noche ya que en los
tiempos que corren es muy fácil sentirse identificado con este mensaje y era el
broche perfecto para un concierto tan intenso… pero la cosa no acabó ahí.
Mientras los músicos estaban saludando y abrazándose entre aplausos, su batería
Nani Casañeda comenzó a tocar por su cuenta La Voz y cuando se unieron todos los músicos fue la señal perfecta
para que el público hiciera un último esfuerzo en dejarse la suya.
En
definitiva, fueron casi dos horas de buen hacer y buen rollo tanto por parte de
la banda como por la del público. Ha quedado claro que si hay una banda que
sepa hacerse querer, esa es Niños Mutantes.
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