A punto de empezar a escucharse tambores y cornetas en Granada, un ejército de inconformistas aún se enfrenta a las más rancias tradiciones y se parapetan en las salas para seguir escuchando buena música aún en vísperas tan sagradas. Era el caso el público que llenó casi por completo la sala El Tren y que, a pesar de la lluvia, se congregaron a pie de escenario para disfrutar de dos pedazos de grupos de esos que hacen que una noche sea especialmente brillante.

Con tanta puntualidad que incluso empezaron cinco minutos antes de lo anunciado, los granadinos Koel salieron con la fuerza y la solvencia que les caracteriza. Bien rodado ya este “Superforma” con el que está claro que van a consolidarse y dar un salto que les permita codearse con lo más florido de los sempiternos carteles festivaleros que, nos guste o no, siempre confirman los mismos grupos.

Muchas ganas, canciones que te ponen a bailar y corear y una actitud que deja clara su profesionalidad y la capacidad con la que se enfrentan a cada concierto dando siempre lo mejor y un poco más. Koel tienen claro que sólo hay una forma de hacer esto y es poniendo toda la carne en el asador y en eso, ellos, no se quedan cortos. Con un buen repaso al LP que presentaron recientemente y dejando ya atrás las canciones de su anterior EP supieron hacerse con una sala donde no todo el público les conocía pero aún así bailaron junto a ellos los temas más movidos.

Y si los granadinos dejaron ya el ambiente bien caliente, The Vaccines, que salieron a escena con puntualidad casi inglesa para dejarse la piel rockanrolleando durante algo más de hora y media a base de melocotonazos que se sucedían uno a otro sin descanso. Melodías pegadizas, bailables y coreables, con los que un público con una media de edad más bien baja, lo dieron todo con una banda que ha sabido situarse alto en este escalafón de grupos imprescindibles en los festivales, con un producto ‘made in London’ que viene con sello de calidad en origen.

Empezando por “Handsome”, que ya dejaba clara la intención de no dejar que el público parase de bailar, los demás, todos hits por excelencia porque para eso la banda se las pinta sola, no bajaron en ningún momento el nivel ni el ritmo frenético con el que se movía un carismático Justin Young que se metió de lleno en ese “English Graffiti”, que es el tercer trabajo de la banda. Temazos como “Wetsuit”, “Tiger blood”, “Blow it up”, “Bad mood”, “Give me sing” o “20/20” precedieron al que quizás sea su tema más conocido en España “If you wanna”, por su aparición en un anuncio de cerveza.

Y llegado ese “If you wanna”, que nos sonó también a festival y playa, un tema más como despedida y petición masiva de bises que por supuesto no podían faltar y que dieron pie a que sonara “No hope”, “All in White” y el que puso el punto final, entre una gran euforia colectiva “Norgaard”, con el que la banda se despidió tras la que esperamos haya sido una  buena experiencia por tierras españolas.

La nuestra, con dos grupos de calidad para hacer de la noche una velada perfecta, sí podemos decir que ha sido una gran experiencia. 

Crónica: María Villa

Fotos: J.M. Grimaldi