Es una pena, como cualquiera que esté al
tanto de las distintas escenas actuales, que no haya más gente que ame el jazz.
Y no nos referimos a la visión interior, al apasionamiento que puede producir y
produce el poner en casa vinilo tras vinilo de Miles Davis, Glenn Miller, John Coltrane o Tete Montoliu mientras se saborea otra copa del whisky favorito del
momento; hablamos de apoyos, especialmente del público y las instituciones,
algo de lo que carecen la mayoría de músicos que un día decidieron enfilar la
calle del medio antes que plegarse al pernicioso mainstream en el que acaban naufragando tarde o temprano todos
aquellos que no esgrimen sus convicciones como arma inicial. El caso de
Fatbeat, combo madrileño de verdaderos virtuosos que acaba de publicar su
segundo largo, ‘Animals’, es un claro ejemplo de lo dicho. Como animales (de
los escenarios sobre todo) que son y desde su experiencia, por ahora no
demasiado desesperanzadora, cuentan cómo entienden la música y han conseguido
grabar sus canciones en las palabras de Mario Quiñones, guitarrista y alma
cándida sometida a nuestras pertinentes cuestiones.
Dicen
que hacéis jazz, pero claro, todo se puede hacer de muchas formas. La vuestra
es especialmente personal, porque no apeláis a la pureza ni mucho menos.
No. Ninguno de nosotros nos consideramos
músicos de jazz “mainstream”, si es que esa expresión significa
algo.
Desde vuestro
primer disco incluso ya se veía que os encanta juguetear con la música
electrónica y las nuevas tendencias.
Sí, es algo que de hecho hemos explorado poco. A mí personalmente me
encantaría hacer algo mucho más electrónico en el futuro.
¿Qué hay de nuevo
y de viejo, en el buen sentido del término, en este ‘Animals’?
No sabría decir nada aparte de lo evidente. Lo nuevo es la propia
música, lo viejo nosotros.
Aparte de la
alineación titular de la banda, hay colaboraciones interesantes. ¿De dónde
salen Lorea Aranzasti y Ana Torralba?
Lorea es una cantante/violinista excelente con la que hago música desde
hace diez años y con la que tengo otra banda llamada Boreal. Ana es una antigua
compañera de escuela a la que siempre he admirado como flautista. En los dos
casos nos pareció que una dosis de feminidad en el grupo podría ser adecuada.
Aparte de esa
asociación puntual con Lorea, ¿teníais claro desde el principio que la vuestra
debía ser una propuesta instrumental?
Sí.
¿Y cuál es el
hilo conductor de estas canciones, si es que hay alguno?
No hay
ninguno en absoluto, el orden sigue un criterio más de ritmo y equilibrio que
conceptual. Respecto a esto último también es algo que nos encantaría abordar
alguna vez, un disco como obra completa en torno a un concepto o historia.
¿Fatbeat nace de
la mezcla y la experimentación más que de la unificación de criterios
musicales?
Creo que todo lo que expones en la pregunta tiene cabida en el proceso
de montar las canciones.
Realmente,
aunque el otro disco llevaba el sello de Youkali, también estaba autoproducido.
No obstante ojalá alguien se interesara por nuestra propuesta, tanto como
productor como en calidad de mánager.
Venís de una
escena, la madrileña, que últimamente está apostando bastante por este tipo de
sonidos más experimentales, como si quisiera huir de algunas etiquetas que
históricamente se le han atribuido. Ahí está el tradicional rock malasañero,
entre otros.
La verdad es que ahí me pillas. No tenemos constancia de que haya más
propuestas como la nuestra, estamos más al tanto de la escena jazzística y la verdad es que se ve mucha gente y propuestas muy
interesantes.
El tema ‘Bowie’
no podría venir más al pelo. Curiosamente, escuchamos el álbum (el vuestro) en
los mismos días en que nos enterábamos de la fatídica noticia de su muerte, y
tal vez por eso es uno de los que más nos gusta.
Fue una curiosa casualidad. El tema se compuso un año antes y el título
se puso de una forma totalmente aleatoria.
Una de las
coincidencias entre todo el que escucha con detenimiento vuestra música es que
transmite la sensación de libertad. Que tiene unas referencias muy claras, sí, pero
que éstas vuelan hasta fusionarse con otras menos evidentes y que todo adquiere
una coherencia tremenda. ¿Sois conscientes de ello?
Yo personalmente en ocasiones creo que logramos cierto efecto orgánico,
pero mucho menos que lo que ven los demás.
Nuestros directos están bastante ensayados, hay mucha partitura que
respetar. A partir de ahí, en las improvisaciones y en la energía del momento
se consigue (o no) que todo fluya. Lo que sí nos dicen mucho es que son
directos con mucha energía.
¿Se trata bien al
jazz en España? No nos referimos ya al circuito de salas y promotores, sino al
acercamiento general del público hacia este género.
Más info:
https://es-es.facebook.com/Fatbeat-244271832286626/
https://fatbeatrecordings.bandcamp.com/
https://www.youtube.com/channel/UCH4V2o6vPoEbyHa8-4eaS0Q?nohtml5=False
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