Neo-psicodelia (o algo parecido) desde Murcia, avalado por el primer premio de nuevas bandas en el último festival SOS y un EP marciano que destroza cualquier concepción previa sobre su sonido.
De tanto en cuando surgen especímenes únicos en esto de la
música. Por muy poco halagüeño que pinte el panorama, más gris que nunca en
cuanto a demanda y repercusión, en nuestro país, como en todos, hay gente
preocupada por hacer las cosas con empeño y fe en sí misma, y a la larga el
trabajo concienzudo merece ser recompensado de un modo u otro. Es el caso aquí
reseñado, el de un marciano murciano llamado Alberto García Roca, que ha
grabado un peculiarísimo EP con la ayuda de sus amigos, en especial de otro
enconado defensor de las causas perdidas como Joe Kashmir (el trabajo fue
publicado a principios de año por su sello, Red Kashmir). El resultado, cuatro
canciones espantosamente creativas o, lo que es lo mismo, tan llenas de
referencias y bases que casi abruman en su escaso contexto.
"Supernatural Mango" es el estrambótico título elegido para
este debut, también publicado en un bonito vinilo de doce pulgadas. En él se
esconden acertadas pinceladas de glam-rock
agitadas y mezcladas con especias psicodélicas y brisas procedentes de lejanas
tierras mucho más orientales. Así, en esa especie de concepto de ensalada
universalista, es como se grabaron estos temas en diferentes habitaciones, con
la mínima despensa sonora disponible pero bien surtidos de acordeones, sitars,
guitarras y sintetizadores. Cuando sobra inteligencia y se administran los
recursos de manera aún más inteligente el trabajo suele ser recompensado, al
menos desde la óptica del responsable.
La carta de presentación fue el single "Happy family", que recoge lo descrito en el anterior
párrafo. Una aparente anarquía melódica que se transforma en rigor por encima
de las instrumentaciones desafinadas y, como el mismo creador afirma, un caos
que unifica todo el concepto y lo hace profundamente suyo. De ahí, de ese
carácter casi extraterrestre, surge el nombre y la sana contradicción de Alien
Tango, un proyecto personal colectivizado en directo y expandido en los
recovecos de canciones como "Dancing in the void", las atmósferas espaciales de "Honey" o el enloquecido ritmo spaghetti
western (con saxo incluído) incluido en "I don’t wanna die", otro plato
elaborado con los ingredientes especiales de la casa.
Como ganadores del concurso TalentoSOS Murcia de la última
edición del festival, la misión de consolidarse como incipiente nombre de la
escena independiente hispana debería llevar a Alien Tango, solo o en buena
compañía, a un lugar más consolidado, libre de presiones de mercado pero con la
responsabilidad de seguir entregando trabajos, ya en formato largo, tan
arrebatadoramente estimulantes como este. Sería una buena señal de que en esto
de la música no hay nada como la libertad.
Escucha "Supernatural Mango" aquí.
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