El
barrio valenciano de Benimaclet se está convirtiendo, junto con el
Cabanyal, en cartografías imprescindibles a la hora de buscar un
ocio cultural interesante, llegando incluso a competir con la
supremacía de Russafa o El Carmen. Buena parte de responsabilidad en
ello tiene el Tulsa Café, excelente garito en el que, con la
colaboración de la publicación Verlanga organizan desde hace ya
tres años magníficos ciclos de conciertos bajo la denominación de
Aperitiver. El pasado viernes el reducido escenario del club acogió
a Dwomo en un concierto que congregó a una nutrida representación
de feligreses que disfrutaron y compartieron la irreverente liturgia
musical que practican los madrileños.
Foto: Antonio Madrid
Que
Dwomo no son un grupo convencional es evidente tanto
escuchando su discografía o asistiendo a cualquiera de sus directos.
En mi caso he tenido la fortuna de verlos sobre el escenario varias
decenas de veces y puedo asegurar que nunca han repetido dos
actuaciones de la misma manera. Multiinstrumentistas, Antonio José
Iglesias y Jorge “Coke” Lorán, intercambian sus
instrumentos canción a canción. Guitarras acústicas, eléctricas,
teclados, baterías, congas, melódicas, loopers y todo tipo de
cachibaches, sobre todo juguetes infantiles, son los medios de los
que se sirven para fabricar canciones que transcienden el ámbito
habitual del lenguaje musical al que estamos acostumbrados. Y, por
supuesto, su imprescindible megáfono, sello de la casa con el que
tanto Antonio y Coke declaman algunos de sus líricos desvaríos.
Foto: Antonio Madrid
La
incontinencia verbal que practica Antonio entre canción y canción,
tan inspirada e iconoclasta como su personal perilla, a la que se
suma en ocasionas un más tímido pero igual de lúcido Coke,
convierte cada uno de sus directos en un auténtico show, en el que,
a la riqueza musical de sus composiciones, se unen sus
intervenciones, verdaderos manifiestos que aúnan poesía,
inspiración, actitud reivindicativa, humor y su característica
actitud irreverente. Tratándose de un grupo que se sale de los
cánones tradicionales a los que estamos acostumbrados, esta crónica
también va a discurrir por parajes no acostumbrados en el periodismo
musical. Pero es que es lo que nos inspira esta irrepetible e
imprescindible pareja. Pasen y disfruten de su Cosmic Cocktail.
Foto: Antonio Madrid
[Espectador
1] ¿Nunca has visto a Dwomo
en directo?
[Espectador
2] No.
[Espectador1] Pues vas a flipar. Tienen un show impresionante, lleno de humor y buenas canciones .Voy pidiendo dos birris que
empieza ya.
[Espectador
1] Han empezado bien con “Samba
triste” y “Dantzing”.
[Espectador
2] Me han molado mucho. Sobre
todo por como juegan con las percusiones y los ritmos programados. Y
joder! Que soltura sobre las tablas.
[Espectador
1] Daniela, una de mis
canciones favoritas.
[Espectador
2] Me molan mucho. Son muy
originales en escena y los temas son muy buenos.
[Espectador
1] Las que acaban de sonar son
Cocktail y Crisálida.
¿Nos pedimos otras birris que ahora empezará lo bueno?
[Espectador
2] Voy mientras suena ésta.
¿Cómo se titula?
[Espectador
1] Crisálida, otro temazo.
[Espectador
2] Aquí están las birris. Un
brindis por Antonio y
Coke.
[Dwomo]
Hemos deshibernado para ese
alunizaje el show retrofuturista, formato que nos permite
desplazarnos espacio-temporalmente, ya que hace muchas fases lunares
que no hacíamos este set y queríamos reencontrarnos con la robótica
menor para este show, no deja de ser nuestro peculiar Teletransporte.
Foto:
Antonio Madrid
[Espectador
1] Hostia, guárdame el
taburete que me voy a bailarla con los nanos a primera fila.
[Espectador
2] Vale. Mola un montón.
[Espectador
1] Fue uno de sus primeros
éxitos. A long time ago.
[Espectador
2] ¿Como se llama ésta?
[Espectador
1] Pastillera. (Aquí el
[Espectador 1] cierra
los ojos y repite con Dwomo su
estribillo, “que todo es posible en domingo”.
[Espectador
2] Estoy flipando. Y bueno, tú
alucinando. Bueno, toda la sala está entregada cantando y
aplaudiendo.
[Espectador
1] Suele ser lo normal en sus
conciertos, da lo mismo que sea ante 4 que ante 400.
[Dwomo]
Desafiamos las leyes de la
gravedad con la misma fuerza con la que la ludopatía flota en esta
cápsula. Preparen sus cartones, la fortuna está en el aire...Bingo.
17, 6, 69, 33, 42, 4.
[Espectadores]
Bingo!!!
[Espectador
1] Con In the Shadow
sacan su lado más tiernecito.
[Dwomo]
Ésto es un canto galáctico a
la clandestinidad romántica, a un pasaje con el cual la humanidad
puede volar más allá de las estrellas. Hemos encontrado una
astronave en este mar de silencio. En la sombra In the
Shadow.
Foto: Antonio Madrid
[Espectador
1] Otro puntazo, Harlem
Nights.
[Dwomo]
Trilogía fantasma como cápsula
de divulgación sonora enviada al espacio en el que el silencia aún
brilla más, marco incomparable para una nana sideral inédita.
Harlem Nights.
[Espectador
1] Trilogía Fantasma es su
última entrega. Un pack con sus tres últimos discos Electroshock
Taronger, disco de versiones de
grupos valencianos, Por el aire,
un recopilatorio en directo con La Orquesta Pinha y
El Eslabón Pérdido,
acompañado de un libreto, Manual de Antietiquetas
Ilustradas por Carlos
Maiques & Dwomo.
[Espectador
2] Cuando acabe el set me lo
pillo.
[Espectador
1] Si no lo tienen puedes
conseguirlo en la web de Halloffame.
[Espectador
2] Que pasada, como se llama
este tema, parecen indios bailando una danza ritual.
[Espectador
1] Arapahoe. Arapahoe!!!
Arapahoe!!! Arapahoe!!! Ufffff. Que sudada me he pegado.
[Espectador
2] Oye, ¿Ése que está en la
barra con una melódica en la mano no es Gilbertástico?
[Espectador
1] Sí, Gilberto
Aubán es la tercera pata del
taburete dwomótico. Míralo como va a disfrutar tocando
Sacaramouche.
[Espectador
2] Que corto se me ha hecho.
¿Nos hacemos otra birra?
[Espectador
1] Eso no se pregunta. Pero
antes vamos al puesto de merchandising que yo me llevo algo de
recuerdo de esta noche tan especial.
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