Luar na Lubre traen una lluvia de música desde Santiago a Atarfe
Hace treinta años, la formación galego/celta encabezada por Beito Romero empezaba a dejar su impronta dentro y fuera de Galicia. El grupo, que se formó en 1986 ha grabado desde entonces nada menos que doce álbumes y un recopilatorio, que presentan en estos momentos, con lo más representativo de su longeva carrera. En aquel entonces, fue
Ana Espinosa quien puso la voz a los temas no instrumentales y la formación, que ha tenido bastantes cambios en estos años, comenzó su andadura con gran éxito desde sus comienzos. Posteriormente, fue la carismática
Rosa Cedrón la que se hizo cargo de poner voces a las canciones de
Luar na Lubre.

Tras esa fructÃfera y exitosa etapa, las voces corrieron a cargo de la lisboeta
Sara Vidal, otra de las grandes cantantes que han dado personalidad a la banda. Sin embargo, han sido precisamente las voces, las que menos continuidad han tenido dentro de la formación y tras Sara vino la etapa de
Paula Rey, otra mujer de gran personalidad artÃstica que también aportó su granito de arena al sonido de
Luar na Lubre.

Ayer, en el
Centro Cultural Medina Elvira, que vuelve a apostar con fuerza por los conciertos y la vida cultural, donde el teatro siempre tiene un importante papel a la par que el de la música,
Luar na Lubre presentaban a la jovencÃsima
Belem Tajes que, en esta ocasión, no procede de tierras nacionales, sino de Buenos Aires, aunque criada en Galicia, lo cual no es problema para interpretar estupendamente los complejos temas del repertorio galego. Repertorio que habla de la “ardora” que se ilumina en las rÃas en noches de luna, que nos deleita con la fina lluvia de "Xove en Santiago" (del poema de Federico GarcÃa Lorca), vuelve a ese “O son do ar” que hizo saltar a la fama internacional a la banda (tras la versión que hizo del tema Mike Oldfield), pasea por canciones que recorren el “Camiño do norte” con la ayuda de las voces del público, o llenan de alegrÃa el recinto con “A salla da Carolina” que recoge la melodÃa de la Schiazula Marazula (o Schiarazula Marazula) del compositor renacentista Giorgio Mainerio.

No faltó tampoco su visita a la “Fonte do Araño”, enlazada con unas paracorredoiras que hicieron mover manos y pies a un recinto que estuvo a punto de colgar el cartel del completo. Un repertorio que discurre entre fragas y mariñeiros, como no podÃa ser de otra forma y que encuentra, en la forma de mantener los finales de Belem Tajes, una nueva cadencia musical dentro de lo clásico de los temas de
Luar na Lubre. Y, llegado el momento del final, los bises no podÃan faltar para despedirse del público tras “cinco horas de concierto” (guiño, guiño), aderezados por las interesantes explicaciones y el humor gallego de Beito Romero y ese momento, que ninguno querÃamos que llegase, se hizo menos triste escuchando dos de los temas más emblemáticos de los gallegos, la alegrÃa de “Camariñas” y el mensaje, más necesario ahora que nunca, del poema de VÃctor Jara y la hermosa canción que nos recuerda “El derecho de vivir en PAZ”.
Un magnÃfico concierto, como siempre, como estamos acostumbrados los que les hemos visto casi desde sus comienzos y sabemos que cada vez que vuelvan será algo especial, como lo fue ayer, como lo será siempre, ojalá que durante otros treinta años en los escenarios disfrutando del buen hacer de Bieito Romero (Gaita, zanfona y acordeón diatónico), AntÃa Ameixeiras (Violin), Patxi Bermudez (Bodhran, tambor galego y djimbek), Belem Tajes (Voz), Pedro Valero (Guitarra acústica, bouzouki y baixo pedal), Xan Cerqueiro (Flauta travesera, whistles y teclado) y Xavier Ferreiro (percusiones y efectos).
Crónica y fotos: MarÃa Villa
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