Rosco Festival celebra su edición en Loja (17/06/2017)
Con una propuesta ecléctica, que combinó simultáneamente, un
escenario indie y otro de electrónica (llamado
escenario principal en programa), el sábado se celebró en el
Campo de Fútbol Medina Lauxa de Loja el Rosco Festival con una firme apuesta por los grupos granadinos. El escenario indie contó con la presencia de
Madame Popova, Red Passenger, Novedades Carmiña, Antonio Arias, Trèpat, Granais Grannabis y Carterly para poner la música en directo al festival y, en el otro escenario, una sucesión de Djs se ocupó de la parte “enlatada” del asunto. El escenario principal, que inició su actividad con bastante puntualidad, comenzó con la pinchada de
David Aarz vs Juanma Durán y, a partir de ahí, una sucesión de Djs, once en total (Cora Novoa | Marc Marzenit | Gonçalo | Emonite | Rafa Alcantara | Juanma Olalla | Isabela clerc | Felipe Cobos | David Aarz) para doce horas de música continuada, se encargaron de poner música a la noche con una buena respuesta de público, aunque mucho menor de lo esperado para este evento (unas 950 personas según estimaciones), que ocupó ese espacio en un número mucho mayor que los que prefirieron las actuaciones en directo.
Madame Popova fueron los encargados de abrir la noche en el escenario indie. Los granadinos, que mantienen desde sus inicios una original propuesta, donde juega un importante papel la voz de Ana Jiménez, capaz de oscilar entre el soul y los sones aflamencados. Acompañada por la guitarra de Antonio Jiménez, el bajo de Andrés Galán y Josele Hidalgo a la batería. Difícil apertura teniendo en cuenta la hora, a la que aún se registraban altas temperaturas, aunque muchas ganas y mucha entrega en directo para compensar la natural tendencia de los granadinos a llegar tarde a todos los sitios.
Tras ellos, los también granadinos
Red Passenger reaparecieron en los escenarios tras un tiempo de silencio y lo hicieron mostrando un trabajo más instrumental, más oscuro e intimista que supone un cambio bastante importante en lo que venían haciendo hasta el momento. Cambios también en la formación y en el reparto de instrumentos entre los miembros del grupo, que han podido ser determinantes a la hora de ese cambio en el sonido con el que se habían dado a conocer.
Pasábamos desde ahí a un sonido made in Galicia, desde donde nos llegaban unos divertidísimos
Novedades Carmiña que registraron el mayor pico de afluencia de público a esa zona indie donde se escuchó también, de modo permanente, el sonido del otro escenario. Esto no fue problema para que los gallegos se metieran a la gente en el bolsillo con la desenfadada interpretación de su último trabajo “Campeones del mundo” y la recuperación de temas anteriores, como “Juventud infinita”. No faltaron temas como “Te quiero igual”, que han estrenado recientemente, siempre incitantes a ese último baile que hizo vibrar a los presentes a ritmos de “punk/rock and roll a la gallega”.
Momento mágico el de
Antonio Arias, con sus Multiversos, acompañado por una escudería de lujo en la que sonaron la impecable guitarra de Juan Codorniu, los teclados de JJ Machuca y un contundente David Fernández a la batería para estructurar una acción casi poética en la que se echaron en falta las habituales proyecciones que enmarcan los versos cantados para que la puesta en escena llegue a los tintes cósmicos que tan bien sientan a la puesta en escena de Antonio Arias quien demostró, como siempre, que hay muchas tablas tras su propuesta y la seguridad de saberse flanqueado siempre por grandes músicos y colaboradores.
Volviendo también a su tierra de alguna manera, los granadinos
Trèpat, que se prodigan últimamente poco en nuestros escenarios, pero tienen mucha presencia en los festivales a nivel nacional. Llegaron repartiendo mucho amor en la tierra, con su oscura festividad musical en la que puedes bailar mientras escuchas “Torturas en los bares” y sumergirte en ese universo simbólico, a veces perturbador, en la que lo disco y las atmósferas densas conviven y se difuminan en extraños pero exquisitos requiebros musicales. A punto de comenzar a trabajar en nuevos temas, la banda tiró de sus temas más conocidos y conectó rápidamente con el público que prefirió pasar la noche en ese escenario. Tras ellos
Granais Grannabis llegaron con su rock andaluz, muy ligado a sonidos trianeros y los locales
Casterly, jóvenes pero con claridad de ideas y un rock elaborado con el que defienden su propuesta con muchas ganas sobre el escenario.
Un tercer escenario, situado en la zona VIP, ponía más electrónica en petit comité de manos de otros doce Djs que se encargaron de amenizar esa zona. Sensación general de que el escenario principal (Djs) cumplió con lo esperado y la gente bailó hasta el amanecer en una fiesta que se prolongó durante doce horas ininterrumpidas haciendo incursiones al otro escenario en determinadas franjas horarias.
Crónica: María Villa
Fotos: María Villa / Víctor Alonso
0 Comentarios
¡Comparte tu opinión!
Esperamos tu comentario