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domingo, diciembre 09, 2018

Matthew Sweet, el superhéroe de la melodía

Nada menos que dos discos ha editado Matthew Sweet este año. El que puede perfectamente considerarse como máximo exponente actual de lo que un día se definió como "Power pop" está de gira por toda España para presentar su nueva música, que posiblemente sea la mejor que ha realizado en tiempo. Hablamos de su historia, de sus discos más destacados y os dejamos, al final del artículo, una suculenta playlist para que os preparéis para sus conciertos...



Sí, sí, que si Teenage Fanclub, que si Nada Surf, que si Kurt Baker, que si tal, que si cual...pero nadie ha defendido con tanta fiereza y sobre todo, con tanta magnitud los fundamentos de ese subgénero llamado Power Pop, que tantos adeptos tiene en nuestro país, como el grandullón de Matthew Sweet. Discos como "Girlfriend" o "100% fun" son referencia clara para cualquiera que se aproxime al tema.

Como dijo el periodista Carlos Pérez de Ziriza en su básico libro "Tres minutos de magia" (ver artículo): "Fue uno de los máximos valedores de la carga melódica heredada de la llamada triple B (Beates, Byrds, Big Star) en combinación con un arsenal de guitarras energético, encomendado en su mejor momento a un puñado de virtuosos de las seis cuerdas. Y aún lucha por mantener ese estatus, aunque sus días de gloria queden lejos".

Y es que no puede definirse mejor la carrera de un astro de la melodía que supo aportar además cierta poesía melancólica al hedonista rumbo del pop de guitarras típicamente americano. Con unas canciones dignas siempre de corear con el puño en alto, supo maridar a Neil Young con Badfinger, a Brian Wilson con REM y salir no sólo vivo del intento, sino
victorioso. Tuvo su momento de gloria y éste pasó, sí,
pero siempre ha sabido reivindicarse a sí mismo con dignidad y sin mirar al pasado con nostalgia. Su carrera mantiene una constante de calidad que es difícil de predicar de muchos de sus coetáneos. Veamos cómo lo hizo...

Natural de Lincoln, Nebraska, desde muy joven se interesa por el encanto melódico del rock and roll, pero no sería hasta sus tiempos universitarios en Athens (Georgia) en que su talento empezó a ser invertido en algunas aventuras, como las bandas Oh Ok y Buzz of Delight, con las que empieza a despuntar como dotado guitarrista y compositor, entrando en contacto además con grandes del lugar como Michael Stipe (REM) o Chris Stamey (Db's).

Una maqueta grabada junto al productor Don Nixon le abre las puertas nada menos que del sello Columbia, en que se edita "Inside" (1986), disco víctima de su tiempo que adolece de una producción enclenque, pese a tener algunas buenas piezas. Igual le pasa a "Earth"  (1989), que aparece en A&M y tampoco hace despegar una carrera que empieza a hacer aguas.

Y tiene que ser la típica historia de desamor, el divorcio de su primera mujer, el causante de uno de esos discos de ruptura a los cuales las circunstancias escabrosas sientan de maravilla. A entroncar junto a "Blood on the tracks"de Dylan, "Over" de Peter Hamill o "Shoot out the lights" de Richard & Linda Thompson,
"Girlfriend" (1991) es uno de esos discos en los que el desengaño
deja una impronta creativa fuera de órbita. Es un trabajo mayúsculo
 tanto por las canciones enormes que alberga ("I've been waiting", "Girlfriend", "Thought I knew you"...) como por el sonido abigarrado y guitarrero, heredero directo de Big Star y Neil Young, que Sweet teje junto a nada menos que Robert Quine (Lou Reed, Richard Hell) y el genial Richard LLoyd (Television).

El éxito que cosecha el disco, que aunque no es de ventas millonarias, sí que alcanza una cifra considerable para ser de onda alternativa, anima a nuestro protagonista a meterse de nuevo en el estudio. El resultado, "Altered beast" (1993) dista bastante del encabritamiento que encontrábamos en su predecesor, tendiendo más hacia una onda melancólica, que no acaba de cuajar con el público que había encontrado Sweet, aunque para nada es un disco menor. No obstante con el siguiente "100 % fun" (1995) vuelve por sus fueros y logra el que quizá sea su disco más pop, con himnos como "Sick of myself" o "Not when I needed it".

Otro pequeño chasco es "Blue sky on mars" (1997), pues no consigue grandes ventas pese a contar con una bonita portada diseñada por el famoso artista Roger Dean (el de las portadas de Yes) y con petardazos como "Back to you" o "Behind the smile". También es incomprendido el maravilloso trabajo que los sigue, favorito del que suscribe, llamado  "In reverse" (1999), un trabajo arriesgado en el que el de Nebraska investiga nuevos campos compositivos algo más orientados hacia la psicodelia y el pop barroco de Brian Wilson, incluyendo una preciosa epopeya de 9
minutos, como es la magisttral"Thunderstorm".

Así las cosas, nuestro héroe se lo toma más relajadamente y no es hasta el 2003, recopilación de éxitos mediante, cuando reaparece tímidamente y sólo para el mercado japonés, con un bastante irregular disco llamado "Kimi Ga Suki", que tiene la particularidad de reunir a varios de los colaboradores con los que realizó "Girlfriend" más de una década antes: el mentado Lloyd y Rick Menk (Velvet Crush), así como el famoso músico de sesión Greg Leisz.



Tras esta aventura Matthew decide retomar la actividad y reaparece tan sólo un año después con el 
magnífico "Living things" (2004), un retorno a la forma que contiene magníficas gemas de pop
perfecto como "Push the feelings". También sorprende con su siguiente paso, una colaboración son Susanna Hoffs, cantante de Bangles, con la que emprende una serie de revisiones de clásicos repartidos en "Under the covers", que de momento ha visto aparecer tres volúmenes, repletos de suculentas interpretaciones.

No obstante, los discos a su nombre no paran y así encontramos los notables "Sunshine lies" (2008), "Modern art" (2011) y un "Tomorrow's dream" (2017) con duración de doble y que dedica a la memoria de su recientemente fallecida madre, para el que contó con unos colaboradores de lujo (Rod Argent, Paul Chastain, Gary Louris...), que no impidieron que tuviera que recurrir al crowfunding para poder editarlo.

De los descartes precisamente de ese disco sale el realmente fantástico "Tomorrow's daughter", editado este año y una de las colecciones de canciones más potentes que haya producido su autor, con trallazos de aúpa como "Lady Frankenstein", lo cual no ha sido óbice para que se haya liado la manta a la cabeza como nunca y saque otro disco al final del año, "Wicked system of things", en el que aunque parezca mentira mantiene perfectamente el tipo incluso con las bestias pardas que tiene como precedentes. Canciones mayúsculas como "Split mind" o "Electric guitar" así lo demuestran.

Por eso constituye realmente buenas noticias el hecho de que este superhéroe de la canción directa y energética venga a visitar nuestro país y con una banda de escándalo acompañándole, además: nada menos que Ric Menck y Paul Chastain, de Velvet Crush y Jason Victor, de Dream Syndicate. Un lujazo que tendremos la oportunidad de ver en unos cuantos recintos de nuestro país, empezando por el Purple Weekend de León el 8 de diciembre, la Sala El Sol, de Madrid, el 11, Las Armas de Zaragoza, el 12, Upload, en Barcelona, el 13, Wop Festival en Bilbao, el 14, Hell Dorado (Vitoria), el 15  y en el Loco Club de Valencia, el domingo 16. Una cita para la cual el calificativo "obligatoria", se queda corto. Impepinable!

Os dejamos aquí una playlist de spotify, con lo más destacado de su discografía.


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