Niños Mutantes regresaron a La Riviera el pasado 1 de diciembre de 2018
para cerrar la gira de su último disco Diez y su EP Diez &
Medio. La banda ya vino a la capital el año pasado a presentar dicho
álbum, pero no habían visitado La Riviera desde su mítico
concierto de celebración de sus 20 años en la que un buen puñado
de los referentes del indie patrio compartieron escenario con ellos y
versionaron sus canciones. Aquel fue un concierto en cierto modo
histórico y el espíritu de este todavía se respiraba en la
conocida sala madrileña. Y, sin embargo, con todo esto, los
granadinos ofrecieron un concierto derrochando naturalidad, buen
rollo y sobre todo, muy buena música muy bien tocada.
El concierto se dividió en dos partes: Una para tocar los temas de Diez y Diez & Medio, y otra para tocar sus éxitos de discos anteriores. En la primera pudimos disfrutar de prácticamente todas las canciones de estos álbumes que los mutantes defendieron a la perfección. Mención especial a la gran sincronía entre sus voces que mostraron en prácticamente todas las canciones, especialmente en NM o No Continuar. En esta etapa del concierto tuvieron lugar los momentos más emotivos del concierto. El homenaje a sus muertos al tocar Sin Pensar, y a sus grandes referentes culturales como Paco Ibáñez y Rafael Alberti tocando su versión del tema A Galopar, dejando claro que la letra sigue igual de vigente hoy que cuando la escribió el poeta. Por supuesto, no faltó el homenaje a Federico García Lorca “poeta sin followers”, tocando FGL de una manera de lo más especial. Nani, batería de la banda y autor de la letra de la canción dejó su instrumento para colocarse con sus compañeros en la parte frontal del escenario. El resto de los músicos dejaron sus instrumentos para centrarse en cantar, salvo por la guitarra acústica de Juan Alberto y un clarinete que tocó su compañero Alonso Díaz. De esta manera ofrecieron una bellísima versión acústica de la canción cantada a cinco voces en el estribillo que dejó a todo el mundo maravillado.



Para
la parte final del concierto, eligieron los temas más emblemáticos
de la banda como Errante, Hundir
la Flota, Veneno-Polen (dedicada
a los fans que siguen a Niños Mutantes desde el primer disco) o El
Futuro, entre otras, llegando a
tocar cerca de 25 canciones a lo largo de las dos horas y cuarto que
duró el concierto. Sin duda, la banda granadina mostró que están
más en forma que nunca (o tan en forma como siempre) en lo musical.
Pero, además, gracias a su humildad y al afecto que se muestran
entre ellos y con el público, logran crear una atmósfera de
familiaridad con la que logran transmitir mucho más en directo que
otros reputados músicos capaces de llenar salas más grandes. No nos
extraña nada que tengan unos fans tan entregados.
Redacción: Carlos Castaño
Fotografía: Beatriz Pacheco
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