NOVEDADES

jueves, octubre 24, 2019

The Dream Syndicate. Loco Club (València), 23-10-2019

Más allá de reivindicarse como banda legendaria, que también, los de Steve Wynn desplegaron vigencia, maestría y vigor juvenil en una actuación vibrante, plagada de momentos intensos, que en absoluto hizo pensar que hace cuarenta años que llevan pateando escenarios. 


Sin duda, el hecho de que tu primer álbum sea una obra maestra constituye un hándicap para cualquier banda. Ello, sin embargo, aunque es el caso, nunca ha parecido suponer un problema para The Dream Syndicate, que tanto en su existencia pretérita en los ochenta, como en su reencarnación en el presente siglo, han sabido mantenerse siempre en el altísimo listón que les marcó The Days Of Wine And Roses (1982), ópera prima trascendente para demasiadas cosas como para superarla, pero eso no les ha impedido seguir haciendo grandes álbumes y sobre todo, mantener un carisma en directo que pervive hasta nuestros días.

Esto es lo que han venido a demostrar en esta gira por nuestro país de presentación de These Times (ANTI, 2019), disco que se mantiene fiel a esa costumbre de no alumbrar sino obras de alta calidad y que es motivo sobrado como para reivindicarles como banda plenamente vigente, más allá de su legendario legado.

Foto: María Carbonell
En València es poco frecuente colgar el cartel de "sold out", como sucedió el día anterior en la visita de la banda a la sala El Sol de Madrid, pero poco le faltaba a el Loco Club para estar a rebosar, eso sí, de gente madura expectante por ver a las leyendas ochenteras de turno. Eso aquí vende mucho, sea cual sea la actualidad de la banda en cuestión, así que mucho macho calvo, poca hembra -dato que nunca deja de resultarme paradójico- y mediana edad, pero entusiasta, para recibir a una banda que tras su anterior visita en 2012 dejó un tremendo buen sabor de boca a esta afición.

Son elegantes, así lo exhiben y lo demuestran. Ni se hicieron esperar, ni su entrada fue titubeante. Salieron decididos a rendir honores a su leyenda, iniciando con un How Did I Find Myself Here, que titulaba su disco de reencuentro y que propone un entramado de guitarras distorsionadas y furia desatada que como primer plato del banquete supone todo un derroche de arrogancia por parte de unos tipos de más de sesenta años, que sin embargo hacen notar que con su reunión Steve Wynn, Dennis Duck y Mark Walton han renovado o incluso incrementado su entusiasmo juvenil. También es verdad que Jason Victor (el único que no pasa de los 60) a la guitarra y el mismísimo Chris Cacavas (Green On Red) al teclado, ayudan bastante.

Quizá por eso, el repertorio, sobre todo el inicial, se basó mucho en sus dos discos del presente milenio, sin necesitar de recurrir a clásicos, que la gente espera, sí, pero no echó de menos, puesto que en Put Some Miles On, 80 West, Black Light, Like Mary y Out Of My Head desplegaron una convicción y una maestría, con extensos duelos de guitarra entre el enorme (esto hay que decirlo bien alto) y lírico Victor y un Wynn que le da la réplica más que bien, que ni siquiera un sonido que no hacía honores a la calidad que esta sala valenciana suele suministrar (probablemente debido a que el técnico de sonido era el de la banda y no contó para nada con el de la sala, error garrafal), emborronó.


Al fin llegó el momento de recordar el pasado, pero tampoco lo hicieron de forma obvia. Dos salvas de su disco más oscuro se encargaron de obrar la proeza de hacer saltar sobre su baldosa al público viejuno que llenaba el recinto. Medicine Show y Armed With An Empty Gun, del disco que titula la primera, con su sabor a garage rock urbano contaminado por Lou Reed, pusieron en órbita un concierto que ya estaba por las nubes. La intensidad de la liturgia que estaban logrando no la obtiene cualquiera, sólo una banda de estas características. Precisamente de estas características. Con veteranía y precisamente por ello, o pese a ello, con un entusiasmo explosivo del que muchos jóvenes deberían tomar ejemplo.

Steve Wynn, en una de sus titubeantes -y bastante innecesarias- parrafadas en castellano explicó que la siguiente tonada, perteneciente a su último álbum, hablaba de la actual pésima situación mundial. Así sonó Bullet Holes, quizá la mejor canción que ese señor ha parido en muchos, muchos años, con un solo estratosféricamente lírico por parte de Victor, que en opinión del que suscribe supuso uno de los puntos álgidos de la noche. Tras ella, la también vibrante Recovery Mode sirvió de antesala para el atracón de clásicos: sonaron When You Smile, Halloween y -por descontado- That's What You Allways Say de su grandioso primer álbum. Y tras ellos, gran sorpresa: una especialmente intensa, electrizante, poliédrica, revisión de John Coltrane Stereo Blues, del ya mencionado Medicine Show, tras la cual, habitual paripé en estos casos, salieron y entraron del escenario para emprender su particular desiderátum a costa de una vertiginosa lectura de The Days Of Wine And Roses.
Foto: María Carbonel

Nada que apelar, señoría. Más bien todo lo contrario: da igual que el concierto fuera sensiblemente más breve y menos granado (ausencia de clásicos como The Side I'll Never Show, Tell Me When It's Over o su particular versión de Hero Takes A Fall, de sus compañeras en el Paisley Underground, The Bangles) que en Madrid, que el sonido hiciera echar de menos enormemente a nuestro gran Octavio Hidalgo (técnico residente del Loco Club) y que ni ellos ni muchos entre el público ya no fueran tan jóvenes como cuando un Wynn con melena salvaje tomara por las armas el programa la  Edad De Oro, de TVE, en el lejano 1984,  todo lo que ocurrió esa noche en València fue lo que tiene que ocurrir cuando una banda superlativa de rock and roll, tenga la edad que tenga, hace lo que ha venido a hacer. Y ello no es necesariamente reivindicar legado, ni tocar clásicos, ni patrañas por el estilo, es tocar con las tripas en la mano. Y eso, amigos, fue lo que ocurrió.

Galería:

Susana















María: 










Share this:

Publicar un comentario

¡Comparte tu opinión!

Esperamos tu comentario

 
Copyright © 2014 ALQUIMIA SONORA. Designed by OddThemes