Es francés de nacimiento, pero parece de Memphis. Alexis Evans desarrolla un soul vintage fiel a los planteamientos sonoros de la vieja escuela de Stax, Motown o Sue, del cual ha dado sobras credenciales en los dos discos que lleva editados hasta el momento, el último de los cuales, I've Come A Long Way, viene a presentar a España. 



En Burdeos, obviamente, no sólo hay vino. Hay además una nutrida escena musical en la que, por supuesto, hay cabida para el soul de alto octanaje hecho a la manera tradicional. Buen ejemplo de ello es Alexis Evans, músico curtido ya a base de participar en bandas como Jumping At The Westside, con los que, con sólo 17 años, triunfaba en el International Blues Challenge de Memphis.

Ahora, con 28 años sabe unas cuantas cosas más. Editó en 2016 un primer disco en solitario llamado Girl Bait que le puso en el mapa como un valor en alza en esta nueva tendencia a recuperar la música soul en su dimensión más purista, o vintage, si lo prefieren. Ese disco se ve ahora corregido y aumentado por I've Come A Long Way, curioso título para alguien casi recién llegado, pero por como suena, parece, efectivamente, que el músico lleve un gran camino recorrido.

Y es que de casta le viene al galgo, su padre es un guitarrista inglés que desde bien pequeño le mostró los insondables caminos de la música afroamericana, de la que el chaval quedó prendado sin remisión. De esta forma, sus maneras a la hora de manejarse con números up-tempo cercanos a los rompepistas de northern soul, soul-funk al estilo Stax, medios tiempos al estilo Chicago o alguna que otra balada salida de las profundidades del alma, son tan diestras como podría exigirse de alguien que tuviera el color de piel, en principio, más adecuado para estas lides.

Además, el joven tiene un talento bastante sobrado. Todo el disco que presenta ahora ha sido ideado, compuesto, arreglado y producido por él mismo. Ha puesto toda la carne en el asador para poder hacer el mejor disco posible y la verdad es que el proceso, visto el resultado, ha merecido la pena. Además de canciones tan inmediatas como I Made A Deal With Myself, todo el álbum es un dechado de ritmo frenético, buen gusto en los arreglos y cariño por las raíces de la música que se está trabajando. She Took Me Back, But I Do o It's Not Wrong, en la que da muestra de su querencia al blues, terreno en que también se mueve más que bien, son ejemplos infalibles de la capacidad para encender corazones y llenar pistas de baile de este muchacho, que llega ahora a España, junto a su, según se comenta, bastante potente banda, en una mini-gira que únicamente pasará por València (Loco Club, jueves 6 de febrero) y Madrid (Clamores, sábado 8). Cita obligada, pues, para amantes del soul más auténtico.


Enlace de escucha de su último disco en Spotify