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jueves, abril 16, 2020

Entrevista a Néstor Mir: "Tengo la sensación de que conforme me voy a haciendo mayor sacar un disco se va convirtiendo en un acto heroico"



En la anterior entrevista que te hice con motivo de la publicación de “La disolución doméstica” me comentabas que había un cambio de visión sobre ti mismo, del ti mismo y que tardaste en encontrar de nuevo la forma de definirte de forma artística y musical, y crear un nuevo personaje. Y reflexionabas que este personaje tenía los días contados y que llegaría un momento que necesitarías nuevos resortes para reinventarte. ¿Has construido o se ha recreado un nuevo personaje en esta nueva etapa musical? Si es así, ¿Cómo te estas sintiendo con esa nueva figura?, y, ¿cómo cuándo lo has encontrado lo has proyectado musicalmente en las nuevas canciones? 

Bueno, sí, está el tema de reinventarse o morir, ¿no? Y estos procesos son lentos, digamos que con La Disolución Doméstica y La Batalla Vital inicié y cerré una etapa, una etapa muy relacionada con el teatro, con la creación de personajes en un entorno de cotidianidad, de historias que podían pasar en una comunidad de vecinos o en una familia. Cuando acabé la batalla vital me quedé vacío, consciente de que había llegado al final a de un viaje. Estos momentos, cuando tienes la costumbre de tirar para adelante y mirar muy poco para atrás, son bastante dramáticos, a quien me encontraba le decía que no estaba haciendo nada, que no tenía nada que decir ya. Pero en realidad, la mente humana es una máquina que no deja de trabajar, estamos siempre maquinando, pensando, investigando, aun cuando pensamos que estamos quietos, tranquilos, vacíos, estamos buscando el camino que nos va a llevar al siguiente estadio. Me da más miedo mi yo subconsciente, que no sé nunca que está tramando, que mi yo consciente, que más o menos tengo controlado. Así que, junto con el vacío que provocó en mí la batalla vital, iba implícita la gestación del siguiente personaje, proyecto o creación. 

Me gusta pensar que no hay una idea preconcebida que te lleva a la creación del nuevo personaje, en la vida te pasan cosas, tú intentas afrontarlas y el resultado de esta gestión de los nuevos problemas o situaciones es solo que te lleva a ser otro, otra “persona”. Para un músico, o creador, es importante tener algo que decir, no hay nada peor que no tener nada que decir, cuando no tienes nada que decir, la mejor de las creaciones musicales se esfuman porque no tienen peso. Y no hablo de escribir, de que haya un sentido en las palabras escritas, hablo de música, letra, o del medio que utilices para expresarte, detrás de lo que expresas debe haber un discurso, aunque el discurso sea que no hay discurso, un motor que te tire hacia adelante, un motor que tenga profundidad, algo en la parte totalmente opuesta del “estoy aquí por la fama, el reconocimiento y el dinero”. Hay multitud de buenas propuestas que desaparecen porque no tienen el peso del discurso, no tienen consistencia filosófica, y se diluyen en el tiempo de la misma manera que se diluye la energía de la gente que los pone en marcha. 

En cuanto a lo que respecta a mi nuevo “personaje” no he hecho más que empezar una relación con él. Tenía pensadas algunas proyecciones, viajes, una forma de que creciera, de seguir con el discurso del que había nacido. Pero con el tema del coronavirus todo ha quedado suspendido, en estos momentos todo lo que tenía planeado para seguir sacando oro de la mina que había encontrado se ha quedado en un impass, todo lo que había pensado tenía que ver con lo que explico en el disco, buscar una aventura vital, salir del entorno local, viajar, cambiar de curro etc. y eso, hasta que no salgamos de esta situación y veamos cómo van a ser las relaciones humanas en los próximos años, no va a ser fácil saber si lo voy a poder retomar o no. Quiero decir, que siga pudiendo escribir canciones e historias después de este disco que surjan del mismo motor creativo.

Con la crisis sanitaria por el Covid-19, nos hemos golpeado bruscamente con la realidad de que no estamos preparados una nueva forma de vida que pueda implicar que por algún tiempo no podamos desarrollar nuestras actividades de forma presencial. Teletrabajo, docencia, estudios, reuniones de negocios, todo el sistema capitalista y laboral se ha encontrado con unos nuevos retos que son muy difíciles de superar en poco tiempo (el par de meses que estaremos en confinamiento). Ni los trabajadores, ni los padres, ni los hombres de negocios, ni… ni …en un bucle infinito podía imaginar esto, al menos en España. Quizá aquí me desvié un poco de lo que es el motivo de la entrevista, pero pienso que hablar contigo es hablar de todo. ¿Cómo crees que será el después? 

                                                                                         Foto: Susana Galbis

Bueno, a mí me gusta verlo todo como una oportunidad, tampoco lo estábamos haciendo tan bien en el mundo que vamos a dejar atrás, sí, podíamos salir todos los días pero nuestra propia acción estaba y está destruyendo nuestro mundo. También es verdad que primero tenemos que salir de ésta. Aún no sabemos cómo va a acabar la historia, de vez en cuando pienso en la peli Melancholia de Lars Von Trier, no somos capaces de afrontar la catástrofe final, todos pensamos que el asteroide va a pasar cerca de tierra y no va a chocar contra ella, pero cuando de repente el asteroide hace un giro extraño y finalmente sí que va a chocar con la Tierra, solo en ese momento somos capaces de ver que el final estaba escrito desde el minuto cero de la crisis. Ahora parece que el asteroide está pasando de largo, pero aún no sabemos si de repente va hacer giro brusco y las cosas van a ir a peor. 

Pero, si las cosas no van a peor, si hay un después, una normalidad, después de la crisis, vamos a tener que, como humanidad, responder a muchas preguntas. Quizás los parones energéticos tengan   que imponerse una vez al año y tengamos que estar confinados uno o dos meses al año para preservar el medioambiente, quizás tengamos que potenciar el teletrabajo, lo cual ayudaría también a la preservación del medioambiente. Se tendría que potenciar en este sentido la idea de la alfabetización digital y la democratización del acceso a los medios digitales para acceder a la formación e información digital. La crisis no llega en el peor momento, precisamente porque a diferencia de años pasados, sobre todo a diferencia con el siglo XX, el mundo virtual, hoy en día, ya es una realidad. Puedo comunicarme con mis padres a través de la videollamada, puedo quedar con mis amigos a charlar tomando unas birras a través de las videollamadas colectivas y podemos trabajar desde casa. 

En lo que a mí respecta el 80 por ciento del trabajo que hacía en a biblioteca lo podría hacer desde casa. Los nuevos gestores tendrán que evaluar el trabajo no ya por el tiempo que pasas detrás de una mesa sentado en un despacho u oficina sino por proyectos y resultados, y eso, sinceramente, es bueno. La era digital da un sinfín de posibilidades que aún no hemos sido capaces de explorar porque estamos demasiado atados a lo físico, al pasado. El futuro es digital, y allí hay todo un campo por explorar y explotar. En definitiva, lo que quiero decir, es que esta crisis sin la posibilidad del acceso digital hubiese sido una tortura, y si estas crisis se van a convertir en algo cotidiano, que es lo que creo, vamos a tener que trabajar mucho para que todas las personas puedan tener acceso a una vida digital. Porque al fin y al cabo de eso se trata, de pasar de la vida física a la vida digital. Ese es el cambio de paradigma que estamos experimentando hoy en día, a no ser que se vaya todo a la mierda, entonces, volveremos a las cavernas. 


He leído que el disco gira en torno a una idea de viaje y de formar una nueva vida con tu familia lejos de València, concretamente en Canadá. Creo que como ser humano siempre necesitas nuevas fuentes de alimentación y que a veces idealización de tu yo del futuro plantea desafíos muy personales que no te tocan solamente a ti sino a todo el entorno familiar que te rodea. ¿Cómo vivís todo esto en el seno interno de la familia? ¿y cómo ha afectado el no ser viable la idea de vivir en otro lugar del mundo?

“Ets una xica molt bonica i sempre m’has agradat molt. Mai vaig pensar que tindria parella i fill però ara mira’m ací estic. Amb tu i amb el xiquets construint el nostre propi camí a cada pas. I ara et propose un pas més enllà creuem l’oceà, et voldries vindre amb mi?” 

Como te comentaba más arriba, este proyecto ha quedado suspendido, hay demasiada incertidumbre, pero te puedo decir que cuando escribí las canciones del disco pretendía que ese deseo de irme con mi familia a otro país se llevase a cabo en el corto plazo, es decir, tuve la idea en enero y quería irme en el mes de septiembre siguiente. Cualquiera sabe que las posibilidades de éxito de un plan a corto plazo son ínfimas, que logres realizar un plan tan bestia en el corto plazo es como si te tocará el gordo de navidad. Se puede decir que es de esta confrontación entre el deseo de irme y la imposibilidad real de irme de donde surge el material para escribir el disco. La fuerza para afrontar la realización de un nuevo disco, con todo lo que ello conlleva: tiempo, energía y dinero. Echando la vista atrás, y pensando en lo que decía antes del encierro, veo aquel periodo como una tiempo de enajenación mental, quería una cosa que desde fuera cualquiera podía ver que era imposible, el único que era incapaz de verlo era yo, y de esta frustración o deseo de cumplir lo irrealizable, surgen las canciones y las historias que cuento en ellas. Ahora, cuando llegó el mes de septiembre, ya tenía escrito todo el disco, y la imposibilidad de “escapar” fue un hecho, comencé a trabajar en el mismo proyecto pero no ya en el corto plazo, sino en el medio plazo, y en el medio plazo, con la sangre fluyendo por tus venas con más pausa todo es más realizable, complicado, pero factible, y en eso estaba hasta que apareció el virus. Ahora como te digo, todo está en el aire, hay una imposición externa que va a condicionar nuestras relaciones y nuestras proyecciones en le corto, medio y largo plazo. 


¿Buscar otro país, otra ciudad, es en parte un agotamiento de València o más bien encontrar otra forma de entender la vida, la cultura o la civilización?

 No, no tiene que ver con València, tiene que ver con el deseo de viajar a otros lugares, buscar nuevas experiencias vitales, conocer nuevas personas con ideas diferentes que te puedan enriquecer, tener nuevas perspectivas, seguir creciendo como ser humano. Cuando fuimos a Montréal en el 2018 lo que más me interesó fue el poder tomar distancia de lo que aquí está pasando, no solo en València, sino en España. Europa es un continente viejo, con viejas historias insuperables a las que hay que dedicarle mucho tiempo de negociación para llegar a un consenso, mira el BREXIT, y cuando llegas a un país tan gran como Canadá, tan grande como Europa pero con los mismos habitantes que España, piensas que a lo mejor allí sea más fácil respirar. O por lo menos durante un tiempo tu cabeza esté preocupada por cuestiones diferentes a las que aquí te tienes que enfrentar día a día. 


No podemos obviar el cambio lingüístico que hay en el disco. Con Home Gran ya pudiste ir familiarizándote con cantar en valenciano, un proyecto donde la traducción también estaba presente, en el que traducías y cantabas en valenciano las letras de Neil Young. ¿Pero como ha sido escribir tus letras propias en valenciano? Me gustaría que nos explicases un poco como entiendes el uso de cada lengua (Francés, español, valenciano y no sé si lo has hecho en inglés) a la hora de escribir las letras y de interpretarlas. Y si piensas que en cada una de ellas la forma de esconderse, mostrarse, creerse, vivirse, respirarse y expresarse cambian, además de saber si en cada una de ellas encuentras recursos diferentes con los que puedas jugar.

Hay una voluntad reivindicativa, un necesidad de reivindicar mis raíces valencianas, mis abuelos maternos eran de Nazaret, hablaban en valenciano y mi madre siempre me contó que ella dejó de hablar valenciano porque el castellano era la lengua culta y el valenciano la de lo analfabetos. Eso era algo que tenía que recuperar, una cuestión personal de conectar con mis raíces, algo que le debía a mis abuelos pero, para hacerlo bien, tenía que poder expresarme bien. Yo di valenciano en el cole, y para mí es una lengua familiar porque como te digo, con mis abuelos hablaba en valenciano, pero una cosa es hablar y otra escribir, pensar en valenciano. Llevaba desde el 2005 con esta idea rondando por la cabeza pero, en esta ocasión, tenía claro que no iba poder forzar el asunto, que iba a necesitar tiempo para asimilar la lengua. Como comentas en la pregunta, fue crucial empezar con el proyecto de Home Gran, que finalmente me ha servido de ejercicio práctico y de puente entre La Batalla Vital y este disco. La traducción y la grabación de los temas de Neil Young me dieron el empujón definitivo por dos razones, por un lado me gustaba mi voz en valenciano y por otro me di cuenta de que el valenciano encaja muy bien para cantar, hay muchos monosílabos y palabras agudas, como en inglés. A esto se sumaba que cuando me puse a escribir material propio no me sentí limitado por la falta de vocabulario o por la falta de control de las estructuras gramaticales, sentía que dominaba el valenciano tanto como el francés y que con esta lengua podía llegar a transmitir lo que deseaba transmitir, sin quedarme a medias. He escrito también en inglés pero mis recursos son más limitados, y como mi pretensión creativa siempre ha estado basada en la letra fue un recurso que abandoné al poco de decidir componer canciones. No es algo que descarte para siempre pero sí que creo que necesitaría una inmersión lingüística potente para poder llevarla a cabo, y ahora mismo es algo que no me interesa. Finalmente, no creo que una lengua te de algo que no te den las demás lenguas, las lenguas son un instrumento que envuelven una idea, no es el idioma lo que lleva a la idea, el idioma, en mi caso es circunstancial, el francés se encontró circunstancialmente con "De l’Amour à l’Abîme" y con "La Nuit Subatomique", el castellano con "La Disolución Doméstica" y "La Batalla Vital" y el Valenciano con "Un Immens i infinit continent". Hay personas que dicen que les gusta más como canto en francés, otras en castellano, otras en valenciano. Yo por mi parte no pienso en ellas más allá de lo que me aportan en cada momento y me gusta poder tener un abánico amplio de posibilidades. Suelo tender a huir de aquello que me encasilla y el cambio de idioma ayuda.
Creo que en este disco te has soltado en algunas canciones en la forma de cantar como “Terra!” o “Vinc del no res”, es como si te deshicieras de algo mecánico y fluyera la letra de forma muy melodiosa, no sé si en algunos momentos has notado que has dado un paso adelante en este sentido y te has quitado ciertos miedos o respetos. ¿Trabajas de alguna forma el crecer en la forma de cantar? 

Pues no sabría qué decirte, me alegra que tengas esa percepción porque si bien creo que mi fuerte está en las letras y en la escritura de canciones, uno de mis puntos débiles es la voz, otro es la técnica como instrumentista. Soy muy consciente de la limitación de mi voz por eso siempre he tendido a rodearla de algo que la desproveyera de ese protagonismo que siempre se le ha atribuido en el mundo del pop rock. Como te he dicho antes, para mí lo más importante son las letras y la estructura de las canciones. Muchas veces oigo cosas interesantes pero que al oír el mensaje me quedo totalmente frío, y decepcionado, una buena voz, o un grandísimo instrumentista no da como resultado necesariamente un buen compositor o escritor de canciones, suele dar un buen interprete, cosa que, dicho de paso, yo jamás seré y que nunca me interesó ser, y es que es muy difícil escribir una buena letra de canción y los músicos, en muchas ocasiones no le prestan la atención y el cuidado que se merecen.

Foto: Susana Galbis

Las dos canciones que mencionas, sobre todo "Vinc del no res", muestran, como dices, el punto culminante en mi crecimiento como escritor de letras de canciones hasta el momento, no es la primera vez que escribo letras de este tipo pero sí es la primera vez que creo que son una muestra del perfeccionamiento de la técnica, de la investigación, para conseguir el equilibrio entre la palabra y la melodía. Tanto "Vinc del no res" como "Terra!", son canciones pensadas y repensadas y creadas muy premeditadamente. En este disco hay poco margen para la improvisación y cada letra y estructura de canción tiene un peso específico. En cuanto a mi forma de cantar, decir que he dejado de intentar cantar con “volumen” para pasar a cantar al estilo de Leonard Cohen, mediante el susurro, de alguna manera esto también se lo debo a la revolución digital, llevo un pedal de voz que me ayuda a que mi voz tenga más presencia sin tener que forzarla. 

Al llegar al estudio éste era uno de los mayores retos que teníamos que afrontar ya que los ingenieros de sonido siempre prefieren grabar una voz limpia para trabajar con ella a posteriori. Yo le dije a Luis que estaba cansado del suplicio de cantar a pelo, que quería cantar con efectos, que no quería forzar la voz porque este era un disco susurrado, no gritado, y la verdad es que llegamos a un consenso: de la línea de grabación salían dos voces, una con la voz limpia y otra con efectos. Así Luis tenía el material que necesitaba para la Postproducción y yo por primera vez en mi vida canté súperagusto protegido por el colchón de seguridad que me daba los efectos de sonido.

En “La disolución doméstica” había diferentes personajes en las historias, por lo que sentí al escuchar el disco y por lo que hablamos era más una reflexión, crítica o lo que necesitarás expresar de todo aquello te rodeaba en un plano más social, más colectivo. El nuevo disco lo narras totalmente en primera persona. Este disco para mí es como una respuesta necesaria a una de las tantas crisis existenciales que podamos tener en esta vida, quizá sea un tanto más determinante, es como el darse cuenta de la madurez (la tercera o cuarta madurez, pero madurez, al fin y al cabo), de lo que fue la vida y es ahora, de tantas cosas que finalmente te pueden desbordar y crearte vacíos o bajones. ¿La primera persona en todo momento responde un poco a todo esto, ¿no? 

Es verdad que es la primera vez, creo, que uso un tono confesional en primera persona, en discos anteriores a "La Disolución Doméstica" y a "La Batalla vital", como apuntas, narraba las historias de un grupo de personas, los habitantes de un finca en "La Disolución Doméstica", y el conflicto en una familia en "La Batalla Vital". Antes de estos dos discos también solía utilizar un narrador en primera persona, o uno en segunda o en tercera que me permitía hablar indirectamente de mis cuitas pero, a diferencia de este disco en aquellos discos en francés, o en los anteriores en castellano, los que publiqué bajo el seudónimo de M, la forma de afrontar los conflictos era más abstracta, menos directa, el mensaje estaba más soterrado, había que leer muy atentamente las letras para aproximarse a su significado aunque lo que buscaba, realmente, era que cada uno llegara a una interpretación personal del mensaje. En este disco todo está más a la vista, el conflicto, los sentimientos, la situación, he hecho mucho hincapié en ser claro, en exponer el conflicto con claridad. Pero más que una crisis existencial o una crisis de madurez, lo que hay es una persona madura que sigue escribiendo canciones y que ha decidido, esta vez, exponer sus problemas para sobrellevar la vida. Problemas íntimos, personales. Dar este paso para mí no ha sido fácil, mi escritura, desde siempre, pretendió ser indirecta, nunca he querido ser una narrador explícito, siempre he preferido, o contar historias inventadas de los demás o, si contaba algo más personal, parapetarlo tras acertijos o enigmas. Obvia decir que los seres humanos estamos en crisis constante, da igual la edad que tengas, lo que varía es nuestra forma de enfrentarnos a ellas, nuestra manera de intentar sobreponernos a ellas, y como vamos creciendo, o madurando, inevitablemente, no vamos a afrontar las cosas de igual manera a los veinte, que a los treinta o los cuarenta. 


Un disco que se construye, crea y da forma junto a uno de tus mejores compañeros de vida, con tu amigo Micalet Landete. ¿Cómo surge este proyecto en común? Seguramente sea la deriva natural de muchas etapas de vuestra vida juntos y ahora salte esa conexión al plano musical ¿Cómo lo has vivido? ¿De qué forma te enriquece? Entiendo que te hará sentir orgullo y satisfacción. También me gustaría que nos contarás que ha aportado Micalet, como te ha ayudado a visionar esta nueva obra, y de qué manera habéis trabado. También sumando la aportación de Luis en Little Canyon.


En lo últimos 15 años, Micalet y yo hemos compartido muchas experiencias, no solo musicales, también vitales. Nuestra amistad se forjó durante los montajes de Incrustados en el Escaparate, él estaba en pleno bajón, en plena remodelación vital y creativa y me gusta pensar que gracias a esa experiencia, a la que tanto él como otros músicos y músicas valencianos se sumaron en cuerpo y alma, empezó a ver la luz. No olvidemos que fue en Incrustados en el Escaparte donde se presentó por primera vez bajo el nombre de Senior. Después vinieron viajes transatlánticos a Argentina y Uruguay en el 2007 (Tras la pista de los Suicidas) y a EE.UU. en el 2008 (La conquista del Oeste o La muerte de Uli Zuma), viajes-aventura que hicimos juntos y con otros amigos y que marcaron nuestras vidas. 

En el 2009 nacieron nuestros primeros hijos, y esa experiencia nos ha llevado a seguir compartiendo experiencias. Pero, nunca desde que nos conocemos, habíamos mezclado antes amistad y creación musical. Si bien siempre nos hemos apoyado en la planificación del lanzamiento de nuestros discos, siempre nos hemos apoyado en el tema de la gestión, nunca habíamos cruzado la línea personal de la creación musical, cada uno tiene su estilo y su forma de ver las cosas y así ha sido durante años hasta llegar a este manojo de canciones. Digamos que las canciones de un "Immens i Infinit Continent" están escritas en un lenguaje que Micalet entiende a la perfección, tanto es así que después de oír las nuevas composiciones en un concierto que di en marzo del 2019 en el Tulsa me dijo: sé cómo deberían sonar esas canciones. Y le tomé la palabra, bien, vale, le dije, pues, hazme la producción de este disco. Y por primera vez en todos estos años le pasé las maquetas de mis canciones, no ya para estar informado sobre el proceso de creación sino para que me diera indicaciones creativas. Y Micalet opinó sobre esas maquetas y me hizo apuntes que me ayudaron a corregirlas y mejorarlas. 

A finales de agosto los temas estaban maquetados, en el puente de Octubre nos fuimos al Delta del Ebro a pasar allí unos días con la familia, nos comimos una paella de anguilas y cangrejo azul-invasor, y tomamos la decisión de que el mejor estudio donde grabar estos temas era Little Canyon. Micalet ha grabado casi toda la discografía de Senior & el Cor Brutal con Luís. Yo había grabado con él los dos e.p.’s de Home Gran. Acabé muy satisfecho con el sonido, eran canciones folk-rock pasadas por un túrmix de modernidad gracias a los efectos de las voces y las bases pregrabadas y Luis comprendió muy bien la idea. Las composiciones de "Un Immens i Infinit Continent" son una consecuencia de haber creado Home Gran, tanto lírica como musicalmente. Por lo tanto era bastante lógico seguir grabando estos temas en Little Canyon. Pero grabar con Luis no es solo entrar en el estudio, volcar el material e irte, se entrega obsesivamente a su trabajo y resultó ser un complemento perfecto para llevar a cabo las ideas de producción que teníamos en la cabeza tanto Micalet como yo: bases, sintes, efectos de voz, guitarras limpias con echo, más percusión que batería, un bajo contundente etc. De alguna manera, en cuanto entramos al estudio, se puso también el traje de productor, se notaba que le gustaban los temas y esa predisposición a aportar ideas con el fin de mejorar el resultado final ha sido determinante para conseguir ese sonido tan peculiar que tiene el disco.

En el plano musical se nota toda una expansiva gama de matices sonoros que son un tanto novedosos en la música de Néstor Mir. Pienso mucho en bandas americanas que dan a sus guitarras un sonido muy cristalino y muy luminoso como unos Real State (el principio de "Creuar l’ocea"…). Sé que has hablado de que escuchabas mucho War On Drugs pero me gustaría saber si en el plano de guitarras y efectos existen otros nombres que os hayan guiado en la nueva aventura. 

                                                               Foto: Susana Galbis

Hay un trabajo previo a la entrada al estudio, e incluso, un trabajo previo a la composición de las canciones, un trabajo sónico que, este sí, empezó con "La Batalla Vital". Fue entonces cuando me pasé al mundo digital, en el sentido que empecé a trabajar con efectos de sonido para la voz, bases preprogramadas que lanzaba en directo, loopers etc. Todo ese trabajo sónico, muy ambicioso, por otro lado, de "La Batalla Vital", está en Home Gran y en "Un Immens i Infinit Continent" pero partiendo de unas premisas compositoras más humildes, con una voluntad de volver a lo sencillo, a lo directo, donde una nota pudiera atravesar toda una canción. Muchas de las canciones de "La Batalla Vital" son varias canciones en una misma, un reto que venía arrastrando de "La Disolución Doméstica", pero cuando compuse el primer tema de "Un Immens i Infinit Continent" me situé en la posición opuesta, reforzar la idea de que una canción fuera una sola canción y a ser posible que la variación de tonal fuese la mínima. Es el caso de "Vestit d’estiu", está construida sobre tres arreglos diferentes del mismo acorde, LAm, tres melodías distintas para un mismo sonido global, una nota que atraviesa toda la canción. 

Esa ha sido una de las máximas que han acompañado la composición de las canciones y esto ha sido lo que ha permitido crear estas atmósferas y que entrasen tan bién los sintes. Los sintes necesitan espacio y tiempo para crecer en su sonoridad y riqueza de matices, no hace falta que suenen muchas notas, hay que poder jugar con una sola nota durante mucho tiempo. En cuanto a las influencias, no he oido a fondo a Real State pero sí a War on Drugs y a Kurt Vile, de ambos he sacado ideas para conseguir un sonido específico. Tenía claro que quería sonar de una manera concreta, que quería sonar actual, y para ello era importante tener claros el sonido de la guitarra, limpia pero con echo; el sonido de las bases, los sintes y el tratamiento de la voz. Es impresionante como suena la voz susurrada de Adam Granduciel en los discos de War on Drugs, o como consigue esos ambientes sónicos combinando guitarras limpias y sintes. O como suena la guitarra limpia de Kurt Vile. Pero no solo eso, también está su forma de escribir, de decir las cosas, de expresar sus sentimientos, sus letras y su forma de cantar esas letras también han sido una gran inspiración para mí.

La banda con la que te has juntado es de altura, Pau Aracil  en el bajo, a la batería a Juan Barcala y los teclados de Amadeo Moscardo, todo el conjunto consigue un empaque muy potente en las canciones, son temas que entran muy bien y que se expanden en el interior hacia muchos caminos. ¿Qué premisas se dieron previamente para darle forma a los temas? ¿Cómo fueron amoldándose en la personalidad de cada músico? Y cómo ha sido el trabajo, algo colectivo en la puesta de ideas en común o cada instrumento por un lado. 

La verdad es que al igual que con Micalet o Luis, he tenido mucha suerte con los músicos que han participado en esta grabación. Sea dicho de paso, en València hay mucho, mucho nivel, somos una ciudad donde tenemos la suerte de poder contar con músicos de mucha calidad y creo que esto está repercutiendo en que los discos que grabamos son cada vez mejores. Tanto Pau, como Juan o Amadeo son músicos que no solo tocan bien sino que además tienen un conocimiento musical súper extenso, quiero decir que son personas que han escuchado mucha, mucha, música. Al final, la formación musical no es solo lo bien o mal que tocas un instrumento sino tu capacidad para comprender el reto que tienes ante ti y tu capacidad técnica y tus recursos para solventar el reto que se te propone. 

Trabajé con cada uno de ellos por separado, aún no han coincidido juntos en un mismo local. Íbamos a hacerlo para la presentación de mayo, pero justo el 21 de marzo, cuando íbamos a ensayar declararon el estado de Alarma. Con los tres quedé dos o tres veces por separado, revisamos los temas, probamos ideas y dejamos más o menos concretados los borradores. Les di las referencias que he comentado antes, sobre todo les hablé del "Deeper Understanding" de War On Drugs. A Juan le expliqué que buscaba un percusionista que pudiera acoplarse bien a las bases pregrabadas. Que no entrase en competición con ellas. A Amadeo le comenté que buscaba texturas de sinte, no tanto tocar el piano, sino más bien crear ambientes, y a Pau le dije que los bajos iban a tener una gran presencia y que, aunque limpios, debían ser contundentes. Faltaba que todo aquello se acoplase en el estudio pero, son muchos años en el mundo de la música y todo me decía que si no había ningún elemento perturbador externo, todo iba a ir bien. Y lo hubo, pero por suerte no lo suficientemente determinante como para echar al garete la grabación. 

Foto: María Cardenas

Aquí hago un inciso para explicar la vulnerabilidad de todos estos proyectos. Tengo la sensación de que conforme me voy a haciendo mayor sacar un disco se va convirtiendo en un acto heroico. Y no solo porque no siempre es fácil encontrar algo de lo que hablar, un motor lo suficientemente potente como para poner en marcha toda la maquinaria que supone la composición, grabación y publicación de un disco, sino que además, conforme te haces mayor estás cada vez más sujeto a la volatibilidad vital: hijos, trabajo complementario, padres y ahora, además, las pandemias. Suelo ser una persona que planifica con mucha antelación todo lo que hace para disminuir al máximo los riesgos de volatibilidad vital, lograr cuadrar agendas a veces es toda una odisea, pero esta vez, la grabación estuvo a punto de irse al traste por motivos de causa mayor. Mi padre sufrió una ataque al corazón antes de verano y le dijeron que le operarían en otoño. Cuando cerré las fechas de grabación se suponía que o bien ya le habrían operado y se habría recuperado o bien le operarían más tarde pero, dio la casualidad de que le llamaron para que se operase justo dos semanas antes de entrar en el estudio. Cuando mi padre salió de la operación todo parecía haber ido bien pero la realidad fue que aquella misma tarde entró en un shock séptico que le llevó a estar entubado durante dos semanas. Una bacteria de quirófano casi acaba con él. Me pasé, todo el tiempo que estuve grabando, del estudio al hospital. Y cuando llegaba al hospital las noticias no siempre eran buenas. Mi padre estuvo más de 25 en la UCI, con respirador, semiinconsciente, sedado, cada día nos decían una cosa y no sabíamos qué iba a pasar. Recuerdo un par de días críticos, días que pensaba que mi padre iba a morir. Ambos estaba en el estudio y tuve que irme corriendo al hospital. Uno fue el día que grabó las percusiones Juan Barcala; el otro, el día que grabé las voces. Finalmente acabamos la grabación, mi padre continuó tres semanas más ingresado en el hospital y más o menos a principios de diciembre le dieron el alta.

"Terra!" la compusiste la última, pero aparece en el inicio como toda una declaración de intenciones. Me da la sensación que esta canción en parte podría tener diferentes lecturas. Por un lado, creo que somos en parte un poco caprichosos con todo aquello que anhelamos o queremos, el principio de la canción me da la sensación es que quiero ir a un sitio, pero voy y allí no me siento bien, y así de uno a otro. Es como que no nos conformamos a veces con lo que tenemos. ¿Qué piensas sobre este comportamiento humano?

Pienso que los seres humanos, incluso los más lúcidos, no hacemos más que dar tumbos, improvisar y construir discursos que explican nuestras vidas a posteriori. Buscamos la legitimidad de nuestras acciones una vez los actos se han convertido en hechos pero lo cierto es que no tenemos ni idea de dónde vamos y eso nos hace ir de una lado para otro. Esto nos lleva en muchas ocasiones al desasosiego, a convivir con un constante estado de ansiedad e insatisfacción. Queremos algo pero no sabemos lo que es y cuando tenemos algo que creemos que nos satisface nos damos cuenta de que no era lo que queríamos y así una vez tras otra. Por eso de vez en cuando, aunque sea una ficción, aunque sea de nuevo algo que nos hemos inventado para sobrevivir, mola saber dónde vamos y dónde queremos ir. Construir el discurso desde antes que se produzca el acto de iniciar el camino. Y eso es lo que pasa en esta canción: el personaje (es decir, yo) va dando palos de ciego durante toda la primera parte del tema, intenta entender lo que le está pasando pero no lo logra, tampoco logra hacerse entender por los demás, que es casi peor, porque desde fuera te ven como un tarado; la segunda parte, cuando el personaje encuentra el transatlántico, encuentra la solución: huir. Huir para como dice el trozo de canción que has puesto en la pregunta: “Reomplir el meu cap de nous espais i idees.Trencar amb murs i tanques que m’estaven ofegant. Vaig creuar nits fosques, tempestes i huracansI quan es va fer la llum algú va cridar: Terra!” Huir para encontrar una nueva vida en una “Tierra” nueva.

Un proceso vital en el que has sufrido de forma muy bestia pero que has canalizado en este nuevo disco. 

Llevo desde el año 94 grabando mis canciones, la primera maqueta que saqué con temas propios se llamaba “Miles de guerras en mi cabeza” desde entonces hasta ahora he ido refinando la manera de canalizar mis experiencias vitales hacia composiciones musicales. Esto también ha sido un proceso y he ido dando muchos tumbos, pero hay que decir que en estos momentos se confirma el dicho de que la experiencia es un grado. En el 2000 saqué un disco que se llamaban "Sol Turbado", bajo el seudónimo de M y desde el 2000 hasta el 2003 estuve grabando temas, finalmente saqué un disco con 16 canciones, "Ojos de Coral", ambos discos están en mi bandamp. Digamos que todos esos discos, e incluso los dos discos que ya como Néstor Mir publiqué en francés, son discos a los que les faltaba un andamiaje teórico sobre el que resposar. Un discurso, una filosofía. Como he dicho al principio de la entrevista las ideas sin justificar no son más que ideas que el viento se lleva con el primer soplido. 

De que hablaban todos aquellos temas, no lo sé, y no lo sé porque no me había parado a reflexionar sobre lo que quería hablar, sobre el discurso que había detrás. La creación no es un lugar donde todo cabe, donde todo se puede grabar, donde toda idea es una buena idea, donde uno solo escribe cuando está inspirado, la creación es un trabajo constante de eliminación y de renuncia, es un trabajo constante de rechazo, rechazas una tras otra ideas que te parecen geniales pero que en realidad no son más que eso, fogonazos, tiros al aire que pegas en busca de algo más concreto; y la única manera de saber qué idea es buena o no, es saber lo que estás buscando.

Con los dos anteriores trabajos dejé atrás esa sensación de ir dando bandazos creativos, esa sensación de no tener una dirección, de creer que la mera inspiración te puede dar buenas canciones. Lo que te da buenas canciones es saber lo que quieres contar y lo que quieres componer. Pero, esto, evidentemente, no es sencillo. Ni es sencillo, ni como decía al principio tenemos siempre algo que decir. Por eso, y contestando a tu pregunta, sí, cuando apareció esa situación vital en la que yo deseaba algo con mucha fuerza y el propio paso de la vida me lo ponía cada vez más difícil, ponerme a componer la primera canción fue un acto reflejo que me ayudó a mantenerme cuerdo, un acto reflejo del cual nació un entramado teórico sobre el que pude componer el resto de canciones, y ojo, a eso hay que añadirle todo la parte técnica que he explicado anteriormente, es decir, todo el trabajo de investigación previa que había hecho en cuanto a sonido: bases, sintes, guitarras, voces procesadas; estaban también en el momento adecuado para poder contar esta historia. Componer las canciones que narran un estado vital en el presente es un verdadero milagro, es como grabar un pájaro exótico en la cima de una montaña en un momento temporal preciso, no sé, justo el día antes de la llegada de la primavera. Como digo, un milagro. 

Foto: Susana Galbis

En “Mai tocarás Fons”, esto ya es un nivel muy personal que entenderé que no contestes que hablas un poco de una crisis de pareja… 

"Mai tocarà Fons Per un temps molt llarg. Vaig tindre la ment totalment en blanc sentia la teua veu Com si fora un fantasma dins del meu cap. Estic intentant explicar. Que no és gens fàcil traure Les idees que passenpel nostre cap. Però ara ja ho tinc clar. Vull tindre’t sempre al meu costat Passe el que passe. Sempre trobarem un lloc on anar. I pel camí. Continuarem escoltant Cançons que acaronaran La nostra complicitat"

 Cuando vives en pareja, las decisiones ya no se pueden tomar unilateralmente. Todo este proceso de creación que he explicado a lo largo de la entrevista, y toda esa inquietud personal por conseguir algo irrealizable que también he intentado explicar es algo que mi pareja, y mis hijos, han vivido en primera persona. Como explicaba también al principio de esta entrevista, los proyectos en el corto plazo suelen fracasar, querer hacer las cosas deprisa y corriendo nos hace cometer errores de cálculo, poner a las personas que nos rodean en situaciones forzadas. Tendemos a pensar egoístamente que lo que es bueno para nosotros es bueno para quien nos rodea pero cuando preguntamos y vemos que no, que lo que queremos hacer no es tan bueno para la personas que están a nuestro lado como para nosotros mismos entonces, aparece la decepción. A la imposibilidad material se suma la imposibilidad sentimental, y aquí es cuando surge uno de los temas importantes de este disco: la plegaria que le lanzo a mi pareja para convencerla de que hacer este viaje juntos, en familia, ahora, ya, es lo mejor que nos podría pasar en la vida. Y aquí entran muchos sentimientos complejos y encontrados que solo el paso del tiempo pueden poner en su sitio. Las canciones hablan de un momento dado, de un tira y afloja dentro de la pareja, de una decepción, de sobrellevar esa decepción, de que esa decepción no es más que el reflejo de nuestra propia decepción. De perdonar, de perdonarse a uno mismo y de atisbar una luz tras el fracaso del proyecto.


En "Amic meu” hablas de decir adiós a tu yo joven, dejar atrás la nostalgia. Porque esa intención de ser eternamente joven. ¿Cuesta entender las diferentes etapas de la vida y amoldarse a ellas? Me pregunto ¿"amic meu" es tu yo joven?

Es más bien una mezcla entre mi yo joven y algunos amigos que tengo que aún siguen viviendo como si tuvieran treinta años. También hablo de esa sensación que tienes cuando un amigo viene a buscar en ti a tu yo del ayer y que no logra entender lo que se encuentra. Tengo amigos que veo menos simplemente por el hecho de que yo tengo hijos y ellos no, es difícil explicar que llegado un momento los ritmos son diferentes. No sé si esto pasa también sin tener hijos. Yo quiero pensar que sí, porque al margen de tener hijos o no, yo al menos, siento que mi cuerpo ya no está para demasiado carnaval, siento que necesito salir a tomar, sí, pero como a ralentí. Un vermut por la mañana, unas cervezas al borde de la playa mientras se pone el sol, otra forma de disfrutar la vida, buscar la intensidad sin caer en el exceso, encontrar los momentos importantes en los actos cotidianos, no tener la necesidad de bajar cada fin de semana al infierno.

“Un immens i infinit continent” es como una canción de redención y pedir perdón. 

Esta canción tiene su historia, durante mucho tiempo tuve clara la introducción y esa melodía introductoria pero no sabía como construir la canción a partir de esa idea inicial. Hasta que no partí en dos esa sucesión de acordes inicial no di con la canción. Para esta primera parte fue determinante dar con los versos: La nostra vida sembla, cada Volta un poc més curta. Es la idea que hay tras esta frase otra de las ideas fundamentales que explican la filosofía de este disco: el tiempo para hacer grandes cosas se nos acaba. En el 2018, intuía que, para mí se estaba acabando una etapa. Una etapa en la que aún tenía un cierto margen de maniobra: mis padres aún no son ancianos y mis hijos aún no son adolescentes. Porque sí, al final de todo, de lo que trata el mundo es de cuidar a los tuyos. Y antes de pasar a esa nueva etapa, una etapa a la que había llegado por las decisiones tomadas o no años atrás, quería buscar un broche final. Un cierre que fuera grandioso y que me diera la energía necesaria para afrontar mis nuevas responsabilidades. En la segunda parte de la canción explico qué es lo que quiero hacer antes de entrar en esa nueva etapa, es decir, cruzar el océano, y vivir durante un tiempo en un inmenso e infinito continente. Vuelve a aparecer esa idea de ir dando tumbos sin saber a dónde, castigando mi corazón y mi cuerpo. Nuestro cuerpo y nuestro corazón es lo que tenemos más a mano para castigar cuando las cosas no nos salen como teníamos planeado. Lo vamos machacando creyendo que es infinito pero un día, en una clase de Hatha Yoga, tumbado boca arriba te das cuenta de que tienes el cuerpo machacado, y, ¿por qué? ¿Por qué machacamos nuestro cuerpo y nuestro corazón?, por que no sabemos donde vamos ni donde queremos ir. Estamos perdidos.

En la segunda parte de la canción explico que por fin sé dónde quiero ir, cuál es mi lugar y que ahora que sé cual es mi lugar no debería perder esa oportunidad, pero, claro, para cruzar el oceáno necesito que mi pareja se venga conmigo, no me quiero ir sin ella, vuelve a aparecer la plegaria, la explicación de que estamos perdiendo una oportunidad preciosa, la oportunidad que, claro está, yo le propongo. Quiero destacar algo que para mí musicalmente es importante. Hay veces que te quedas atascado en un tema, sabes que le falta algo pero no sabes lo que es. En estos casos yo me pongo a escuchar discos, discos que me han gustado mucho. En esta ocasión encontré la sucesión de acordes para la segunda parte escuchando el disco, que tengo machacado, de Étienne Daho, Les chansons de l’innocence, más particularmente la canción "Onze Mille Vierges". Gracias Étienne por ayudarme a resolver el enigma de mi canción gracias a la tuya, el secreto estaba en quedarse suspendido en un acorde durante un tiempo hasta convertirlo en un puente hacia la siguiente sucesión de acordes.

Un disco totalmente confesional. Pero a pesar de lo duro del asunto, de las decepciones, de las piedras en el camino, del dolor, el disco suena por un lado con mucha nostalgia, pero por otro muy luminoso, mediterráneo, y muy bailable en el que meter los sintes ha aportado mucho. ¿Cómo crees que esos contrapicados musicales/líricos pueden encajar en la escucha del disco? ¿Y en tu forma de crearlo? 

Esto también está premeditado, el disco en realidad tiene un tempo muy lento pero hay tres canciones que te dan la sensación de que no. Y paradójicamente es esa con la idea que te quedas. Las tres canciones rápidas, son muy rápidas y como dices muy bailables, y eso me encanta. "Terra!" Que fue la última composición, sabía que iba a ser “bailable” antes de escribirla. Y esas tres canciones, a pesar de seguir ahondando en la temática del cambio de paradigma personal, de hacer algo importante antes de ese cambio de paradigma, transmiten movimiento, y por lo tanto luminosidad dentro de la frustración, ya que el disco más que de nostalgia esta envuelto de frustración. El orden del disco lo acordamos entre Micalet y yo, aunque fue él el que dio un orden final que a mí me ha parecido el más acertado para lograr captar al oyente desde la primera escucha. "Terra!" es un canción que te invita a entrar alegremente en un mundo donde en la las dos siguientes canciones te van a dar un mazazo para a la cuarta canción volver a ponerte en pie, volverte a dar un par de puñetazos en el estómago, volverte a poner en pie y finalmente, con los dos últimos temas dejarte tirado en la lona, pensando que te van a volver a rescatar, pero no, esta vez ya te quedas inconsciente, en el suelo, con el cuerpo entumecido pensando en qué cojones le he hecho durante todo este tiempo a mi cuerpo y a mi corazón.

“Sense dubte intenteu millorar Lesvostres vides trobant nous Nous horitzons per matindre viva la flama de l’amor” ¡Qué difícil es mantener la llama del amor! ¿No? Sobre todo, con una familia con niños que te plantea nuevas metas y retos de pareja y personales. En la otra entrevista te pregunté lo siguiente, ¿De qué manera se presenta la conciliación de la vida laboral y familiar en una persona como Néstor Mir? 

Tuve mi primer hijo a los 37 años, bueno lo tuvo mi pareja, pero vamos, que fui padre a los 37. A los 37 yo ya tenía mucho recorrido hecho, fui un adolescente precoz y a los catorce años ya estaba por ahí dando tumbos de discoteca en discoteca. A los 18 creía que era viejo, imagínate, quiero decir, que a los 37, tenía la sensación de, en ciertos aspectos de la vida, sobre todo los que tenían que ver con vivir la noche, no tenía mucho más que descubrir. Era un buen momento para ser padre sin tener esa sensación de estar renunciando a algo por serlo.

A nivel musical tenía la misma sensación, llevo desde los 21 años componiendo canciones y sacando discos, y en el 2008, al volver del viaje con Micalet por los EE.UU. me di cuenta de que se me había pasado la urgencia creativa. Todo podía hacerse en un plazo más dilatado de tiempo. Al final la conciliación familiar no es más que eso, trabajar constantemente cuando puedes y hacer entregas de tus creaciones con un horizonte de tiempo más lejano. Dilatar la creación en el tiempo no solo viene bien por tener tiempo para criar a tus hijos, te sirve también para ahorrar dinero, seguir invirtiendo en tu proyecto artístico y recargar pilas de un proyecto a otro. Al mismo tiempo, al reducir la necesidad de salir, ya sea por estar saturado o porque tienes una nueva responsabilidad, encuentras más espacio para crear y aprender. Por ejemplo, "La Disolución Doméstica", la escribí, trabajando durante meses, entre las 22h y la 1h de la madrugada, que era cuando le daba un biberón a los niños. 

En cuanto a mantener viva la llama del amor, creo sinceramente que igual que pretendemos ser creativos en el campo artístico, hay que ser igualmente creativos si queremos mantener vivas nuestras relaciones; no solo las de pareja, sino también nuestras amistades, nuestras familias, nuestros compañeros de trabajo. Para mantener viva cualquier llama hay que estar dispuesto a hacer un gran esfuerzo por salir de la zona de confort. Si estamos aquí estancados y estamos viendo que ya no hay nada más que sacar de aquí, pongámonos las pilas juntos para buscar algo nuevo, para construir algo nuevo. La vida no te da nada, tú eres el o la que debe ir de cara a ella y exigirle lo que crees que es tuyo. Si esperas sentado a que el amor venga a ti estás perdido, eres tú quien debes ir tras el amor. Pero, ojo, todo movimiento conlleva su riesgo, a veces moverte te hace perder aquello por lo que empezaste a moverte. La vida es así de compleja, hay que tener en cuenta que en la vida, casi siempre, pierdes, y hay que saber que aún así, aún perdiendo, ganas.

Igual que “La batalla vital” habías planteado la presentación del disco en un montaje escénico, cuéntanos un poco la idea del espectáculo (lo que se pueda contar) y cómo has vivido que esto se tenga que posponer para no sabemos cuándo por el tema de la crisis sanitaria. En tu caso, ¿has sufrido alguna pérdida económica en este sentido? 

Hay un proyecto muy chulo. Hablé con Xavo Giménez y María Cárdenas para que se encargaran de la dramaturgia de la presentación. Tienen pensado hacer una especie de homenaje radiofónico al Néstor Mir que se fue a vivir a Canadá tras presentar su disco "Un Immens i Infinit Continent" y fracasar una vez más, estrepitosamente. La presentación iba a ser los días 8 y 9 de mayo en la sala ultramar pero a día de hoy aún no podemos salir de casa, así que como te decía antes, todo proyecto, por mucho que nos empeñemos en realizarlo, está sujeto a la volatibilidad de la existencia. 
                                                                Foto: Susana Galbis

Piensa que, si hubiese conseguido mi objetivo, irme a Canadá en septiembre de 2019, si después de todas las dificultades personales y materiales lo hubiese conseguido, el 2019/2020 tenía reservado para mí dos catástrofes que me hubiesen obligado a volver a Valencia, por un lado, la intervención de mi padre y por otro la crisis mundial del coronavirus. Nuestras vidas están sujetas siempre, aunque no queramos verlo, a la aleatoriedad. La estabilidad no es más que una ficción creada por el sistema económico para conseguir vender en mercados fiables, pero lo cierto es que los seres humanos vivimos sobre un mundo cuyo núcleo es magma, lava, material en ebullición, la estabilidad no es más que una ficción en la que nos proyectamos para vivir con cierta tranquilidad, pero no es más que eso, una ficción.
Y ya que estamos hablando del tema, como crees que va a ser la repercusión de todo esto en la cultura en general y particularmente en la música. 

Mira a tu alrededor, mira el resto de continentes del mundo, mira esos lugares donde a pesar de no vivir en países con recursos o con un estado del bienestar que les protege siguen viviendo y siguen haciendo música, somos los occidentales los que vivimos en una falsa estabilidad, el resto siguen existiendo a pesar de terremotos, pandemias, tsunamis, guerras o gobiernos asesinos. No sé si vamos a recuperar la estabilidad, no sé si vamos a encontrar una nueva senda de estabilidad donde la música y la cultura puedan protegerse institucionalmente pero lo que sí sé es que la música y los músicos seguirán existiendo, eso seguro, porque la música forma parte de nuestra definición como ser humano, al igual que el arte, forman parte de nuestra esencia. En estos momentos la incógnita sobre el futuro no solo atañe al mundo de la cultura, la crisis que está ahora sobre el tapete es la sociedad de masas. La sociedad de masas en el espacio real. Es decir que la gente pueda seguir saliendo de casa en masa. Ese es el verdadero cambio de paradigma. Hace unos años el proyecto virtual Second Life quebró porque la gente aún prefería vivir en la calle que tener una vida virtual, pero, ¿y si nos obligan a quedarnos en casa? ¿No preferiremos ir a un concierto, aunque sea virtual a no hacer nada? Tengo la sensación de que este no va a ser más que el primero de una sucesión de encierros. Encierros que nos llevarán a crear una vida virtual. Quizás en ese mundo virtual podamos recuperar esa estabilidad que en el mundo real a causa de la masificación y la crisis medioambiental hemos perdido. Y ahí, como pasaba antes en el mundo real, si queremos tener un posicionamiento cultural fuerte como país tendremos que proteger y potenciar la creación cultural.

La idea de las fotos promocionales en en torno al disco , ¿Cómo surgió? ¿tenías alguna idea previa?

La imagen de la campaña es de la empresa de diseño gráfico Ortogràfic: Elena Ortolá y Juan Torres fueron los que idearon la imagen de la portada del disco y de las fotos de promoción. Llamamos a María Cárdenas para que hiciera las fotos. Durante el mes de noviembre me entrevisté con ellos para hablar de la imagen, para hablar de lo que quería. Una vez grabados los temas les mandé las canciones y las letras, también les mandé un libro que escribí, un libro que cuenta la misma historia pero de forma más extensa. Necesitaba que tuvieran toda la información posible. Les conté que había visto dos veces la película The Jocker, y que a pesar de que el disco pudiera ser considerado como una especie de declaración de amor, debía existir en la imagen una sensación de amenaza, de imposibilidad. La verdad es que acertaron desde el principio. Tenían pensado que en la portada saliera mi imagen con una medalla sobre un fondo negro. La medalla es una brújula con una cinta de la bandera de Canadá. Tras la sesión de fotos con María Cárdenas estaba clara cuál iba a ser la portada.

Más adelante, teniendo claro este marco conceptual, para la promoción en las redes he contado con Susana Galbis, ella, trabajando desde este marco inicial que proporciona la portada, ha hecho que ese universo se expandiese. Su trabajo está centrado en la difusión en Instagram y desde esa plataforma está experimentando a través de las imágenes, las canciones, las letras de las canciones y los videos que me va proponiendo. Fue también todo descubrimiento. Con todas ellas me ha encantado trabajar. Muchas veces tendemos a pensar que sacar un disco no es más que escribir una sucesión de canciones y grabarlas pero la verdad es que hay tres grandes escollos que uno debe plantearse sortear antes de ponerse a pensar en un disco: ¿tengo tiempo, energía y dinero para afrontar un proyecto de esta envergadura? Tengo las fuerzas suficientes para componer, escribir, grabar maquetas, buscar músicos, buscar estudio de grabación, pagar a los músicos y al estudio de grabación. Pensar en la imagen de la campaña, pagarla, pagar las sesiones de fotos, pagar el diseño de la portada, pensar en la campaña de promoción, ponerla en marcha y pagarla, pensar en la presentación, en la gira etc. Ser músico hoy en día, creer en un proyecto y darle vida, es un acto de fé y hay que tener muy claro que las canciones que vas a enseñar al mundo son las mejores que puedas haber hecho jamás, tan buenas como para compensar con su escucha y con la historia que cuentan, todo el tiempo, dinero y energía que les vas a tener que dedicar. La ventaja, que el tiempo está ya de nuestra parte, la urgencia ha dejado de ser un variable con la que nos enfrentamos, ahora la variable que nos apremia es la de la volatibilidad.


Foto portada: María Cardenas/Ortografic
Fotos Néstor Mir: Susana Galbis

Más Info:

Néstor Mir

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