Cecilia Krull en Conciertos en la cuarta fase (25/07/2020)

Hija de músicos, con mucha tradición musical en la familia, Cecilia Krull estaba destinada a ser descubierta en un club de jazz, como mandan los cánones de los inicios de toda gran cantante antes de ser reconocida. Clubs, bodas, bautizos y comuniones, arrastrar el ampli de un lado al otro y cantar en cualquier sitio. Esa es la historia de una mujer que de pronto, un día, se situó a “Tres metros sobre el cielo” y empezó a componer bandas sonoras para películas y series tan conocidas como “Vis a Vis” o “La casa de papel”.

Esta última, sin dudas, es la culpable de que más de uno pusiéramos Shazam para averiguar quién cantaba un tema tan profundo y emotivo en la cabecera de la serie. A partir de ahí, conste que todo esto lo contó ella misma, locuaz, simpática y dicharachera: “cuando me dan un micro ya no paro de hablar”, entre tema y tema de un repertorio que cantó descalza y a corazón descubierto. 

Pero Cecilia Krull no es la chica de las cabeceras, es, sin dudas, una voz con técnica y personalidad que lo mismo se atreve con ‘La chanson française’, que con el bolero, pero luce con su máximo esplendor en cualquier estándar de jazz interpretado con su timbre armonioso y a ratos aterciopelado.

Acompañada por el gran pianista Juan Sebastián Vázquez, Cecilia interpretó temas como “Bésame”, “Sabor a ti”, una bonita interpretación versionando un tema de José James o los de las cabeceras de las mencionadas series, entre las que “My life is going on” supuso el momento más bonito, quizás por ser el más esperado del setlist.

Mucho cariño entre el público asistente que, si bien no hicieron un sold out como el de la semana anterior con La bien querida, se congregaron como auténticos fieles que reconocen el talento de una mujer que, de no haber coincidido en la noche con Mikel Erentxun en la Plaza de Toros posiblemente hubiera reunido a más público.

Para los que sí asistieron, un lujo haber presenciado la primera vez de Cecilia Krull en Granada y sin dudas un concierto para recordar cuando, como suele pasar en estos casos, la próxima vez cuelgue el no hay billetes y algunos podamos decir aquello de “yo la vi primero”.

Crónica y fotos: María Villa