“Flamenco viene del sur” y Califato ¾ vienen de Sevilla. A ver si lo hay más sureño. Ayer llegaron al Teatro Alhambra, dentro de este ciclo, con todo el papel vendido y la irreverencia de una banda imposible de catalogar. Entre el flamenco, el rock, el punk, el reggae, la psicodelia, la electrónica y la semana santa Sevillana, andalucistas, reivindicativos e impuros, como lo es el flamenco desde que se conoce como tal, mezcla de todo, apropiación y desprendimiento.
Viene del sur, como la zambra, la soleá, el fandango. La única diferencia, es que el andalucismo arraigado de Califato ¾ se impregna de costumbrismo actual, de lo que hay en las calles, de las raves, las procesiones, las situaciones que sólo se podrÃan vivir en esta AndalucÃa tan auténtica donde “El Cristo de la Navahâ” cierra noches de pubs y discotecas. Porque, al final, lo que nos gusta es recrearnos en nuestra blanqui verde. Como ellos, con todo el arte, cabesa.
Ayer, en el Teatro Alhambra, con un repertorio donde no faltaron sus temas más conocidos, la gente reprimÃa palmas y bailes con “Pascual Marquez, 33”, respetando las normas hasta que, al final, entre la marcha del Cristo y el himno de AndalucÃa, ya no pudieron quedarse pegados al asiento. Mucho se tardó en levantarse, porque, a pesar de todo, el respeto y el civismo sigue siendo seña de identidad en el mundo de la cultura.
Mucho arte en una banda que empezó como un proyecto donde sacar unas cuantas cosillas, nada serio, y fue un boom inmediato, con una gran acogida por parte del público y los medios. Desde ahÃ, Califato no faltan en ningún sarao que se precie y, este festival, no podÃa ser menos. Quizás también, para poner el contrapunto y la controversia, que de eso, los sevillanos andan sobrados.
En la banda el descaro de Manuel Chaparro (capataz y voz), la finura y el desparpajo de Rosana Pappalardo (voz), Esteban Espada (bajo), la inconfundible voz de Curro Morales – ex Narco (guitarra y voz), Sergio Ruiz (teclados), Lorenzo Soria (electrónica) y, el punto más clásico de Guille Iniesta (guitarra flamenca). En este concierto, también, la colaboración estelar de Ihmaele (Fausto Taranto). No les falta de ná para transportarnos desde Triana a una rave, desde la Giralda a la Copera.
Esta vez, un público más maduro que en otras actuaciones suyas en Granada, quizás, por estar este concierto dentro del mencionado ciclo. Aunque, realmente, el grueso de público seguÃa siendo esa gente más joven que se está acercando al flamenco desde lo impuro y lo diferente, desde la mezcla, la experimentación y las ganas de saltarse todas las barreras para crear algo nuevo. Bebiendo de muchos lugares comunes, por supuesto. Y con ilustres predecesores en el arte de revisar y renovar.
Desde la puesta en escena, tan alegre y desenfadada como siempre, hasta el gran sonido y la magnÃfica iluminación, un lujo haber estado en el concierto de Califato ¾, haber vuelto a escuchar sus temas y sus diatribas y haber coreado, con ellos, ese electro himno de AndalucÃa que, dicho sea de paso, deberÃa ir sustituyendo al de siempre. Por aquello de darle a todo una vuelta de tuerca, y una patada al purismo.
0 Comentarios
¡Comparte tu opinión!
Esperamos tu comentario