Socorrida frase aquella de que “veinte años no es nada”. Socorrida y bien usada para presentar, el pasado viernes, la XX Edición de Jazz en el Lago de Atarfe (Granada). Este año, inserta en un programa cultural más amplio, al que han denominado “Atarfe suena en el Lago” que da cabida a artistas de diversos niveles y estilos, entre los que se encuentran Coque Malla, Víctor Manuel o Mocedades. Todo ello, en la pradera del lago artificial del Cerro Castillejo (Ermita Tres Juanes), que nos regalaba temperaturas incluso frescas, mientras en la capital la temperatura se tornaba asfixiante.

Si todo esto fuera poco, decir que, el festival, con una impecable organización, aparcamiento debidamente habilitado y vigilado y zona de comidas y barra, ofreció también un sonido e iluminación a la altura de un espectáculo de estas características para recibir, en su primera jornada, a un saxo tenor de la talla de Jean Toussaint que deleitó al público con un variado programa jazzistico acompañado por el contrabajo de Marc Cuevas, David Xirgú a la batería y el gran Antonio Mazzei al piano. Con un cuarteto de tanta enjundia, previsiblemente, el espectáculo debía ser de altura, como el escenario y el propio festival.

En el cambio de escenario, el festival entregó su premio anual a la difusión del Jazz en Granada a la actual directora del festival granadino, Mariche Huertas de la Cámara, por su contribución a la proyección de este estilo en la provincia.

Tras ellos, la ya casi residente, Big Band de Atarfe ofrecía un variado repertorio que pasó por boleros, swing, funky o blues. Reforzados en esta ocasión, nada menos que del gran saxofonista Perico Sambeat, bajo la dirección de Roberto nieto y con la estupenda voz de Sandra Morales, destacar por su interpretación al trompetista Fran Rivero. Todos ellos conformando, nuevamente, una agrupación que brilla por la profesionalidad de sus integrantes y lo variado y versátil de los temas que llevan a escena.

El sábado, con una propuesta más abierta y una noche algo más cálida que la anterior, la cantante estadounidense Gwen Perry, que algunos conocerán por haber ganajdo la tercera edición de 'La Voz Senior' en Antena3. Nacida en Carolina del Norte y, a sus 75 años, ha recorrido medio mundo cantando y el sábado, en Atarfe, demostró sus grandes dotes para hacer suyo cualquier estilo dentro del género, con interpretaciones realmente sublimes de temas como el “Summertime”, al que supo dar todo el alma necesaria para que el tema llegase y emocionara al público.

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Tras su gran actuación, Michel Lee Wolfe y la Maraia Zydeco Band, una de las escasas formaciones que hacen ese tipo de música antigua procedente de Louisiana llamada Zydeco. El zydeco es un género ancestral, nacido en los pantanos de la Luisiana heredera de los acadianos, francoparlantes de origen canadiense instalados allí en el siglo XVIII. Allí, a orillas del río Mississippi fueron conocidos como cajunes y crearon una música de baile, festiva, marcada por el acordeón y el regusto de las viejas polkas europeas. Del cruce de la música cajún (o cajun) con el blues negro, nació el zydeco, un blues acelerado donde, demás del acordeón, se utiliza como instrumento de ritmo la tabla de lavar, que no estuvo presente en esta actuación.

Lo que sí estuvo muy presente fue el virtuosismo a la guitarra de Michel Lee Wolfe y la fuerza arrolladora de Maraia cuando hacía sonar su acordeón para deslizar las melodías con soltura y el buen hacer característico de esta apasionada intérprete que sabe cómo revivir este estilo actualizándolo para el disfrute del oído actual.

Concluían así dos jornadas que brillaron por su calidad y variedad musical. Dos jornadas que son aún el despertar del parón que nos preceden y, aún así, aunó un buen número de asistentes que disfrutaron del evento al frescor de la pradera en espera de que, en otoño, el jazz continúe en Atarfe con una edición de “JAZZ EN OTOÑO”, que tendrá lugar en el Centro Cultural Medina Elvira y del que informaremos más adelante.

Crónica: Redacción

Fotos: María Villa.