Love To Rock, 2023-Auditorio Marina Norte (La Marina de València)

 


La edición del Love To Rock, que se celebró el fin de semana pasado en La Marina de València, cierra su edición más multitudinaria. Unos 20.000 asistentes según la organización se congregaron para disfrutar de la música en directo en un recinto cuidado y muy bien ambientado.


Festivales, ya sabemos, los hay a patadas. De corte indie, la mayoría. El Love To Rock, ya lo dice su nombre, nació en el año 2019 como un festival más orientado hacia el rock español de bandas como Loz Zigarros, Revolver o Santero y los Muchachos, y que a cada edición ha ido derivando hacia otros derroteros, cayendo a ese lado más indie con nombres como Viva Suecia o Lori Meyers, que, al fin y al cabo, sigue siendo la fórmula que funciona. Aunque si te fijas en los nombres pequeños, que nunca el público debería dejarlos de lado, el rock sigue estando bien presente, y así lo pudimos comprobar con propuestas como Anabel Lee, Los Invaders, The Levitants, o referentes como Quique González. Sí, los nombres de siempre, los que llenan espacios, pero lo que hace a un festival sostenible, económicamente hablando. Y cuándo hablamos de esto, desde Alquimia Sonora también vemos la importancia que tiene un festival como el Love To Rock para generar trabajo y seguir fortaleciendo la industria musical en València. Por lo que, sí, había rock, y la línea que separa al pop y al rock es muy fina, y te la puedes saltar o interpretar como tú quieras. Al menos nosotras lo vemos así. 

Antes de entrar en materia musical, nos gustaría hacer balance general de este festival otoñal, que disfrutamos con temperaturas veraniegas (el cambio climático y sus cositas), y que hace seguir conservando esas ganas de disfrutar de la música al aire libre. Las cualidades que le hacen marcar la diferencia; su ubicación frente al mar, un espacio cómodo, una zona de restauración envidiable que apuesta por la gastronomía, zona de descanso, y una zona bien amplia para que los más pequeños empiecen a sentir lo emocionante, vibrante y necesaria que es la música en directo. Intercambiando impresiones con parte del público todos nos transmitía que se habían cansado de otro de los festivales que hay en la ciudad y que preferían el Love To Rock, por el trato, el no abuso y la comodidad. No podemos estar más de acuerdo, la verdad. Pero como siempre que se acude a un evento multitudinario algunas carencias salen al flote; nosotras solamente leímos sobre la falta de servicios, problema que se solventó al día siguiente (¡Bravo por escuchar!), y acompañados de elogios al personal de limpieza. 

El festival que se divide en dos escenarios, el de la Pérgola, bien conocido en la ciudad por llevarse a cabo un ciclo de conciertos desde hace más de cinco temporadas, y el de la Marina Norte, amplio y con posibilidad de sentarse en las gradas (un acierto que la zona VIP no se las comieran todas). La novedad del año era la zona VIP Golden Sunset, una grada elevada junto al escenario, con vistas al atardecer y el canal de La Marina, dónde los más afortunados pudieron disfrutar de todas las comodidades de la programación en un entorno privilegiado. Otro acierto que las dos zonas VIPS no tapasen al resto de público, un tanto para ellos. La primera jornada comenzó con el directo de Levitants y lo arriesgado que es arrancar un festival; buena puesta en escena y un sonido potente, hicieron que el público conectara con su música y entrara en calor para recibir una de las actuaciones más esperadas del festival. La gran noche murciana como algunos la han titulado, arrancaba con el último directo de Second en València (salvo sorpresas de última hora), dónde la emoción y la energía estuvieron presentes desde el primer corte. Pensábamos que caería colaboración con sus compadres de Viva Suecia, pero no fue así. Destacamos lo emocionante que fue que hicieron adelantar su posición a nuestro David Lozano de los siempre añorados Supermosca. Sonaron muchos de sus clásicos y dejaron a su público al borde de la extenuación. 

Cupido tomó el relevo, a medio gas y sin esa entrega que los vimos en su paso por la Moon hace unos meses. Eso sí, las canciones y el cómo hipnotiza la figura de Pimp Flaco, ahí estaban para complacer al público más joven, y al que finalmente será el relevo en los festivales. Menos mal que después vinieron Viva Suecia a arrasar con todo porque si de algo no hay duda es que tienen uno de los mejores directos de este País. Los hemos visto crecer, disco a disco, paso a paso, discográfica a discográfica, y sentimos orgullo de todo lo que han alcanzado. Para nuestro gusto, su último disco, a pesar de poseer un sonido más comercial, es redondo y solvente. A Viva Suecia les gusta jugar en el escenario, saben comportarse como una verdadera banda de rock and roll, y no se ponen límites. Posturitas, besos, caricias, saltos, y patadas al aire. Vivirlo en primera fila es de lo mejor que nos ha pasado este año. Un cierre perfecto para una primera jornada corta per muy intensa. 


Esa misma noche, en el escenario La Pérgola se fueron sucediendo las sesiones de DJs con Fran Lenaers, Fat Gordon, Don Fluor, Miss Deep’in, Obtuso, Toxicosmos y Kiki. 

La jornada del sábado comenzó temprano para disfrutar de nombres como Teletexto (que creíamos que eran los originales…), Jimena Amarillo y Joe Crepúsculo. El ambiente y buen rollo fueron los protagonistas. Volver a ver a Jimena en la pérgola después de un tiempo, habiendo crecido ya su propuesta, y con “La pena no es cómoda”, su segundo trabajo ya bastante rodado, una suerte. Nos encanta ver las primeras filas, por no decir casi todo el espacio tomado por mujeres, y la mayoría lesbianas. Es necesaria la diversidad en muchos ámbitos y en la música ayuda a tener esos referentes que tanto nos hicieron falta a las que ya rondamos casi los cincuenta. Ella estuvo como siempre a pesar del sueño que nos confesó tener. Guitarra, teclados y batería, y una formación femenina cien por cien. A Jimena le queda mucho recorrido, y mucho más por crecer. 


Después vino Joe Crepúsculo y su inacabable fábrica de baile. La fiesta que montó fue tremenda y la interactuación con su público va más allá del mero paripé, se entrega a una comunión continúa y sincera. Salto al público incluido para saltar y bailar mirando a los ojos a la gente. Fabulosa mañana. El Love To Rock se diferencia en tener una propuesta gastronómica de calidad, y durante todo el festival organizó presencia de chefs reconocidos. A parte, foodtrucks y en general, alternativas diferentes a lo que solemos ver en otros festivales. Nosotras nos comimos un arroz de rape, alcachofas y ajos tiernos muy bueno (aunque algo escaso) obra de Pablo Margos de Grupo Gastrotrinquet. Un buen ambiente al mediodía algo entorpecido por el viento que afortunadamente luego amainó. 


La primera actuación de la tarde era la de Quique González que estuvo correcto y agradeció a los allí presentes haber acudido a esas horas tan intempestivas. Hizo felices a los fans incondicionales que se habían acercado tocando clásicos como “Crece la hierba”, “La Ciudad del Viento” o “Salitre”. Si hay alguien que puede luchar contra un entorno poco favorable es el cantautor madrileño que a sus recién cumplidos cincuenta años demostró porque es una de las figuras más grandes de la música española. Unas Cariño sin fuerza les siguieron, aunque seguramente su público se las disfrutó, nosotras les hemos visto directos mejores. Creemos que lo único que querían es irse rápido para el Planet

Después el paso de otros referentes del indie patrio como Shinova a los que nos perdimos por necesidad de descanso extrema. Había que guardar fuerzas para lo que hacemos siempre en Alquimia Sonora, que es apoyar a las propuestas locales o más emergentes. Y lo que se nos venía con Anabel Lee y Los invaders prometía. Para nosotras los dos mejores directos del festival, petando el escenario de la pérgola al atardecer y ya con la noche caída. Alucinantes. Despedimos el festival con Lori Meyers que hablar de su directo sería repetirse dado que siempre son sólidos y enérgicos en directo. Por muchos años más viéndolos en tan buena forma.

 

Nos quedamos con que el Love To Rock tiene personalidad dentro de los festivales indies y que seguramente tenga que mejorar ciertos aspectos pero que el trato, la comodidad y el espacio fue inmejorable. 

Más info:

Love To Rock


Galería Fotográfica

Fotos Susana Godoy / Las de Jimena Amarillo y Joe Crepúsculo son de María carbonell























































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1 Comentarios

  1. En un festival, los instrumentos, como las guitarras, son esenciales para la experiencia musical. Su vibrante sonido y versatilidad añaden un toque único, creando una atmósfera inolvidable de celebración y conexión con la música en vivo.

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