[Crónica] Judeline en Industrial Copera: Una Noche de Épica y Contraluz (08/03/2025)


El pasado viernes, la sala Industrial Copera se convirtió en el epicentro de un viaje sonoro único, cuando Judeline subió al escenario para presentar su trabajo más reciente , “Bodhiria”. Con una puesta en escena que combinó lo visual, lo sonoro y lo emocional, Judeline brindó a su público una experiencia vibrante e inolvidable, donde la sutileza de sus composiciones se entrelazó con la sencillez de su puesta en escena.


La noche comenzó viendo cómo se llenaba poco a poco la sala, hasta completar el sold out que registro la jerezana, con una expectación palpable en el ambiente. Al filo de las 21,30 horas, las luces se apagaron y, con ellas, una sensación de anticipación se apoderó del ambiente. El primer acorde resonó en la sala, dando paso a "Bodhitale", tema que da comienzo al álbum, con fuertes contraluces y acompañada de un bailarín sobre el que literalmente, cabalgó, durante un buen rato. Desde el primer momento, se hizo evidente que Lara Fernández  no solo había trabajado en la calidad de sus composiciones, sino también en la creación de un universo visual y sonoro que debía ser vivido en directo.


La artista, que siempre ha jugado con la mezcla de géneros, ofreció en esta ocasión una propuesta arriesgada y madura, llena de sensualidad resaltada por cada uno de los detalles que componían su puesta en escena. El diseño de iluminación fue otro de los protagonistas de la noche. Proyectando sombras y destellos sobre el escenario, las luces no solo acompañaban la música, sino que también narraban una historia propia, un juego de contrastes entre lo oscuro y lo luminoso, que evocaba la dualidad de “Bodhiria” donde las sombras alargadas y los tonos cálidos fueron creando una atmósfera de misterio y desconcierto, subrayando la emocionalidad de cada uno de los temas.


El setlist, cuidadosamente equilibrado, permitió que el público se sumergiera en los momentos más introspectivos del disco, como en “INRI”, mientras que también ofreció instantes de desbordante energía, como en "Joropo", donde el escenario vibró con ella y la batería dejó su huella en cada golpe. Judeline logró, con maestría, que la complejidad de sus composiciones no se disolviera en el fragor del directo, sino que, por el contrario, se potenciara y conectara de lleno con el público.

Un punto culminante llegó cuando sonó “Zarcillos de plata”, una de las piezas más esperadas de la noche en la que la artista se acompañó de una acústica. Las emociones estallaron en el público, que coreó a una sola voz, mientras las capas de sonido se construían de manera imponente. 


Entre los momentos de interacción con el público, Judeline se mostró agradecida por estar en Industrial Copera, sala a la que “se escapó” siendo algo más joven y en la que desde entonces soñaba con tocar. A pesar de la intensidad de su propuesta musical, la artista logró crear una atmósfera cercana, compartiendo, sin filtros, su vulnerabilidad creativa. La conexión fue palpable y el público, totalmente entregado, respondió con toda la entrega.


Otro momentazo de la noche fue su personalísima interpretación de la versión “La tortura” de Shakira, que dejó marca en la memoria de todos los presentes. Judeline se despidió con mucha elegancia, entre los ecos de su música, mientras las luces se desvanecían lentamente, dejando un rastro de magia en el aire, sin bises, sin demoras, con la misma suavidad con la que había transcurrido todo el espectáculo.


Bodhiria” no solo es un disco que se disfruta en los auriculares, es una obra que cobra vida en el escenario, y Judeline lo demostró anoche en Industrial Copera con un concierto redondo, una experiencia que nos gustaría volver a repetir. 


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