
El primer reproductor empezó a fabricarse en julio de 1979 y causó furor entre la juventud durante más de dos décadas hasta que se implantaron los nuevos formatos digitales relegando a un segundo plano los analógicos con su sonido mono, sus pletinas, sus enredos de cinta, y demás parafernalia.
El cassette vivió un revival a finales de los noventa con las distribuidoras independientes qe lanzaban sus títulos más nuevos y maquetas para abaratar los costes, un revival semejante al que vive ahora el vinilo pero a pequeña escala pero que no sirvió para recuperar el auge perdido. Las productoras pronto abandonaron el arcaico cassette y dejaron paso al CD.
La crónica de esta muerte anunciada pone fin a una era, la analógica, que vendió más de 220 millones de reproductores. Si conservas uno puede que dentro de años sea una pieza de museo. Si no todavía es posible que puedas hacerte con el tuyo pero para ello deberás viajar a China ya que es el único país en el que Sony vendió la patente y donde posiblemente puedan seguir fabricándolo durante un tiempo.
Descanse en paz.
1 Comentarios
Buen reportaje
ResponderEliminarel otro día haciendo mudanza encontré mi walkman AIWA con radio incorporada. La sorpresa fue que las pilas aún funcionaban, y lo curioso es que sólo poseo una cassette de la colección que dejé en Madrid en casa de mis padres...
un día lo sacaré a la calle y dejaré correr una lagrimita por mi mejilla
dscanse en paz el walk-man
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